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FC BARCELONA 1 - 2 GRANADA CF

El Barça se despeña trágicamente

Messi acercó al Barça al liderato pero el Granada remontó en la segunda mitad

Messi observa como Machís inicia la remontada nazarí

Messi observa como Machís inicia la remontada nazarí

El Periódico

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Se desangró el Barça. Y a lo grande. De una manera tan estrepitosa que tenía el liderato en su mano y acabó preguntándose qué demonios había ocurrido para encajar dos goles del Granada. Dos goles que fueron, en realidad, dos regalos del equipo de Koeman, el primero de Mingueza, el segundo en responsabilidad compartida de Piqué y Umtiti. Estaba tocando la cima de la Liga después de un partido aparentemente tranquilo cuando se autodestruyó enterrando todo lo que había ido construyendo durante cuatro largos meses. Mira por donde, ya no depende de sí mismo para conquistar el título. Y hasta quien sabe si en una combinación venenosa y diabólica puede servirle la Liga en bandeja al Madrid, si los azulgranas ganan, claro, al Atlético en el Camp Nou dentro de una semana.

El post partido del Barça - Granada: el Barça se despeña trágicamente

El post partido del Barça - Granada: el Barça se despeña trágicamente. /

La destrucción fue de tal nivel que hasta Koeman acabó siendo expulsado con el equipo desorientado, terminando Trincao y Dembélé en las bandas, pero sin fútbol alguno, sacudido por los zarpazos de Machis y Jorge Molina. En la segunda mitad, se consumió el Barça ahogado por su debilidad defensiva, incapaz de encontrar el gol que le permitiera depender de sí mismo. Con Ter Stegen en el área del Granada intentando rematar un balón aéreo en la falta lateral de Messi. Y así, inocuo y gris, se marchó al vestuario deprimido porque la tarde en que debía alcanzar la cima del liderato se despeñó. 

Noche trágica

Caminó cuesta abajo cuando creía tener la Liga en la mano con una derrota que afecta también a la imagen de Koeman, que terminó viendo el partido desde el palco sin entender tampoco lo que había pasado. Tiene un aire trágico lo que ocurrió en el Camp Nou. Trágico porque echó a la basura una oportunidad única para situarse al frente del campeonato dilapidando el tesoro que habían encontrado desde el pasado mes de enero.

Trágico porque jugándose la Liga no supo tener el gobierno del partido. Dramático resultó, además, la falta de contundencia para liquidarlo cuando realmente lo dominaba. Tenía ocasiones, aseguraba la posesión a través del balón, pero estuvo inocente y pálido. Creyó que el Granada caería en la trampa cuando quien terminó metiendo la pata fue el propio Barça. Su caída resultó tan estrepitosa que hizo estremecerse el silencioso y solitario Camp Nou. No tuvo ni tan siquiera la fiabilidad necesaria para sostenerse con tres centrales ni tampoco cuando Koeman, ya a la desesperada, recurrió a la línea de cuatro defensas. Da igual. Con uno u otro sistema, el equipo tampoco supo empujar al Granada, castigado por las bajas, lo que eleva aún más la dimensión de Diego Martínez, algo más que un entrenador. Casi un profeta para el equipo andaluz. 

Y, de repente, emergieron todos los defectos de un vulnerable Barça, equipo que se engañó a sí mismo con 16 minutos que pusieron contra el espejo de la debilidad a los azulgranas. Del gol de Machís al cabezazo de Jorge Molina. Del error de Mingueza, tibio en un despeje que le abrió la puerta al Granada para firmar el empate, al doble fallo de Piqué y Umtiti que provocó el cómodo vuelo de Jorge Molina para hacer estallar por los aires el cuento de hadas del Barça. Porque remontarle 12 puntos al Atlético desde enero hasta finales de abril era un cuento casi de ensueño, que terminó siendo una pesadilla.  De nada sirvió que en la primera mitad Griezmann conectara con Messi en la acción del 1-0 ni que Busquets ofreciera un tratado maravilloso de pases que no fueron correspondidos con la belleza y la eficacia que reclamaban.

Cuando menos podía dudar el Barcelona, más dudaba. Cuando menos podía fallar, más falló. Dos tiros a puerta del Granada, dos goles. Una lección de máxima eficacia del equipo de Diego Martínez, con Koeman desesperado porque vio escurrirse al Barça entre sus dedos. Ese grupo que se estrelló a lo grande, sacudido profundamente en la autoestima que hasta le quitó el fútbol, el poco fútbol que tenía en la segunda mitad. Así, sin ser ya dueño de su destino, los azulgranas se quedaron desnudos. Y desamparados, víctima de su endeblez defensiva. 

FICHA DEL PARTIDO

Barça

Entrenador: Ronald Koeman (4) 

Cambios: Pedri (4) por Mingueza (m. 71); Dembélé (5) por Ilaix (m. 71); Trincao (s.c.) Busquets (m. 80)

Granada: Aarón (6), Díaz (6), Nehuén (6), Germán (6), Quini (7), Eteki (6), Herrera (6), Foulquier (5), Machís (7), Luis Suárez (6) y Soldado (5).

Entrenador: Diego Martínez (7)

Cambios: Gonalons (5) por Eteki (m. 60); Molina (7) por Soldado (m. 60); Adrián Marín (6) por Machís (m. 74); Fede Vico (s.c.) por Luis Suárez (m. 86)

Goles: 1-0, Messi (m. 24); 1-1, Machís (m. 63); 1-2, Jorge Molina (m. 78)

Árbitro: Rodríguez Fuertes (5), asturiano.

Tarjetas amarillas: Soldado (m. 19), Nehuén (m. 42), Germán (m. 89), Adrián Marín (m. 90)

Tarjeta roja: Koeman (m. 65)

Estadio: Camp Nou

Espectadores: 0.