FUTBOLISTAS Y POLÍTICA

El fútbol español remata con la derecha

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Juan Fernández

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La pandemia del coronavirus parece haber dejado instalada una rutina extradeportiva con resonancias políticas en el ecosistema futbolístico español. Consiste en que de vez en cuando algún jugador -en activo o retirado, pero siempre con gran capacidad de impacto mediático- se despache a gusto contra el Gobierno por la gestión de la crisis sanitaria. Los últimos en hacerlo han sido Pepe Reina, que la semana pasada afeó en la cadena Cope que España no sea “un país especialmente ejemplar en la lucha contra la pandemia”, y Luis Figo, quien recurrió a sus redes sociales para tachar al Gobierno de “mentiroso” por las dudas mostradas sobre el comité de expertos.

Ambos jugadores generaron numerosos comentarios en las semanas del confinamiento por las críticas que lanzaron contra el ejecutivo de Pedro Sánchez, del que Reina llegó a decir que estaba “haciendo el ridículo”, o las alabanzas que dedicaron a los postulados más ultraderechistas. No fueron los únicos. Otras figuras, como Roberto Soldado, reconocido simpatizante de Vox, dijo en su perfil de Twitter a cuento de un mensaje del PSOE: “Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados”. O Álvaro Negredo, futbolista de confesa ideología conservadora, quien en una entrevista tildó al Gobierno de “poco serio” por haber “colado mascarillas 'fake'”. 

Por su parte, Iván Campo calificó al presidente de “mentiroso compulsivo” y el exdefensa del Atlético de Madrid Álvaro Domínguez llegó a pedir “medidas” contra el líder del PSOE y Pablo Iglesias. Desde su cuenta de Instagram, el también ex jugador rojiblanco José Antonio García Calvo espetó al líder de Podemos al principio del confinamiento: “Eres escoria, Pablito. Puto demagogo y embustero. Besa la bandera y no te limpies con ella, pedazo de mierda”.

La crisis del coronavirus parece haber hecho aflorar un sesgo conservador, o directamente ultraderechista, en el mundillo futbolístico español. Sin embargo, el periodista Josep Martí cree que esos mensajes aportan una foto distorsionada del sentir político de los vestuarios. “Los que hablan son una minoría, pero hacen mucho ruido”, destaca. En su opinión, esta efervescencia declarativa está ligada a la agenda de la vida pública. “La política española se ha polarizado y esto ha sacado del armario a muchos ciudadanos enfadados, entre ellos algunos futbolistas, que ahora se sienten obligados a expresarlo. Lo que ocurre ahora con la ultraderecha sucedió antes en Catalunya con el 'procés'”, sostiene el autor del libro ‘Eres de derechas y no lo sabes’.

Lo cierto es que la lista de estrellas y mandatarios del fútbol español que en los últimos tiempos han expresado simpatías por ideas o formaciones conservadoras gana por goleada a la del signo contrario. A los que han hablado ahora, se suman los que en pasado hicieron declaraciones de similar orientación. Como Salva Ballesta, que nunca ha ocultado su identificación con la ultraderecha, Dani Carvajal, que hace dos años protagonizó una polémica en las redes sociales por su defensa del acto celebrado en la plaza de Colón de Madrid contra el gobierno socialista, o el propio presidente de La Liga, Javier Tebas, que ha reconocido públicamente que vota a Vox.

Encontrar futbolistas de izquierdas es posible, aunque hay que escarbar, porque o bien se prodigan menos, o bien son más discretos en sus declaraciones públicas. Probablemente, el jugador en activo que más abiertamente apoya los postulados progresistas es el central del Athletic Mikel San José, habitual defensor de causas sociales y por la igualdad de género que llegó a enfrentarse en Twitter con Cayetana Álvarez de Toledo a cuento del feminismo. Para dar con más jugadores que se declaren “de izquierdas” hay que viajar a los vestuarios del Rayo –su lateral izquierdo Antonio Luna suele implicarse en campañas de perfil social-, o del Betis, cuyo delantero, Borja Iglesias, se ha implicado a menudo en movilizaciones de corte similar.

En 2014, en el libro ‘Futbolistas de izquierdas’, el locutor Quique Peinado relató la historia de varios jugadores que en el pasado mostraron un marcado perfil progresista. El autor reconoce que hoy le costaría escribir un libro igual con estrellas en activo. “No porque no las haya, porque me consta que las hay, pero se manifiestan menos. Por el trabajo que tienen y el entorno en el que se mueven, declararse de izquierdas les penaliza. Hoy es mucho más fácil ser de derechas si te dedicas al fútbol de élite”, analiza el periodista. En su opinión, hay una motivación económica bajo ese sesgo político: “Cuando eres millonario, es habitual que te vuelvas conservador”, afirma. 

Tridente con Bolsonaro

No se trata de una rareza española. En Brasil, ilustres figuras del balón, como Ronaldinho, Rivaldo o Cafú, apoyaron a Jair Bolsonaro en las últimas elecciones. “Ya no hay jugadores como Sócrates, que supo enfrentarse a la dictadura brasileña con un discurso bien armado. Los futbolistas que hoy hablan de política, solo acuden a lugares comunes. El nivel cultural del fútbol mundial es ínfimo”, compara Miguel Fernández Ubiría, autor del libro ‘Fútbol y anarquismo’, donde analiza el origen popular de varios equipos. Según su punto de vista, los tics ideológicos que muestran los jugadores de hoy coinciden con los tiempos que corren. “Son un reflejo más de la sociedad capitalista en la que vivimos”, afirma.

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