APUESTA POR COMPETIR

Un puesto de trabajo vale oro

La avilesina Paula Herrero se proclamó campeona de España tras renunciar a su empleo

Paula Herrero, en una prueba con la selección asturiana.

Paula Herrero, en una prueba con la selección asturiana. / periodico

MARIO D. BRAÑA / 'LA NUEVA ESPAÑA'

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Hace una semana, Paula Herrero tuvo que elegir: un campeonato de España de triatlón o su puesto de trabajo en una tienda de deportesOptó por la competición y perdió el empleo, pero volvió de Banyoles con la medalla de oro al cuello como campeona elite en la distancia olímpica. Una decisión que define muy bien a esta avilesina de 24 años que lleva mucho tiempo sacrificándose por triunfar en el deporte, tal como cuenta en este perfil 'La nueva España'. Empezó con la natación, pero hace siete años se enganchó de tal manera al triatlón que ahora el segmento del agua es casi una rémora para ella, aunque no lo suficiente para bajarla del podio.

Animada por su padre, Paula Herrero Aguirre practicó deporte desde muy pequeña. Iba para nadadora, y de las buenas porque pronto fue una asidua en los Campeonatos de España, hasta que con 16 años colapsó. "Vi que las cosas no iban bien y le dije a Nacho Díaz, mi entrenador en el Club Natación Avilés, que lo dejaba. Pero él me dijo que no, que probara a correr y andar en bici".

Aceptó el consejo y, después de dos semanas entrenando la carrera, participó en una toma de tiempos que se hizo simultáneamente con aspirantes a triatletas de toda España. "Quedé la primera", señala Herrero, que pasó más dificultades para progresar en el tercer segmento de su nuevo deporte: "La bicicleta fue lo que más me costó. Al principio era muy torpe, me caía, aunque a base de intentarlo ya la he conseguido dominar bastante bien". Aprendió tan rápido que ganó su primera competición, un duatlón popular en Asturias. "Fue un subidón", señala.

Los buenos datos de su carrera a pie llamaron la atención en el Centro de Alto Rendimiento de Pontevedra, a donde Paula se mudó con 18 años. "Empecé la temporada en Asturias, pero sabía que para progresar necesitaba estar con los mejores", señala Herrero, que se fue de casa con la idea de compaginar el deporte con la carrera de Enfermería: "El primer año en Pontevedra fue un poco caótico porque entrenaba por la mañana y por la tarde, así que descuidé un poco los estudios". Pero deportivamente fue muy provechoso: "Me enseñaron a andar bien en bici y también mejoré la técnica de carrera. Fueron los cimientos para ir subiendo por a poco".

Vuelta a casa

Al final de esa temporada decidió volver a casa porque las mejores triatletas del Centro de Alto Rendimiento de Pontevedra se marcharon a la Blume de Madrid. En Avilés, durante los dos últimos años, siguió progresando a las órdenes de Nacho Díaz, hasta que en 2019 dio un paso decisivo en su carrera: "Decidí independizarme y me fui a Madrid para integrarme en el grupo de alto rendimiento de Ricardo Clavería. Necesitaba entrenar con gente porque sola me machacaba mucho la cabeza".

Para entender su salto de calidad en el último año basta echar un vistazo a su cuerpo: "Cambié la alimentación, adelgacé y desde entonces no me cuesta mantenerme en el peso". Su escalada hacia lo más alto del podio en el Campeonato de España elite distancia olímpica se encontró con un último obstáculo que decidió saltar: "Hace dos meses empecé a trabajar en una tienda de Decathlon en Madrid. Durante el primer mes fue todo bien, pero cuando pedí un fin de semana para competir en Pontevedra ya me pusieron mala cara".

Dos semanas después, cuando solicitó permiso de viernes a domingo para ir a Banyoles, se rompió la cuerda. "Me dijeron que tres días en dos fines de semana tan próximos no los tenían ni los indefinidos y no me dieron el permiso, aunque en la política de la empresa se establece que los deportistas federados tienen derecho a días de permiso por las competiciones. Yo sabía que podía hacerlo bien en el Campeonato de España, así que firmé el finiquito".

Sus buenas sensaciones se hicieron realidad y, pese a que no estaba entre las cinco primeras favoritas, se colgó la medalla de oro: "Ahora mi peor segmento es la natación, pero en Banyoles me salió genial. En bici fui en el primer grupo, sin machacarme. Hice un buena transición y salí la tercera en la carrera a pie, que es mi fuerte. A los 500 metros adelanté a la que iba primera y pude llegar a la meta con ventaja".

Su próximo objetivo debería de ser el Europeo, pero el calendario hasta final de año está condicionado por la pandemia. Más claro tiene Paula Herrero su futuro personal: "Aunque me llamen de Decathlon, no voy a volver. Quiero aprobar unas asignaturas que me faltan para acabar la carrera y trabajar en algo relacionado con Enfermería". A más largo plazo reconoce que le gustaría estar en unos Juegos Olímpicos, "pero no me quita el sueño".