El Atlético resiste un día más gracias a Luis Suárez y a Oblak

Después de un saldo de dos victorias en los últimos ocho partidos, y con la eliminación en Champions todavía reciente, la obligación de ganar para mantener la poca ventaja que le queda como líder de La Liga atenazó a un Atlético obtuso y trabado, que ha perdido las hechuras de líder con la que consiguió una ventaja histórica en la primera vuelta de La Liga y que volvió a regalar la primera parte. Tras el descanso volvió a aparecer Luis Suárez para marcar, una suerte de máxima inamovible que necesita para ser exitoso un Atlético que, gracias a que Oblak paró en un penalti en los últimos minutos, ganó ante el Alavés y recupera su ventaja al frente de La Liga.  

Mal inicio

Superado el primer cuarto de hora, en el que se jugó más en su campo que en el contrario, el Atlético empezó a dominar el partido, pero con un juego poco combinativo que no le dio casi réditos. 

Las tentativas más peligrosas de la primera parte fueron alavesistas, mientras que al equipo de Simeone no le funcionaba su idea de balones largos. El protagonismo del centro del campo rojiblanco fue nulo y cada ataque parecía desarrollarse a trompicones, sin claridad, sin pausa, ni verticalidad en el juego. 

Gol de Suárez

Con todo y con eso, el partido se iba volcando sobre el área de Pacheco y, tras el descanso, el Atlético se lanzó con todo arriba para encerrar al Alavés en su campo. Así, no tardó en llegar el gol, gracias a un centro de Trippier y un cabezazo de Luis Suárez, aunque fuera en el primer tiro a puerta rojiblanco.  

Conseguido el gol, el Atlético pareció liberarse de toda la tensión que le atenazaba. Empezaron a llegar las ocasiones, la primera un remate de Llorente que Pacheco envió al larguero, pero fue momentáneo. El Alavés no entregó la cuchara y los de Simeone se echaron atrás a defender el resultado, a la espera de sentenciar en un contragolpe. 

Así llegaron los últimos diez minutos y un penalti, tras una revisión de VAR, por un braceo de Savic sobre Rioja en la línea del área de un Oblak que, ante el tiro de Joselu, se erigió como un gigante para conservar un triunfo capital para el Atlético.