ENTREVISTA CON LA FUTBOLISTA DEL MANCHESTER UNITED

Ona Batlle: "No somos ni más ni menos que nadie. Es fútbol"

La jugadora de Vilassar de Mar se muestra ambiciosa tras su desembarco en el Manchester United

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Arnau Segura

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"Recuerdo que, de pequeños, con mi hermano jugábamos a la Play con el United, y ahora estoy aquí. Es muy bestia. Es brutal poder estar en un histórico como el Manchester", arranca la veloz, habilidosa y polivalente Ona Batlle (Vilassar de Mar, Barcelona; 1999); una de las jugadoras con más presente y con más futuro del panorama estatal. Formada en las categorías inferiores del Barça e internacional con la selección, la exfutbolista del Madrid CFF y el Levante acaba de irrumpir con fuerza en la Primera división inglesa, la Football Association Women's Super League, y afronta el futuro con optimismo y con una sonrisa; feliz en el teatro de los sueños y en el Manchester United, con el que se ha comprometido por dos cursos con opción a un tercero.

-Para empezar, un empate ante el Chelsea, el vigente campeón y el equipo más laureado de la competición junto al Arsenal, y MVP de la jornada según la afición en tu debut oficial. Salí con muchas ganas, pero, a la vez, muy nerviosa. Estaba en shock. Era un partido muy importante para mí. Pero poco a poco fuimos creciendo, y acabamos logrando el gran resultado que merecimos sobre el verde. Fui titular e hice un gran partido, pero no por esto dejaré de luchar por llegar a la mejor versión de mí misma. A la más competitiva, a la más completa. Mi reto es mejorar día a día. Superarme año a año. Y seguir y seguir y seguir. Y aprender. Aprender. De todo lo que me rodea. De todo. Soy muy ambiciosa, y tengo muchísimas ganas de seguir caminando. De continuar creciendo, tanto a nivel de club como en la selección; que es una de las cosas que más felicidad me dan. No tengo techo. Y esto es lo que quiero demostrar.

"Si no eres feliz la vida no vale la pena. He aprendido a vivir el momento. A disfrutar de lo que tengo. A creer en mí y a ver el mundo con positivismo"

-Se le ve feliz. Siempre había querido salir al extranjero. Era uno de mis grandes objetivos, tanto en el plano futbolístico como en el personal. Para poder vivir en otro país, para poder vivir otra cultura, y lo que me ha dado la oportunidad de hacerlo es lo que más me gusta del mundo. Ahora mi primer objetivo es adaptarme cuanto antes al idioma, porque me gusta mucho hablar sobre sobre el césped y, a veces, me quedo pensando en cómo decir lo que quiero decir. Pero estoy súper feliz de todo lo que hecho hasta ahora y estoy muy contenta, y esta es otra de las claves: he aprendido que si no eres feliz la vida no vale la pena. A vivir el momento. A disfrutar de lo que tengo. A creer en mí y a ver el mundo con positivismo. Soy joven y me encanta perseguir y conquistar horizontes, pero sé, también, que tengo muchas cosas a mejorar. Y mantengo los pies siempre en el suelo.

-Quince años después, aquella niña que dejó el patinaje para empezar a jugar al fútbol ha llegado al Manchester United. Aún tengo vídeos de cuando hacía patinaje, y la verdad es que lo hacía bien, pero empecé a jugar al fútbol con mi hermano en el patio de mi abuela y la pelota me tiró más. Fue así como, a los 6 años, comencé a jugar en el Vilassar. Con chicos. Mis compañeros siempre me ayudaron mucho, pero recuerdo que tenía que cambiarme en otro vestuario y a veces tenía la sensación de que era diferente, de que ahí era un cuerpo extraño, de que ahí estaba fuera de sitio.

"Cuando era niña mi ídolo era Dani Alves. Es bonito, y muy, muy, importante, que ahora las más pequeñas puedan tener referentes femeninas"

-Aquella niña ni siquiera podía soñar con lo que ha ido logrando. Hoy, las niñas de Vilassar crecen sabiendo que en el United no solo juegan chicos, que las mujeres también se pueden ganar la vida con el fútbol. Cuando era niña mi ídolo era Dani Alves, y es bonito, y muy, muy, importante, que ahora las más pequeñas puedan tener referentes femeninas. Es una muestra más de que estamos evolucionando, y también tiene que ser una motivación más para las niñas. Yo también comencé en Vilassar, en casa, en el patio de mi abuela, y poco a poco, con sacrificio e ilusión, he llegado hasta aquí y estoy súper contenta de haber demostrado que se puede empezar desde cero, desde el parque. El fútbol femenino sigue creciendo poco a poco. Cada año tiene más nombre. Más fuerza. Más repercusión. Más impacto. Queda mucho, muchísimo, camino, y necesitamos la implicación de todos, empezando por los medios de comunicación, pero seguimos creciendo, y esto es lo importante. Seguir caminando hacia el ideal de dejar atrás la coletilla femenino. Nos lo merecemos. No somos ni más ni menos que nadie. Es fútbol. Es fútbol.