FÚTBOL

Radiografía del arbitraje femenino en el fútbol masculino

"La mujer ve que puede ser árbitra y llegar a Primera. Creo que hay un cambio social y cultural, aunque cuesta mucho", señala Zardaín, excolegiada y directora técnica en Catalunya

Anna Zardaín

Anna Zardaín / JORDI COTRINA

Roger Pascual

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El miércoles, en el Juve-Dinamo de Kiev Stephanie Frappart se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido de Champions. Tras haber dirigido la final de la Supercopa de Europa en el 2019, este año había oficiado también el Djurgarden-Europa, el Leicester City-Zorya Luhansky y el Granada-Omonia de Europa League. ¿Pero cuál es el panorama del arbitraje femenino aquí?

«Con este partido todas esas chicas que comienzan pueden ver que se puede conseguir lo que se propongan en este mundo, que es un mundo muy duro en el que necesitas mucho trabajo y sacrificio», explicaba Guadalupe Porras, tras ser designada para ejercer como asistente en el LASK y el Ludogorest de Europa League, del pasado 29 de octubre. Se convertía así en la primera española en participar en una competición internacional masculina de fútbol.

«A mí siempre me han pedido las mismas marcas que a mis compañeros y eso me ha hecho ser uno más, me ha costado lo mismo», añadía esta extremeña, de 33 años, ya había sido la primera colegiada en debutar en Primera División, en agosto del 2019 en un Mallorca-Eibar. Las pruebas físicas habían sido un obstáculo para muchas de sus compañeras, empezando por Marisa Villa, integrante de la Comisión Técnica del Comité de Árbitros de la Federación Española de Fútbol e instructora de la FIFA, que había llegado a ascender a Primera en el 2007 pero no pudo debutar al no pasar por unas décimas.

Guadalupe Porras durante su primer partido internacional masculino.

Guadalupe Porras durante su primer partido internacional masculino. / EPA

Con más de un año de experiencia como integrante habitual en el equipo arbitral del catalán Xavier Estrada Fernández, la presencia de Porras en la liga española ya es habitual. Su caso, pero, sigue siendo una excepción. Además de ella, en Segunda hay también dos árbitras asistentes, Eliana Fernández y Judit Romano. Mientras que Frappart ya ha dirigido varios partidos en la Ligue 1 francesa y Bibiana Steinhaus se retiró tras oficiar la última Supercopa alemana hacer lo propio en varios partidos de la Bundesliga, la que dirige encuentros en categoría más alta en España es Marta Huerta de Aza, en Segunda B. Desde este año tiene el nivel UEFA Élite, que la faculta para poder dirimir choques de cualquier competición. De los 17.000 federados, menos de 900 son mujeres.

En Catalunya entre los árbitros hay 1.780 hombres y 124 mujeres. Las árbitras eran el 1% en el 1993, un 1,5% el 2010, un 2% el 2012, un 5,5% en el 2018 y ahora representan un 6,5%. Pese al aumento, siguen muy lejos del voleibol o la natación donde rozan la paridad 48’5% y 43’68% y en las antípodas de la gimnasia, donde son el 86’38%.

«Cuesta mucho y que estemos en este 5-6% es señal de que nos queda camino por andar», reconocía Anna Zardaín, que cuando empezó en 1993 solo había 11 árbitras en toda Catalunya. «¿Ah, pero a las mujeres os dejan arbitrar?», le dijo un delegado en su momento, con sorpresa y sin atisbo de malicia según cuenta Zardaín. «Era un mundo totalmente de hombres, vacío de mujeres y eso me picaba. El fútbol femenino era muy minoritario, no había opción de ser profesional como jugadora así que cuando me hicieron escoger entre ser jugadora o árbitra tiré por la carrera arbitral». Ella fue la primera en pitar un partido masculino de Tercera división, en el 2011, siendo elegida mejor árbitro del año por la Federació Catalana de Fútbol esa temporada.

Anna Zardaín.

Anna Zardaín. / Anna Zardaín

 «Seguí hasta Tercera con las misma pruebas físicas y tiempos que mis compañeros, pero para promocionar en delegaciones como la nuestra o Madrid. Puedes ser una máquina y va de décimas. cuesta llegar. Llegó a un punto que yo era la madre, con 36 compitiendo con chavales de 22 y por muy bien que lo hagas cuesta rascar las décimas». Desde hace dos años es directora técnica del arbitraje femenino en Catalunya e intenta que muchas chicas se animen a ahondar la senda que ella abrió.

En noviembre del 2018, un mes antes de su nombramiento, se produjo un hecho histórico: un trío arbitral, por primera vez, estaba compuesto por tres mujeres, que pitaban un partido de fútbol entre equipos masculinos. Ainara Acevedo, con Ylenia Sánchez y Matilde Esteves como asistentes, arbitraban en Terrassa el San Cristóbal-Llagostera correspondiente a la Tercera División. Un hecho que estuvo empañado por una sarta de comentarios machistas.

De izquierda a derecha: Ylenia Sánchez, Ainara Acevedo y Matilde Estéves.

De izquierda a derecha: Ylenia Sánchez, Ainara Acevedo y Matilde Estéves. / EL PERIÓDICO

Insultos similares a los que había tenido que recibir en su día Alba Rodríguez López. «'Vete a limpiar, que para eso es para lo que sirves', y lo peor es que esto lo diga una madre”, escribía en el 2016 en una carta a EL PERIÓDICO en la que hacía la siguiente reflexión. «Cuando eres mujer árbitro en un mundo de hombres, son muchas más cosas a las que te tienes que enfrentar. Ya no solo es violencia, es machismo, es sexismo. Vulnerabilidad que te deja fuera de juego».Tras llegar a pitar en categoría juvenil, tanto masculina como femenina, Alba decidió dejar su Sant Feliu natal para marcharse hace tres de años a Inglaterra, donde intentó seguir pitando. «Intenté arbitrar allí y era difícil porque tenías que empezar desde muy abajo, lo mismo que me pasó al volver aquí así que al final desistí». Alba alaba la tarea de la federación catalana y considera que el hecho de ver a árbitras en Primera, en Champions y Europa League o en la Liga Iberdrola sirve de acicate a las jóvenes.

Referentes

«Situaciones como la de Terrassa aún nos las encontramos pero creemos que es más de falta de clase que de sexismo», relata Zardaín. La responsable del arbitraje femenino en Catalunya detecta un cambio cultural al respecto. «La mujer ve que puede ser árbitra y llegar a Primera, antes no tenía ni idea. Creo que hay un cambio cultural y social en todos los sectores de poder aunque cuesta mucho».

En este punto la Liga femenina puede jugar un papel clave, no solo para animar a muchas niñas y chicas a ser jugadoras sino también árbitras, ya que las 56 encargadas de aplicar el reglamento (24 árbitras y 32 asistentes) son mujeres.

«En el 2012 no había Liga Iberdrola ni nada», recuerda Zardaín, que aunque reconoce que actualmente es muy difícil que las colegiadas puedan vivir del arbitraje apunta que la liga femenina abre una puerta. Cree que que es muy importante la presencia de referentes y por ello desde la federación mandan a las charlas en colegios y clubes a árbitras con el fin de despertarles el gusanillo del arbitraje, como a ella le pasó en 1993, cuando decidió meterse en este mundillo.

Eso sí, espera que en el futuro deje de ser noticia que una mujer pite un partido masculino. «Poner el foco siempre en la mujer nos empieza a perjudica, tiene que dejar de ser noticia. Ahora se tiene que visibilizar la mujer de otra manera: a mi hijo, que tiene 10 años, no le llama al atención ver chicas jugando o arbitrando, las ve como una más y no la sorprende. A nuestra generación aún le sorprende ver a una mujer en Primera. Tendríamos que apagar este foco y hablar más de si te gusta o no pero no por ser mujer, normalizarlo».

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