El Atlético sostiene el liderato con una goleada ante el Eibar

Tras haber cosechado una derrota y un empate en los dos últimos partidos ligueros, el Atlético perdió toda la ventaja que tenía al frente de la Liga y, ante el Eibar, empezaba una carrera por el título sin margen de error con ocho jornadas por delante. Y lo hizo con una victoria, una goleada, que se fraguó tras unos primeros minutos de juego áspero y obstruido, que resolvió con cuatro goles en poco más de diez minutos de juego, entre el final del primer tiempo y el inicio del segundo, y que le mantiene inexorablemente en el liderato una jornada más, a siete del final, con un espaldarazo de confianza.  

Aunque en casa del líder el rival era el colista, la angustia y la desazón del Atlético en medio de una trayectoria en claro descenso inundaba de preocupación el ambiente. Tanto que tuvieron que pasar casi 40 minutos para que el equipo de Simeone hiciera un tiro a la portería rival. El segundo remate fue gol, de Correa, tras un saque de esquina desviado en el primer palo que dejó en evidencia a la defensa eibarresa. Se destapó la bañera y el Atlético se liberó de golpe de toda la presión. El argentino Correa hizo su segundo gol, aún antes del descanso, pero ahora no fue en un balón parado, fue tras una jugada atractiva por la banda de Lodi y Carrasco. 

Inicio dubitativo

El equipo de Simeone no había salido a morder desde el inicio, a solucionar el partido por la vía rápida. Al contrario, los rojiblancos rozaron la indolencia, sin energía en la presión y sin inventiva en ataque. Con Luis Suárez y Joao Félix en la grada, ausentes, la extraña pareja Correa-Llorente fue un constante querer y no poder, sin presencia en el área rival, el reflejo de la frustración de un equipo encorsetado en un partido trabado desde el inicio, con menos jugadas combinatorias que roces y refriegas. 

Con el paso de los minutos, y ante la inacción del Atlético, el Eibar se fue hacia arriba, ocupó el campo rival unos minutos y pisó el área de Oblak. Fue el preámbulo de un cambio de sistema de Simeone, con un adelanto de la posición de Carrasco que removió el ataque para generar los primeros goles. 

La liberación del Atlético

Más allá del descanso, el equipo de Simeone sintió el partido decidido y, más allá, el Eibar lo dio por entregado. No pasaron ni cinco minutos hasta que Carrasco hizo el tercer gol, tras aprovechar un espacio gigante en el centro de la defensa vasca, y Llorente el cuarto con un remate a placer dentro del área. Más allá de la hora de partido, el antiguo centrocampista defensivo del Madrid hizo el quinto, su doblete, su undécimo gol en Liga. 

Con el marcador a favor y la constancia de que se iban a sumar los puntos, el Atlético se convirtió en un equipo vertical e impetuoso, liberado del peso de la responsabilidad; y el Eibar en un títere en manos de su rival, zarandeado sin pudor.