LA NUEVA PERLA DEL PALAU

La eclosión de Leandro Bolmaro

Bolmaro conduce el balón, aprovechándose del bloqueo de Pustovyi, en un partido de Liga

Bolmaro conduce el balón, aprovechándose del bloqueo de Pustovyi, en un partido de Liga / periodico

Luis Mendiola

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Para los vecinos de Las Varillas, una pequeña ciudad argentina en la provincia de Córdoba, la noche del miércoles quedará como una efemérides para recordar. Leandro Bolmaro, nacido hace 20 años en esa localidad de 16.000 habitantes, fue elegido en el puesto 23 del ‘draft’ de la NBA por los Knicks y enviado en un intercambio a los Minnesota Timberwolves. La noticia fue recibida con alegría en el vestuario del Barcelona, donde Bolmaro es uno más en la plantilla que dirige Sarunas Jasikevicius. Pero ha disparado la ilusión en Argentina.

A principios de semana, antes de que la muerte de Maradona conmocionara al planeta (“es un momento muy triste, Maradona cambió el deporte argentino para siempre”, admite el jugador azulgrana), los medios de Argentina se volcaron con él.  Bolmaro ha roto el techo que el baloncesto de ese país tenía en el ‘draft’:  el  puesto 25 de Carlos Delfino en el 2003. La fiebre por el balón naranja ha vuelto con toda su fuerza, alentados por los mensajes de felicitación a Bolmaro en las redes sociales de Manu Ginóbili, su ídolo, al que seguía por televisión en los Spurs, de Chapu Nocioni, Lucas Victoriano o el exseleccionador Julio Lamas.

El destino preferido

“Estoy todavía intentado creerlo. Es una emoción muy grande, hasta se me cayeron algunas lágrimas. Es muy especial porque por años pensé que sería imposible y se dio”, explica Bolmaro sobre la sensación de felicidad que le golpea la cabeza. El base argentino siguió la ceremonia del ‘draft’ en una habitación de un hotel barcelonés, alquilada por la NBA para que pudiera conectarse en ‘streaming’, acompañado por responsables de prensa del club azulgrana y también por su novia Laia, con la que vive en Sant Just.

El hecho de que se cumpliera su objetivo y que sus derechos fueran a los Timberwolves colma además sus expectativas. Era su destino preferido porque coincidirá con su compatriota Pablo Prigioni, exjugador de Baskonia, Clippers, Knicks y Rockets, entre otros, y ahora en el cuerpo técnico de la franquicia estadoundiense. Así se lo confesó a su representante, Igor Crespo pocas horas antes del ‘draft’.

Bolmaro había tenido en los días previos una reunión con el equipo de Minnesota, a la que acudieron el propio Prigioni, el entrenador Ryan Saunders y también el presidente de la franquicia, el colombiano Gersson Rosas. “Pablo me dijo que es un hermoso lugar, que el equipo tiene mentalidad ganadora y hay un gran futuro”, explicó a los medios argentinos. “Además están Ricky Rubio y Juancho Hernangómez. Ojalá se queden y me ayuden a adaptarme mejor. Creo que es una gran franquicia para mí, que algún día podré ayudar a seguir mejorando”.

Inicios en el atletismo

Para el jugador del Barça, todo ha pasado “muy rápido”. Hace apenas cinco años aún vivía en Argentina y practicaba atletismo, deporte en el que se inició junto a su hermana y en el que llegó a destacar incluso a nivel suramericano. Muchas de sus virtudes físicas, como la elasticidad y la capacidad de salto, proceden de ese deporte, aunque fue el baloncesto el que acabó de ganarle, llevándole primero al club Almafuerte de su ciudad y en 2017 a Bahía Blanca para seguir progresando a lado del exazulgrana, Pepe Sánchez. Su proyección internacional en un campus organizado por la NBA hizo que captara la atención del Barcelona.

En el Palau, Bolmaro se ha convertido en una firme apuesta de futuro (renovó este verano hasta 2023). Con Pesic empezó a asomar la cabeza en el primer equipo. Pero es Jasikevicius quien le está dando minutos y confianza (12 minutos en ACB con 4 puntos y 1,8 asistencias de media) tanto en la posición de base como en la de escolta. Sus excelentes condiciones físicas (1,98 de estatura) y su creatividad están entre sus principales virtudes. Entre los aspectos que deberá mejorar es el lanzamiento exterior.

"En el Barça, todos me tratan muy bien. Lo valoro y estoy agradecido por la confianza que me dan"

Su capacidad de trabajo y su humildad le han hecho ganarse el respeto de todos, especialmente de Mirotic, con quien comparte agente, y que ejerce con él una función de mentor, como con el resto de los jóvenes. El día después de su elección en el ‘draft’, toda la plantilla lo recibió con una ovación en el centro de la cancha antes del entrenamiento. El joven jugador invitó a todos a una típica empanada argentina para celebrarlo al acabar.

“En el Barça todos me tratan muy bien, me integran y me aconsejan. Además con un rol más importante en el equipo, es todo mejor. Lo valoro y estoy agradecido por la confianza que me dan”, admite Bolmaro, que deberá decidir cuando acabe esta temporada si da el paso hacia la la liga estadounidense o apuesta por seguir un año más en las filas azulgranas. Esa parece la opción que más le tienta, no solo por su alta cláusula de rescisión (por encima de los 800.000 dólares), sino por acabar de formarse y por la dificultad de ganarse minutos de forma inmediata en los Wolves con jugadores como Ricky Rubio o D’Angelo Russell por delante.

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