El covid pone en jaque al deporte francés

La situación sanitaria francesa se encuentra en un estado "extremadamente preocupante", tal como comunicó este jueves en París, Gabriel Attal, portavoz del Gobierno del país, tras el Consejo de Ministros. El mismo día en el que se confirmaron 433 nuevos fallecimientos en Francia debido al covid, la Federación Francesa de Tenis anunció que se aplazaba una semana el torneo Roland Garros, la gran cita anual con la tierra batida, donde Rafael Nadal aspira a una 14ª victoria.

Emmanuel Macron, presidente francés, explicó hace una semana a sus conciudadanos, mientras pedía un "último esfuerzo·, que esperaba recobrar la normalidad a finales de mayo, en una Francia que se encuentra sometida a importantes restricciones de vida y de movimientos y con todo el deporte no profesional paralizado. Los campeonatos aficionados, si es que llegaron a iniciarse, incluidas las ligas menores de fútbol, ya se han dado por concluidos y son constantes las suspensiones de partidos, a causa de positivos de jugadores o miembros del cuerpo técnico, en los principales torneos de baloncesto, voleibol, balonmano y rugby.

El anuncio del aplazamiento de Roland Garros por una semana (ahora se celebrará del 31 de mayo al 13 de junio), con el deseo principal de no tener que disputar los partidos a puerta cerrada y sí con la presencia de algunos aficionados, ha coincidido con la suspensión hasta otoño de la gran clásica francesa de ciclismo, la París-Roubaix, la carrera de los adoquines, el 'Infierno del Norte', la prueba que discurre por tramos de piedras cerrados al tráfico, que se cuidan como verdaderos tesoros.

Ya el año pasado se canceló la carrera; de hecho fue la única clásica de gran nivel que no pudo celebrarse a finales de octubre, debido a los incrementos de casos de coronavirus que había en Lille y ciudades cercanas, como Roubaix. La prefectura del departamento del Norte no autorizó la prueba por mucho que insistiera ASO, propietaria de la carrera y también del Tour, que se corre este año entre el 26 de junio y el 18 de julio (adelantado una semana para que no coincida con los Juegos de Tokio). La nueva fecha ofrecida a la París- Roubaix es el 3 de octubre, con la esperanza de que las vacunaciones masivas hayan puesto al virus en jaque.

Entrenamiento y vacunaciones

Ciclísticamente se han aplazado todas las carreras programadas (GP de Denain, en marzo, y ahora el Tour de Jura y la Clásica de Besançon). Y, curiosamente, la prensa local, se ha hecho eco de las imágenes que mostraban al equipo nacional francés de ciclismo en pista entrenando en el velódromo de Saint Quentin en Yvelines, al suroeste de París, mientras en la zona central se procedía a la vacunación masiva con los corredores dando vueltas a la pista.

"Hay que hacer lo posible para ayudar. La vacunación se lleva a cabo en la parte central del velódromo, que no utilizamos. Nosotros hacemos nuestro trabajo con normalidad. Nos han dejado un pequeño espacio para que tengamos el material a punto. Nos daba un poco de miedo al inicio, pero ahora ya nos hemos acostumbrado y hasta esperamos ganar aficionados entre las personas que se entretienen mirando los entrenamientos mientras esperan turno para la vacuna», explicó a 'L’Équipe' Herman Terryn, uno de los entrenadores del equipo nacional de ciclismo en pista.

El Gobierno francés, con 5.729 personas en cuidados intensivos y una incidencia general de 400 casos cada 100.000 habitantes, no desea que se celebre ninguna prueba de carácter popular o que pueda significar un movimiento importante de deportistas, como ha sido el caso del Abierto de Francia de golf, que estaba programado entre el 6 y el 9 de mayo, cancelado sin fecha alternativa.

Las pocas carreras de atletismo que seguían programadas, como el Maratón de la Loira, previsto para el 15 de mayo, también han sido suspendidas, en un país donde ahora los ciudadanos no pueden moverse a más de 10 kilómetros de su residencia y los estudiantes (incluidos los niños) disponen de vacaciones extras. 

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