ejemplo de solidaridad

Marcus Rashford, el ariete por la comida gratuita en las escuelas

El delantero del Manchester United ha iniciado una campaña para combatir la pobreza y la desnutrición infantil que ha sacudido a la clase política británica

Rashford, en la sede de FareShare, organización benéfica que ayuda a los niños

Rashford, en la sede de FareShare, organización benéfica que ayuda a los niños / periodico

Dani Terra

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Vivimos en una era en la que cualquier acto de mínima humanidad de un futbolista es elevado a la categoría de heroicidad. El futbolista que usa el metro para asistir a los entrenamientos del equipo. El jugador que dona 50.000 euros al año a una fundación. La plantilla del equipo de Primera División que visita una vez al año un hospital de niños con cáncer, gesto de bondad que abre los telediarios de todos los canales. Bienvenidos sean estos pequeños gestos de solidaridad, pero a veces su ruido acalla proyectos solidarios que nacen desde el verdadero altruismo, alejados del postureo instagramer.

Marcus Rashford, en 2008, era un niño de 10 años que malvivía y sobrevivía como podía en un pequeño piso de Wythenshawe, una ciudad al sur de Manchester muy azotada por el vandalismo y las drogas. Su madre, Melanie Rashford, tenía que cuidar de él y de sus cuatro hermanos con el salario mínimo trabajando 14 horas al día. Hace unos meses, el propio Rashford lo explicaba en una entrevista a la BBC: "Cuando fui niño, pasé hambre. (...) Mi madre trabajó muy duro para que siempre tuviéramos algo que comer, pero a veces no era suficiente. Recuerdo que iba a un supermercado llamado Pound World, donde todo costaba menos de una libra y compraba 7 yogures. Uno para cada día de la semana."

Marcado por su infancia

Doce años después, en 2020, Marcus Rashford ha abandonado la precariedad de su niñez en Wythenshawe para instalarse en la abundancia de Old Trafford, teatro de los sueños para tantos, a tan solo unos 8 kilómetros más al norte del pisito que lo vio crecer. A sus 22 años, se ha convertido en uno de los grandes goleadores y asistentes de la Premier League. Su contribución el año pasado fue esencial para que el Manchester United pudiera clasificarse para la Champions League. Rashford se sitúa también entre los 10 mejores pagados de la Premier, con unos 11,5 millones de euros anuales, según Spotrac.

Sin embargo, estas cifras astronómicas no le nublan la memoria. Rashford recuerda que, cuando era pequeño, para poder comer, también se valió de los cupones de comida escolar gratis para familias vulnerables. Es por eso que durante el cierre de las escuelas en marzo-abril a causa de la propagación del coronavirus se asoció a la organización benéfica de distribución de alimentos FareShare. Su objetivo es el de ayudar a cubrir parte del déficit de comidas escolares gratuitas. Su implicación como persona pública ayudó a recaudar 23 millones de euros. Rashford sabía que, pese al éxito, la cantidad era insuficiente. Más aún teniendo en cuenta que el Gobierno del Reino Unido había decidido cancelar estas ayudas durante el verano. Así que decidió escribir una carta abierta a Boris Johnson para que rectificara.

La fuerza de su mensaje, su historia personal, su notoriedad pública y la presión social fueron el cóctel necesario para que el Primer Ministro cediera. Más de un millón de niños ingleses en el umbral de la pobreza tuvieron comida gratuita en verano.

Agitar conciencias

Pero la pandemia sigue y, con ella, continúan las dificultades para que las familias más desfavorecidas salgan adelante. En consecuencia, Rashford incentivó una recogida de firmas para que estas ayudas se ampliaran hasta abril de 2021.

Con 300.000 firmas conseguidas de las 100.000 necesarias, la petición se debatió la semana pasada en el Parlamento y fue rechazada con 322 votos en contra y 261 a favor. Los conservadores alegan que las ayudas para las familias con bajos ingresos son ya repartidas a través de los subsidios del sistema estado del bienestar.

Mientras tanto, Rashford, harto de batallas con intereses partidistas, se resigna pero no se da por vencido y sigue con su guerra particular. El día después de la votación acudió con su madre a un centro en Manchester de la organización benéfica con la que colabora, FareShare, para involucrarse personalmente en el reparto de alimentos. También su vida en las redes se ha agitado. Su cuenta personal de Twitter se ha convertido en un inventario, actualizado constantemente, de lugares del Reino Unido donde se reparte comida gratuita para los más necesitados.

El talentoso y millonario delantero del Manchester United es, por encima de todo, el hijo activista de Melanie Rashford. Su discurso sigue firme: "Diez años atrás, yo habría sido uno de estos niños y nunca hubierais escuchado mi voz". Pero ahora la voz de Marcus Rashford retumba con fuerza. Hay pequeños estómagos por llenar. La lucha sigue.