El Chelsea certifica la eliminación en Champions de un impotente Atlético

No se le puede achacar al Atlético falta de interés. Lo intentó con pundonor en el césped y Simeone tocó casi todo lo que pudo desde el banquillo, pero en toda la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones fue inferior al Chelsea, que completa junto al Bayern los integrantes de cuartos. El equipo inglés volvió a ganar en la vuelta, con una exhibición de poderío físico que incapacitó el intento de remontada rojiblanca.  

Eliminado de la Liga de Campeones, el Atlético no tiene más objetivos esta temporada que consolidar el liderato liguero que aún conserva, aunque tiene al Barça a cuatro puntos y tiene que recuperar la buena dinámica de la primera vuelta.

Después del 0-1 de la ida, el Atlético estaba obligado a hacer un gol en Londres para empatar la eliminatoria, y salió con intención de mandar en el partido. No duró demasiado. El Chelsea no se arredró a la hora de presionar con tanta intensidad como los de Simeone y, además, impuso una capacidad para conservar una posesión ambiciosa que aletargó el entusiasmo atlético.  

Contragolpe letal

Aunque el equipo de Simeone transitó hasta más allá de la media hora casi recluido en sus dominios, cada vez que se lanzaba al ataque pisaba con ambición, y con cierto peligro, el área rival. Así llegó un mal centro rojiblanco que deparó un contragolpe de manual de la delantera del Chelsea. Trippier no derribó a Havertz cuando pudo en el nacimiento de la jugada, Werner exhibió su velocidad y Ziyech marcó un gol que puso al Atlético una gesta para levantar la eliminatoria. 

Simeone cambió el sistema al descanso e hizo las sustituciones más inesperadas de la temporada, incluso quitó del campo antes de la hora de partido a Luis Suárez (que sigue sin marcar fuera de casa en Champions desde 2015). Pero parecía que daba igual lo que el Atlético pudiera inventar, el Chelsea iba a una velocidad más: cada duelo individual, cada desborde, cada conducción y cada salto caía del lado inglés. Así pasaron los minutos sin que ningún jugador rojiblanco pudiera lucir, sin mucha presencia en el área rival, sin nada parecido a un disparo peligroso. Solo alguna aparición aislada de Joao Félix acercó al Atlético a un gol que nunca llegó. 

Sentencia final

Sin capacidad en el juego, no le quedaba otra al Atlético que aguantar y esperar ese milagro que alguna vez llega, y que el equipo de Simeone busca con la inquebrantable convicción de los que han sido testigo de proezas similares. Pero en plena carga rojiblanca a la desesperada llegó, ya en los últimos diez minutos y tras un forcejeo liviano con Rudirger, una expulsión de Savic que terminó de quebrantar la fe atlética. Ya en el descuento, en otro contragolpe casi sin oposición, Emerson hizo el gol que sentenció al Atlético.