Fútbol y coronavirus

El Gobierno se plantea que los últimos partidos de Liga sean con público

Las gradas repletas de público, en imagen de archivo.

Las gradas repletas de público, en imagen de archivo. / Archivo

Luis Mendiola

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Catorce meses después de que el público abandonara las gradas de los estadios en España por la pandemia, el Gobierno maneja una propuesta para que los últimos partidos del campeonato de Liga se disputen con público. El Consejo Superior de Deportes (CSD) estudia dos opciones para ese regreso. La primera, que es la lleva tiempo proponiendo LaLiga, incluiría las cuatro últimas jornadas del campeonato. Una hipótesis más conservadora que maneja el CSD, incluiría solo las dos últimas jornadas. "Tenemos que ir con mucha cautela respecto a la evolución de la pandemia", aseguran fuentes del Consejo. Esta medida también afectaría a la Liga Endesa de baloncesto.

La ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, reconoció tras la reunión de este martes del Ejecutivo, que el Gobierno sopesa la reapertura de los estadios y trabaja en la revisión de los protocolos para que esta vuelta del público pueda hacerse de forma segura y teniendo en cuenta también los niveles de vacunación. Pero se mostró muy cauta en su valoración y dejó claro que cualquier decisión que se tome, se hará "en función de lo que se dicte por parte de las autoridades técnicas y sanitarias".

Controles estrictos

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, será la que tendrá que decidir si a partir del 9 de mayo, que es cuando finaliza el estado de alarma, se volverán a abrir las puertas de los estadios, lo que permitiría que algunos de los encuentros que van a decidir el campeonato, como el Barcelona-Atlético o el Real Madrid-Sevilla, se jueguen al calor de la grada. El club azulgrana ya trabaja con esa posibilidad. Si finalmente la idea no saliera adelante, hay una opción B que consistirá en aplicar esa propuesta únicamente en las dos últimas jornadas de la Liga, que serían en fin de semana. En la Segunda División, la medida afectaría a los últimos cinco encuentros.

El protocolo en el que trabaja el Gobierno incluiría limitaciones de aforo; de 5.000 espectadores según la Cope y del 25% del total según la SER. Además el público sería local, no venido de otras comunidades. También se estudian otros aspectos como la venta de entradas nominales, los accesos escalonados a los campos y la obligatoriedad de mantener la mascarilla.

En este sentido, el secretario de Salut Pùblica de la Generalitat, Josep Maria Argimon aseguró, en declaraciones a Betevé, que existe «poco riesgo» en la vuelta del público si se utiliza la mascarilla y se guarda la distancia en un espacio al arie libre, aunque ve más peligro en los accesos al recinto, por lo que solicita que se fije claramente el protocolo de acceso. 

Difícil justificación

El deporte en España está viviendo realidades muy distintas y muy complicadas de justificar, primero en lo que respecta a las Ligas profesionales que dependen del Consejo Superior de Deportes (CSD), como es el caso de la Primera y Segunda División y también la Liga de baloncesto ACB, y el resto de competiciones, que han conseguido recuperar el aforo en función de las autoridades autonómicas y sanitarias de cada región.

Este pasado fin de semana, por ejemplo, se ha podido ver una importante presencia de público en las gradas del RCT Barcelona para asistir al Open Banc de Sabadell (en torno al millar de personas de las 4.000 localidades de la central) y esa imagen también se repetirá a partir del jueves en la Caja Mágica de Madrid para el Mutua Madrid Open, donde la organización prevé un 40% del aforo en cada sesión (unos 4.800 espectadores por sesión).

Cerca de un millar de aficionados han podido acercarse al Estadio Johan Cruyff en los últimos encuentros del Barça femenino y la contradicción resulta aún mayor si la trasladamos al mundo del baloncesto. Equipos como el Movistar Estudiantes, Valencia y Casademont Zaragoza han podido contar con la presencia de público en las gradas en la Liga Endesa femenina desde principio de temporada mientras no se permitía la misma situación para ver a los equipos masculinos.

Pendientes de la autorización

La ACB, en ese sentido, podría beneficiarse también de ese cambio de criterio por parte del CSD, y volvería a contar con la presencia de aficionados para la recta final de la Liga, cuya temporada regular finaliza le 16 de mayo, antes de dar paso a los 'play-offs'. La Liga de baloncesto tiene desde hace tiempo un protocolo aprobado por el Ministerio de Cultura y también por el Ministerio de Sanidad para garantizar la entrada de público en los pabellones, que no ha acabado de ejecutarse. El cambio al frente del Consejo, con el relevo de José Manuel Franco por Irene Lozano podría haber influido también en la parálisis actual.

La interpretación de la norma se hace aún más inexplicable con lo que sucede, por ejemplo, en el Palau Blaugrana. La afición azulgrana ha podido regresar para ver los partidos de los equipos de balonmano, fútbol sala y hockey sobre patines. En cambio, el acceso está prohibido para los encuentros del baloncesto, lo que le ha impedido ver en directo el histórico regreso de Pau Gasol a la ACB vestido de azulgrana.

El técnico del Barça, Sarunas Jasikevicius, valoró la situación que se da en el mundo del deporte como absurda después del segundo partido frente al Zenit San Petersburgo en la Euroliga. "Hace unos días estuve con mi familia en un teatro viendo un espectáculo de magia. El balonmano puede jugar con público y nosotros no. Los que deciden no se enteran de nada. Y ahora vamos a un campo así en un país que ha sobrevivido al covid a su manera", dijo el referencia al cruce de cuartos ante el Zenit, que ha anunciado que contará con unas 5.000 personas en las gradas.