Los vestigios de la tradición holandesa del Barça

El amistoso Países Bajos-España de este miércoles va a propiciar algo más que el reencuentro de dos excompañeros, los entrenadores Luis Enrique y Frank de Boer, es también la confluencia de dos de las ramificaciones surgidas de las múltiples relaciones entre el Barça y el fútbol holandés que se iniciaron con Johan Cruyff, el mito que da nombre al estadio en el que se enfrentan como máximos responsables del destino inmediato de dos selecciones históricas y en la carrera para ganar la Eurocopa del próximo verano. "Lo que representa el nombre del estadio, el vestuario… He compartido muchos años en Barça con amigos holandeses, entrenadores también, con una idea futbolística muy clara de jugar buen fútbol y al ataque", dijo Luis Enrique en la previa.

Además del mes y el año de su nacimiento (mayo de 1970), Luis Enrique y Frank de Boer jugaron juntos en 122 partidos en el Barça entre 1999 y 2003, el periodo en el que el holandés estuvo en Barcelona, bajo las órdenes sobre todo de Van Gaal. “Luis y yo tuvimos una excelente relación, era uno de los capitanes y siempre mostró una mentalidad ganadora, luchadora y muy profesional”, dijo De Boer en 2014, cuando se enfrentó con el Ajax al Barça de Luis Enrique. 

Su estancia juntos en Barcelona fue el paso previo a formar parte de una corriente de técnicos que, una generación más, encarnan con sus ideas de juego los vínculos históricos entre el estilo del Barça y la tradición de la escuela holandesa.    

El útlimo portador del testigo

El último neerlandés que ha hecho el recurrente viaje a Barcelona es Frenkie de Jong, que se va a enfrentar a sus compañeros Busquets y Sergi Roberto, con Ansu Fati de baja por lesión, en una pelea futbolística por imponer la evolución de los fútbol holandés del Barça. 

En medio del la apresurada temporada de la pandemia, el amistoso de este miércoles es capital para los experimentos de los dos entrenadores, aún en camino de conformar los respectivos bloques de sus selecciones. Frank de Boer llegó al banquillo neerlandés en verano, cuando Koeman abandonó el puesto tras el aplazamiento de la Eurocopa para fichar por el Barça. 

El nuevo técnico de Países Bajos, con el que acumula dos empates en sus dos primeros partidos, ya era como jugador un exponente del juego de construcción desde atrás de la jugada con buena lectura de juego y capacidad de pase. Aunque en sus inicios fue asistente de Bert van Marwijk en la selección neerlandesa que perdió la final del Mundial 2010 ante España con un fútbol violento e infame, después se instaló entre los técnicos más prometedores en el Ajax (también en los rumores para fichar por el Barça). 

Idea de fútbol holandés

Luego llegó un batacazo en el Inter, pero ha demostrado querer implantar en sus equipos un juego de posesión con intensidad, con la intención de ser vertical a través de las combinaciones de pases cortos. Una idea de fútbol en la que se pueden rastrear coincidencias con el estilo del Barça, el fútbol clásico holandés y, también, con el trabajo de Luis Enrique en el Barça (entre 2014 y 2017, dos años después de la figura más icónica de su generación de entrenadores: Pep Guardiola) y ahora en la selección española. “Es un buen amigo con el que he compartido muchas alegrías, también alguna derrota. Tiene ya una trayectoria como entrenador que se puede analizar y tiene una idea futbolística acorde a la que impera en el fútbol holandés”, comentó Luis Enrique de Frank de Boer.

Antes de la Eurocopa, el amistoso en Ámsterdam es la última prueba que tiene el seleccionador para probar a caras nuevas, como Bellerín, Koke o Marcos Llorente, antes de las dos jornadas finales de la Liga de Naciones (el sábado en Suiza y el próximo martes en Sevilla contra Alemania). “Esto me va a servir para reafirmar ideas que tengo de cara a la Eurocopa”, declaró el técnico asturiano.