Un Atlético ambicioso gana en Valencia

Lo intentó todo el Atlético, con tanto convencimiento puesto en su nueva propuesta de juego combinativo como antes ponía en su versión más defensiva, hasta que consiguió el premio, de cualquier manera, tras atacar como los equipos grandes, como los que se sienten exigidos cada día para pelear por La Liga.

Tras un primer tiempo regular con un sistema novedoso, el equipo rojiblanco se cansó de rondar el área rival, Simeone fue ambicioso con los cambios (no lo había sido con la alineación) y, aunque fuera con un gol en propia puerta del valencianista Lato, el Atlético ganó en Mestalla y sigue al frente de la clasificación de La Liga, a la espera de lo que consiga la Real Sociedad ante el Villarreal, aún con dos partidos pendientes. 

Con Costa y Luis Suárez de baja, Simeone dejó a João Félix en el banquillo antes de un partido fundamental en Champions el martes ante el Bayern y el resultado fue que el equipo de Simeone, salvo diez minutos iniciales de presión intensa y una buena sucesión de llegadas antes del descanso, no tuvo más peligro que una posesión aburrida y poco productiva, algún tiro lejano y pretensiones de remate en los balones parados. 

Tres centrales

El sistema con tres centrales que dispuso el Atlético no dotó al equipo de profundidad por las bandas, obtuso durante toda la primera parte. Aún así, la tendencia del partido era a favor de un Atlético voluntarioso, frente a un Valencia que parecía aguantar al límite, gracias al buen rendimiento y al compromiso colectivo.

Entró João Félix al descanso y Simeone naturalizó la disposición de su equipo, antes de quemar naves con mensajes de ambición constante que sus jugadores captaron con nitidez. 

A pesar de los intentos, más allá de la hora de partido, el ataque rojiblanco era un constante quiero y no puedo, una transición constante de un lado a otro en busca de ocasiones que llegaban a cuenta gotas, tras un laborioso esfuerzo sin recompensa. 

Casi al final, en una de tantas incursiones en campo rival, Carrasco puso un buen centro que no tuvo rematador atlético, como venía sucediendo todo el partido, y solo un rebote involuntario en Lato desbarató la apuesta por el empate de un Valencia que se fue sin premio.