El Celta frustra sobre la bocina otro triunfo del Atlético

Hasta el minuto 89, la visita del Celta al Metropolitano era el partido perfecto para construir un discurso épico con el heroísmo de Luis Suárez y del Atlético para resolver con una victoria un partido en el que fue claramente inferior en el primer tiempo, en actitud y en planteamiento, pero que había remontado gracias a la genial aparición del delantero goleador, en dos jugadas aisladas. 

Pero el fútbol es caprichoso y, cuando el Celta menos lo merecía y menos lo esperaba, consiguió el empate al filo del minuto 90, un premio merecido por su despliegue que, siendo realistas, no empaña la trayectoria liguera del transatlántico camino al título liguero en el que se ha convertido el Atlético, líder con ocho puntos de ventaja sobre Real Madrid y Barça, todavía con un partido menos.

Los nuevos casos de positivos por coronavirus conocidos durante el día, de Lemar y Herrera, no solo aumentaron la lista de ausencias rojiblancos, también alteró los habituales planes de concentración y entrenamiento matinal de los de Simeone. 

Gran inicio celtiña

Consiguió incomodar desde el inicio el Celta al Atlético, y se puso por delante antes del cuarto de hora. Marcó Santi Mina de cabeza, pese a su escasa estatura, ante la pasividad de los defensores rojiblancos, en consonancia con el aturdimiento general de todo el equipo. 

El primer robo cerca del área rival y el primer ataque atlético por la banda izquierda, la de Llorente, terminó en un centro medido que Luis Suárez remató a gol para empatar en la última jugada antes del descanso. 

Simeone deshizo la línea de tres centrales para el segundo periodo y su equipo encontró el premio de consumar la remontada incluso antes de merecerlo, de nuevo a través de un gol de Luis Suárez casi tras la reanudación, el segundo del uruguayo en el segundo remate atlético, el tanto que le destaca en la tabla de goleadores con 16 dianas. 

Pese a que el Celta no le perdió la cara al partido y conservó ligeras opciones, el equipo de Coudet terminó por ceder física y mentalmente, tras los dos ganchos a la mandíbula que había recibido de Luis Suárez. Aun así, en la última jugada, un Savic lesionado habilitó el ataque de un Celta que empató cuando ya no lo esperaba con un gol de Ferreyra.