adiós a un mito

Maradona y Barcelona: los lugares de la ciudad que frecuentaba el astro argentino

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Tampoco estuvo demasiado tiempo en Barcelona. Apenas dos años. Y casi siempre recluído en casa. Se movía Maradona por encima de la Diagonal, donde tenía instalado su domicilio. 

Aunque nada más llegar, en el verano de 1982, se instaló de forma provisional en el hotel Avenida Palace, situado en la Gran Via barcelonesa. Después, ya subió a la zona alta de la ciudad donde convirtió su hogar en un centro de encuentro de familias, amigos, conocidos...

Solía ir a una pizzería argentina, también por encima de la Diagonal, ya desaparecida. En Corrientes 348, así se llamaba el restaurante, viajaba gastronómicamente a su país del que nunca quería despedirse del todo.

De Sarrià al Camp Nou

Con Barcelona, una ciudad que le encantaba, mantuvo, sin embargo, una relación extraña. No olvidará su visita al ya demolido estadio de Sarrià cuando Gentile, el defensa de la selección italiana, le anuló con un marcaje que pasará a la historia. Ocurrió el 29 de junio de 1982.

La Argentina que debía defender el título conquistado en 1978 se marchó abatida sin poder hacerlo. Aquella derrota contra Italia (2-1) fue, sin saberlo entonces, su primer paso por un estadio barcelonés. Luego, en el Camp Nou, tampoco pudo ser quien después fue.

No solía cruzar Maradona la Diagonal, cómodo como siempre estuvo por encima de ella, recluído como solía estar en su casa de Pedralbes. La misma que le habría encantado, si hubiera podido, llevarse a Nápoles.