El éxito blanquiazul

El Espanyol celebra el ascenso con centenares de pericos en Cornellà

Unos 1.800 aficionados se dan cita en los aledaños del RCDE Stadium para recibir a sus héroes procedentes de Zaragoza

"Es el día más feliz de mi vida", dice Keidi Bare, uno de los más animados en una jornada de puro sentimiento blanquiazul.

Centenares de seguidores reciben al ascendido Espanyol en el estadio de Cornellà

Centenares de seguidores reciben al ascendido Espanyol en el estadio de Cornellà. /

Raúl Paniagua

Raúl Paniagua

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Después de 10 meses exactos de condena (del 8 de julio de 2020 al 8 de mayo de 2021) había ganas de darse una alegría en el Espanyol. Concluyó el estado de alarma en España y se cerró también el calvario perico en Segunda. El empate de La Romareda (0-0) certificó el ansiado retorno a la élite. La euforia se desató nada más acabar el choque sobre el césped aragonés, continuó en la noche del sábado en Barcelona y este domingo se puso el colofón con la llegada de los protagonistas al RCDE Stadium de Cornellà.

Centenares de pericos acudieron a la cita movida por las redes sociales. El equipo llegaba al mediodía, una hora magnífica para acompañar a los jugadores de Vicente Moreno, que durmieron en Zaragoza después de certificar la vuelta a Primera a cuatro jornadas del cierre del campeonato. Poco antes de las 13.00 horas, el autocar asomó por la avenida Baix Llobregat. Llegaban los artífices del éxito. 

304 días de espera

La derrota en el Camp Nou en la recta final de la Liga del covid abrió el drama blanquiazul. Después de 304 días de espera la herida quedó reparada. El sufrimiento en la categoría de plata deja paso a la nueva vida entre los mejores. Los 1.800 pericos transmitieron su ilusión a los jugadores, que se vinieron arriba como tocaba. 

Uno de los más eufóricos fue Keidi Bare, el centrocampista albanés que tan buen rendimiento ha dado este curso procedente del Málaga. "Es el día más feliz de mi vida", afirmó el pivote. Esa sentencia resumía el sentimiento de la mayoría de pericos congregados en Cornellà.

Los había de todas las edades, desde los más veteranos a los niños que ya empiezan a entender lo que significa ser perico. Entre los cánticos clásicos de "a Primera, oé; a Primera oé" también se colaron alusiones a antiguos ídolos, como Nkono y Tamudo, astros que protagonizaron los mejores momentos de la historia de un Espanyol que vuelve a tener otra oportunidad para enmendar errores y dar la cara en la élite. 

RDT, por teléfono

En una extraña temporada en la que no se ha podido disfrutar del fútbol en el estadio, los pericos vivieron la jornada de este domingo como una liberación. Las banderas y bufandas tiñeron de blanquiazul un recibimiento apoteósico. "Os hemos echado de menos, pero nunca nos sentimos solo", dijo el capitán David López, uno de los maestros de ceremonia.

No faltaron las risas, el cava y alguna que otra locura, como los saltos de Keidi Bare o la irrupción de Wu Lei, que se dirigió a los hinchas pericos en chino con Cabrera de simpático traductor. 

"Al fin lo conseguimos, gracias por todo. Sin vosotros no hubiera sido posible", remarcó el portero Diego López, el Zamora actual de la categoría, que seguirá una temporada más en el club y cumplirá los 40 años como blanquiazul. Desde la distancia no faltó el mensaje del pichichi Raúl de Tomas, confinado en casa con coronavirus. "Gracias por acompañarnos en este camino. ¡A Primera!", proclamó RDT por teléfono. La pesadilla al fin ha terminado.