Un Barça rejuvenecido para el año de las dos Champions

El Barça de balonmano empieza a preparar desde este lunes la temporada más extraña. Bajo la bruma del coronavirus que todo lo condiciona, el equipo de Xavi Pascual encara un año inusual en el que disputará dos Champions. A la del próximo curso se añade la 'final four' del pasado, que se disputará a finales de diciembre y en la que, además de los azulgranas, participarán también el Veszprem, Kiel y PSG.

"Ojalá se puedan jugar la del año pasado y la del año que viene, pero hay muchas incógnitas, es complicado saber, no las tengo todas. No está nada demasiado claro. Los protocolos, no solo en los partidos oficiales sino también los amistosos -comenta el entrenador azulgrana-. Si el deporte ya tienen incertidumbre esto es algo que se escapa ya de eso. Será una temporada muy atípica como ya fue la otra. Pero tendremos que adaptarnos a las situaciones que produzcan en la sociedad no solo aquí, sino en el resto de Europa, empezando por el primer partido en Ucrania [frente al Motor Zaporozhye en septiembre]". 

El técnico, que afronta su duodécima temporada en el banquillo del Palau, no compartirá vestuario esta vez con Víctor Tomás, que tras 18 años en el primer equipo se tuvo que retirar en febrero por problemas cardíacos. "El tema de Víctor personalmente me hace mucho daño, por la estima que le tengo, por ser el capitán, por llevar muchos años. Sabe lo que le queremos y se nos hará raro que después de tantos años no esté", reconoce Pasqui. 

Será la primera temporada sin el capitán y la última de Raúl Entrerríos, que tenía previsto colgar las botas este verano tras los Juegos de Tokio pero alargará un año más para intentar estar en las postergada cita olímpica. El central heredará el brazalete de Víctor Tomás. "Es un orgullo y un privilegio", sentencia Entrerríos, que estará secundado en esta labor por Ludovic Fàbregas, Sorhaindo y Gonzalo Pérez de Vargas. Pasqui ensalza la valía de Entrerríos y Sorhaindo (que también encara el último baile), dos jugadores que "llevan muchos años y que, sin haber salido de las categorías inferiores, tienen ADN Barça".

Un ADN que el póker de capitanes tendrá que intentar transmitir al póker de jóvenes talentos que llegan para rejuvenecer la plantilla: el pivote Luis Frade, el extremo derecho Blaz Janc, el central Domen Makuc y el lateral izquierdo Haniel Langaro. "Forma parte del proyecto de regeneración del equipo -explica el técnico Xavi Pascual-. Domen es muy joven pero tiene capacidad para ser uno de los grandes centrales mundiales, aunque hay que tener paciencia; Blas nos dará mucha versatilidad, sobre todo con su trabajo como avanzado; Luis me recuerda mucho a Cedric, cuando llegó casi nadie le conocía y es muy joven y nos puede aportar mucho; y Haniel tiene mucha capacidad y agresividad. La temporada es muy larga y si jugamos todo lo que está previsto, hará falta todo el mundo". La Champions, con doble ración si la pandemia lo permite, será el gran reto tras cinco años sin conquistarla. "Lucharemos por eso", promete Pasqui.