PREOCUPACIÓN POR EL EXNBA

El exjugador del Barça Samardo Samuels, detenido por agresión

El pívot jamaicano, que ya ha protagonizado varios altercados en el último mes, ha golpeado con un palo a otra persona, que ha precisado puntos de sutura en la cabeza

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Roger Pascual

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Samardo Samuels sigue protagonizando incidentes fuera de las pistas. Como ya explicó este diario, el pívot jamaicano, que había jugado en la NBA con Cleveland y en el Barça, lleva un mes en Barcelona, espacio de tiempo en el que ha tenido ya varios altercados con agentes municipales. El último se ha registrado este miércoles cuando le han detenido después de que agrediera con un palo a otra persona en la cabeza, que ha precisado puntos de sutura. La Unitat de Platges de la Guardia Urbana le ha detenido y está bajo su custodia antes de ponerlo a disposición de los Mossos d'Esquadra.

La semana pasada varios efectivos de Mossos y Guardia Urbana tuvieron que movilizarse porque Samuels, de 31 años, 2,04 y 120 kilos, circulaba con su BMW por el paseo marítimo de la Barceloneta, por donde no pueden ir coches. Iba sin pasaporte, ni carnet de identidad ni de conducir, ni seguro. El pívot, según fuentes policiales, frecuenta esta zona y el Raval, donde se ha visto envuelto en varios incidentes, le han confiscado la marihuana que estaba consumiendo y ha sido denunciado por amenazas y por daños materiales. Duerme muchas noches en su Porsche, con los cristales rotos porque dice que no tiene la llave del mismo, que tiene aparcado en un párking, desde el que explicaron a este diario que allí no ha dado problemas. Desde la Guardia Urbana se han puesto en contacto con familiares, amigos, exnovias, con el Barça y con el consulado jamaicano en Barcelona para reconducir la situación. Justo este miércoles por la mañana le habían acompañado al consulado para hacerse un pasaporte nuevo, aunque tarda ocho semanas a tramitarse. Horas después ha protagonizado un nuevo incidente.

Samuels fichó por el Barça en el 2015, avalado por dos muy buenas campañas en Milán, donde promedió 14 puntos y 6,4 rebotes en la temporada 2014-15. Sin embargo, su rendimiento en el Palau estuvo muy por debajo de esos números (6 puntos y 2,8 rebotes en Euroliga) por lo que, aunque le quedaba un año más de contrato, el conjunto azulgrana prescindió de sus servicios tras esa decepcionante primera temporada.

Indisciplinas en el Betis, Partizan, Panionios y Limoges

Un año después, en agosto del 2017, el Betis le abrió la puerta de su regreso a la Liga ACB, donde duró un mes y no disputó ni un partido oficial tras un enfrentamiento con el entrenador verdiblanco, Alejandro Martínez, que el mismo jugador publicó en Instagram. "Sé que no hablas muy bien inglés pero pregunta a tu segundo (técnico), tú lo sabías cuando decidí no jugar la segunda parte del partido de entrenamiento, aprende a hablar, no entrenas a perros”. Al quedar libre, el Partizán de Belgrado le ofreció una oportunidad en octubre de ese año pero se repitió la historia y un mes después le echaban por un post de Instagram en el que criticaba a su técnico, Miroslav Nikolic, y hacía un comentario machista sobre una periodista.

«Todas estas historias me han perjudicado y me han puesto muy difícil encontrar un contrato. Me han puesto una etiqueta -explicaba en la web francesa ‘BeBasket'-. El Sevilla y el Partizan han destrozado mi reputación y todo el trabajo que había hecho. Es injusto porque me he llevado nada de estos dos trabajos. No he recibido ni un solo céntimo de Sevilla o Partizan. Es frustrante encontrarme viendo los partidos por televisión porque estos dos clubes, que no tenían ninguna intención de construir un futuro conmigo, hayan arruinado mi reputación».

En el Limoges, pese a que su buen inicio hizo pensar que los problemas disciplinarios quedaban atrás, volvería a reincidir, siendo suspendido tras haberse enfrentado al preparador, Kyle Milling. Cortado por el cuadro francés el verano pasado, se marchó al Panionios, donde el 25 de enero amenazó con no jugar la segunda parte contra el Rethymno si no se le pagaba el dinero que se le adeudaba; un mes más tarde dejaba Grecia para firmar con el Chorale Roanne. Después de que la pandemia del coronavirus forzara en marzo la suspensión definitiva de la Liga francesa, el club decidió no renovarle el contrato. Sin equipo, hace un mes puso rumbo a Barcelona, donde fuentes policiales muestran su preocupación por su estado.