LA TECNOLOGÍA EN EL TENIS

El gran ojo de la pista

El Abierto de Australia ha eliminado a los jueces de línea y los ha sustituido por un arbitraje electrónico por primera vez en su historia. El sistema controla el juego con 12 cámaras en cada pista. La tecnología llega para quedarse pese a que sus críticos dicen que deshumaniza el juego .

 

Una cámara de arbitraje electrónico en un partido de Djokovic.

Una cámara de arbitraje electrónico en un partido de Djokovic. / Reuters

Jaume Pujol-Galceran

Jaume Pujol-Galceran

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«Out», se oye con una voz robotizada en la Rod Laver Arena que señala que la bola de Rafael Nadal ha salido fuera. El número 2 mundial mira escéptico el bote sobre la pista azul. No acaba de creer la decisión pero, segundos después, la imagen en la pantalla gigante confirma el error. Normalmente habría pedido el Ojo de Halcón antes de aceptar el fallo del juez de línea pero, en el Abierto de Australia, eso ya no es posible ni para él, ni para ninguno de los tenistas que han participado en el primer Grand Slam de la temporada.

Un sistema de arbitraje electrónico ha sustituido a los jueces de línea y controla los partidos con 12 cámaras situadas en puntos estratégicos de la pista. Las voces que se escuchan señalando el error han sido grabadas por ocho bomberos, paramédicos, policías y voluntarios de Melbourne que prestaron su voz a este dispositivo adoptado por Tennis Australia con la intención de limitar las interacciones con los jugadores ante la pandemia del coronavirus. 

En la pista ya no hay discusión posible. Los espectadores se han quedado sin esos momentos de emoción de comprobar si el juez de silla había acertado o el tenista tenía razón en su protesta. 

Djokovic, a favor

El arbitraje electrónico no es del agrado de todos, aunque Novak Djokovic se ha mostrado a favor. «Se que el sistema quita puestos de trabajo, que los jueces de linea son parte de la historia de nuestro deporte, pero creo que es inevitable para el futuro del tenis. Para ser honestos no veo por que los jueces son indispensables y esta tecnología ha demostrado funcionar», ha valorado el número 1 mundial que, en el pasado Abierto de Estados Unidos, fue descalificado por lanzar una bola a una jueza de línea, en el partido de octavos de final ante Pablo Carreño.

"No veo por que los jueces son indispensables, si esta tecnología ha demostrado funcionar"

Mucha gente piensa que todo es más frío pero se eliminan errores humanos y muchas interrupciones de los jugadores. «Si dice fuera es fuera. No puedes discutirlo. Si lo haces pareces un idiota que discute con una máquina», valoraba el australiano Nick Kyrgios que, por eso, no ha dejado de quejarse en sus partidos en Melbourne, especialmente con el sensor en la cinta de la red.

Durante su partido de segunda ronda con el francés Hugo Humbert, el polémico tenista australiano se encaró con la juez de silla. «La bola iba así de alta. No ha tocado la cinta. ¡Reinicia la máquina!», le gritó al verse obligado a repetir el saque dos veces seguidas con 5-4 y 30-30.

«El sistema va mal, no funciona en absoluto», se vio gritar a Jelena Ostapenko, campeona de Roland Garros, en su debut en el torneo en el que cayó eliminada por la checa Karolina Muchova que, después, alcanzaría las semifinales del torneo.

Parte del espectáculo

El arbitraje electrónico deshumaniza el tenis, dicen. Pero esta tecnología ha venido para quedarse,  como la que  muestra la velocidad de un saque, el tiempo del partido, o las estadísticas de los jugadores que aparecen en las pantallas gigantes de los estadios. Es parte del espectáculo. Ya nadie se extraña de oír música o ver efectos de luces con un ‘match point’, un punto de ‘break ‘o para destacar un ‘ace’.

El arbitraje electrónico es una novedad en el Abierto de Australia, pero ya se utiliza desde hace tiempo. La ITF (Federación Internacional de Tenis), la ATP y la WTA han aprobado esos sistemas electrónicos pero han dejado a cada torneo que decida su implantación.

Madrid se apunta

Incluso en tierra habrá arbitraje electrónico esta temporada y será el Masters 1.000 de Madrid el primero en utilizarlo con la tecnología de FoxTenn, una empresa catalana, que fue de las primeras en en investigar y preparar la tecnología que se instauró por primera vez en 2006, en el Masters 1.000 de Miami, con el sistema del Ojo de Halcón.

Los torneos de tierra se resistían a esa tecnología porque en la tierra el bote queda marcado, pero también es cierto a veces no se ve bien por las marcas de deslizamiento de los tenistas y las condiciones climáticas de la tierra .

«Los sistema tradicionales electrónicos realizan una estimación del bote de la pelota, por el contrario nuestra tecnología visualiza la imagen real del bote», valora Javier Simon, CEO de Foxtenn.

«Cuando yo jugaba, muchas veces veías que la marca de la bola no era clara y generaba dudas. Si hubiéramos contado con esa tecnología nos habríamos ahorrado muchos errores y polémicas», recalca el tenista catalán Fèlix Mantilla, exnúmero 10 mundial, que ha aportado su experiencia como tenista en la evolución de una nueva tecnología para el tenis del siglo XXI.