El Barça tira la Champions en una segunda parte aciaga

La maldición que persigue al Barça de fútbol sala en 2021 vivió este lunes el episodio más duro. El equipo azulgrana perdió su tercera final en poco más de un mes. Después de despedirse de la Copa de España en marzo y la Supercopa en abril, ambas contra el Movistar Inter, llegó la peor bofetada en mayo con el batacazo en la Champions ante el Sporting de Portugal (3-4). El equipo catalán dominaba por 2-0 al descanso en Zadar y se dejó remontar en apenas cinco minutos en una aciaga segunda parte.

Aspiraba el Barça a lograr la cuarta Champions de su palmarés y la segunda en medio año después del título conquistado en el Palau el pasado 12 de octubre contra el Pozo. Ubicado en la quinta plaza de la Liga y fuera de la Copa del Rey, la cita europea volvía a presentarse como la mejor medicina para olvidar las penas y exhibir el poder de una gran plantilla. 

Gol a los 51 segundos

El objetivo se desvaneció de forma cruel y totalmente incomprensible para los azulgranas. Después de los títulos de 2012, 2014 y 2020 se presentaba una ocasión ideal para recuperar las mejores sensaciones. Y todo empezó de maravilla con el tanto de Marcenio a los 51 segundos. No se había cumplido ni un minuto y el Barça ya mandaba ante un rival que se plantaba en la final con 45 partidos sin perder. 

El colomense Adolfo tuvo en sus botas el segundo y Esquerdinha topó con el poste en una gran ocasión que tampoco pudo culminar Coelho. Fueron cinco minutos brillantes de un Barça que también pidió penalti sobre Ferrao (m. 11). Esquerdinha se estrelló de nuevo con los elementos en un cabezazo al larguero, mientras Dídac se agigantaba en un disparo de Erick. El juego azulgrana se vio premiado con el 2-0 de Ximbinha en una jugada en la que los lusos protestaron una posible falta previa (m. 17). 

Reacción lisboeta

Sin excesivos agobios y con la misma determinación que en la semifinal ante el temible Kairat, el Barça caminaba hacia un título. Nada hacía presagiar la debacle vivida tras un descanso que se hizo eterno por unos problemas técnicos en la pista croata. Adolfo protagonizó el tercer palo del equipo de Plaza en una acción que dio paso a la tragedia. El Sporting empató la final en 91 segundos con los tantos de Zicky y Erick. 

El equipo de Plaza topó tres veces con los palos y perdió su tercera final en un mes 

El desbarajuste llevó a Plaza a pedir un tiempo muerto totalmente necesario. "¡Hemos bajado la intensidad! Si uno no puede pide el cambio y punto. Vamos a tranquilizarnos", comentó el técnico. Sus palabras no tuvieron el efecto deseado y el cuadro portugués marcó el tercero a los pocos segundos de volver a la pista. 

Portero-jugador

En menos de cinco minutos, un errático Barça se dejó levantar un 2-0 con todo el infortunio del mundo. Mientras los palos azulgranas acababan fuera, cada rechace en la madera luso caía en los pies de un jugador del Sporting para rematar a placer. Así llegó también el 2-4, certificado por Pany Varela, ya con Daniel ejerciendo de portero-jugador. 

Quedaba aferrarse a la heroica y Ferrao acortó distancias a tres minutos del final. Lo intentó todo el Barça en busca de la prórroga, pero no hubo suerte. Los remates de Ferrao, Daniel y Esquerdinha en los últimos 50 segundos fueron repelidos por el campeón.