CON LA MIRADA PUESTA EN TOKIO

Fátima Gálvez o cuando la medalla se pone a tiro

La tiradora andaluza es la mejor especialista de foso olímpico del momento.

"He visto hombres y mujeres compitiendo con 63 años".

Fátima Gálcez

Fátima Gálcez / ARCHIVO / FÁTIMA GÁLVEZ

Sergi López-Egea

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Nació en Córdoba pero entrena y dispara en Granada. De pequeña acompañaba a su padre cuando iba de cacería y un día, siendo una niña, le dijeron "a ver si tienes puntería". Y no falló un disparo hasta convertirse Fátima Gálvez, 34 años, en la mejor especialista del mundo de la actualidad en foso olímpico. Y ha hecho homor a ello en Tokio, donde ha logrado el oro, tras escapársele las medallas en Londres 2012 (fue quinta) y Río 2016 (cuarta).

Su profecía se ha cumplido. "Espero ganar en Tokio esa medalla que quiero y que es lo único que me falta en mi carrera deportiva. En estos Juegos cambiaré la estrategia. No me conformo con entrar en la final, sino que quiero obtener la medalla. Pero sé que todo depende de la puntería con un plato. Y tengo claro que todo puede depender del último. Son 125 platos pero el último es el importante. Un plato ya me dejó fuera de las medallas", declaró hace meses a EL PERIÓDICO.

"23 años pegando tiros"

Cuenta que lleva "23 años pegando tiros" y que su deporte depende del factor suerte y de las condiciones con las que se afronta, ya que la puntería depende de muchas cosas frente a un calor agobiante o un frío incesante, y ya no digamos el viento. "Solo se puede suspender por niebla si la visibilidad es nula, pero en todos los años que llevo, con pruebas por todo el mundo, jamás he visto una cancelación". Hace unas semanas fue la mejor en El Cairo. "Cuando se sumen los puntos que conseguí en Egipto me convertiré en la número uno de la clasificación mundial". 

Sabe que la preparación física y sobre todo mental es esencial en el tiro, aunque el desgaste físico sea menor que en otras disciplinas. Eso sí, perder la concentración representa un drama. "Mantener la mente templada es vital. Pero es esencial disponer de una buena forma física para tener las pulsaciones controladas en los momentos claves en una final. Por eso, corro, he practicado triatlones, nado en la piscina y sobre todo hago trabajo de gimnasio.Es importante fortalecer el tren superior y realizar trabajo de lumbares. La espalda acostumbra a cargarse en la competición".

A cuidar el arma

Y porque el arma pesa cuatro kilos y para Fátima Gálvez es la herramienta esencial para triunfar como la raqueta del tenista, los palos del golfista o la bicicleta del ciclista. Ella la cuida con mimo porque no viaja con repuesto. "Solo llevaré un arma para los Juegos. La verdad es que son muy precisas y nunca se estropean. Yo la cuido, la lubrico. Salió de fábrica con mis medidas, hecha especialmente para mí. Yo digo que el arma es el zapato de cada uno. De hecho, solo se estropea una parte del gatillo. Es fácil cambiarla. Solo un poco de fuerza, pero pueden ayudarme". Nada menos que 14.000 euros vale el arma que debe apuntar Gálvez para dar en la diana de las medallas. O mejor dicho para romper los platos necesarios para subir a lo más alto en Japón.

Deporte longevo

"El mío es un deporte longevo que puedes practicar profesionalmente (dispone de patrocinadores) mientras conserves los reflejos. He visto hombres y mujeres compitiendo con 63 años".

Pero, por si acaso, solo por si acaso, ella ha seguido adelante con los estudios de enfermería y psicología. "Hay futbolistas que no han sabido administrarse al retirarse cuando han llegado las vacas flacas". Por eso, hay que labrarse un futuro, por si falla la puntería.