MARATÓN DE LONDRES

Kipchoge revienta y Kitata gana al esprint en el maratón de Londres

El etíope se impone en un apretado esprint tras una carrera marcada por la lluvia y la ausencia de Bekele

El etíope Kitata festeja su triunfo en Londres.

El etíope Kitata festeja su triunfo en Londres. / periodico

Gerardo Prieto

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Eliud Kipchoge, vigente campeón olímpico y plusmarquista mundial de maratón, no pudo adjudicarse la que hubiera sido su cuarta victoria en Londres, acabando en una discreta octava posición en una carrera marcada por la ausencia por lesión de su máximo rival, Kenenisa Bekele. El etíope Shura Kitata (2.05.41) se adjudicó la victoria en una final apretadísimo, superando al keniano Vincent Kiprop por un solo segundo.

La baja del astro etíope a última hora, la lluvia y la ausencia de público en un circuito burbujeado a su mínima expresión, transmutaron el maratón de Londres en un espectáculo desangelado, excepto por un final de carrera trepidante, en el que el gran favorito, Eliud  Kipchoge,  acabó descolgado del grupo a falta de menos de cinco kilómetros para la llegada.

Dadas las condiciones tan adversas, el único interés de la carrera se centró finalmente en saber si el keniano podía acercarse a su récord mundial. Y si alguno de sus acreditados rivales iba a ser capaz de frustrar su cuarta victoria en la capital inglesa.

Antes de la salida de los hombres (programada a las 11.15), Brigid Kosgei cruzó la meta en solitario con un registro de gran valor (2.18.58) dadas las circunstancias. La keniana demostró que por algo es la plusmarquista mundial de la distancia, aunque su ritmo fue decreciendo a lo largo de la prueba, que corrió prácticamente en solitario. Aun así, lograba una ventaja de más de tres minutos sobre la estadounidense Sara Hall (2.22.01).

Tres liebres

Tres liebres marcaron el ritmo de los hombres desde la salida. El objetivo de superar el récord universal que posee Kipchoge (2.01.39) centraba al principio todo el interés de la carrera, máxime tras la renuncia de Bekele. El keniano,  con gorra, guantes y manguitos, se distinguía del resto de corredores africanos por su camiseta y zapatillas de color blanco. Es lo que tiene ser el rey del asfalto y estar por encima de la estéril polémica sobre la bondad de sus zapatillas.

El paso por los primeros cinco kilómetros (14.48) ya dejaba ver que el récord iba a ser una misión imposible. Quedaba por saber si algún rival se atrevería a destronar en meta al absolutista monarca de maratón, que hasta ayer solo había perdido una carrera de maratón,  en Berlín 2013 y frente al sancionado Kipsang.

A mitad de recorrido (1.02.54), el ritmo del grupo de nueve corredores destacados sobre el resto y liderado por las dos liebres supervivientes,  se acercaba más a los tres minutos por kilómetro que a los 2.54, la cadencia media necesariapara lograr una nueva plusmarca.

Kipchoge rodaba cómodamente pegado a las liebres, que claudicaron a partir del kilómetro 25.  A partir de ahí, y frustrada la contrarreloj de récord, el campeón olímpico en Rio solo debía controlar a sus rivales para lograr una nueva victoria, la cuarta, en la meta instalada, como es habitual, en el Mall londinense.

A la expectativa

Kipchoge, a punto de cumplir los 36 en noviembre, solo podía perder por accidente o desfallecimiento, algo impensable, lo segundo, en un atleta cuyo control de carrera resultaba hasta ahora ejemplar. Demostrado está que nadie es infalible y menos en un deporte tan exigente.

En el kilómetro 30 cesó la lluvia, el grupo se deshizo de sus gorritas y se empezó a correr por debajo de tres minutos por kilómetro. Kipchoge se mantuvo a la expectativa hasta que comenzó a perder comba a partir del 35, el momento de la verdad,  con ocho atletas todavía agrupados, reducidos a cuatro en los dos últimos kilómetros.

El más rápido en la llegada al esprint, como en una prueba de pista, fue el etíope Kitata, quien a sus 24 años acababa de lograr el triunfo más importante de su carrera deportiva tras haber sido segundo en el maratón de Londres de 2018… que ganó Kipchoge.