Atlético-Alavés (2-1)

Triunfo a la antigua usanza del Atlético ante el Alavés

El equipo de Simeone sacó adelante un partido espeso y sin ocasiones con un gol de cabeza y otro de penalti

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Alejandro García

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Como en las épocas de más eficiencia del Atlético de Simeone, el cada vez más consolidado tercero de la Liga sacó adelante un partido denso y tedioso ante el Alavés, sin ocasiones claras de gol, con un gol de cabeza de Saúl tras un centro lateral y un penalti que se produjo fuera del campo. La meritoria actuación en defensa del Alavés duró casi una hora, hasta que se abrió una vía de agua y se inundó el barco de los de Garitano, que no consiguieron recortar distancias hasta el descuento con otro penalti que tampoco era.

En los primeros minutos, el Atlético consiguió remates en sendas jugadas de estrategia, en la mayor parte de los minutos con la posesión de balón ante un Alavés con un férreo y numeroso sistema defensivo diseñado para correr al contragolpe como una gacela huyendo de un cazador felino.  

Llegadas frustradas

De nuevo fue Joao Félix el que puso la luz en los ataques estáticos rojiblancos, pero las intervenciones en el juego del portigués fueron a menos en medio de intentos frustrados de crear peligro pese al entusiasmo ofensivo del equipo frente al despliegue de un Alavés cómodo en el partido, con buenas y veloces transiciones ofensivas. 

Después del tiempo muerto de la media hora, la clarividencia de los de Simeone se diluyó entre la intensa presión, en campo propio, de los vascos. Cada llegada del Atlético hasta el descanso terminó en un balón despejado, un tiro taponado o un pase interceptado, sin complicaciones para Pacheco. 

En el segundo tiempo no disminuyó el sopor de un partido que serviría para dormir a los niños revoltosos. Pese a los nueve cambios que presentó Garitano en el Alavés, que ha perdido tres partidos desde la reanudación del campeonato, el trabajo defensivo de los vascos redujo al mínimo la incidencia ofensiva del juego atlético. 

Cambios decisivos

Con el partido estancado, antes de la hora de partido, Simeone tiró de los primeros cambios para cambiar la dinámica. Entraron Diego Costa y el antiguo mediocentro Marcos Llorente, ahora reconvertido en hombre clave del ataque que forzó una falta con un desborde en banda de la que vino el primer gol del partido. Las llegadas más peligrosas de los de Simeone habían sido a través del balón parado y, tras el centro de Trippier en el saque, Saúl Ñíguez remató con potencia a gol. 

Con el marcador en contra fue Garitano el que cambió la disposición defensiva inicial de su equipo con sus primeras sustituciones. No le salió tan bien como a Simeone y Burke remató fuera un claro cabezazo.

El despliegue de Llorente desde la banda derecha no paró y, mientras el Alavés seguía soñando con puntuar, desbordó con una facilidad insultante a Ely, recorrió todo el área por la línea de fondo y, camino a la portería, fue arrollado casi fuera del campo pero el árbitro pitó penalti. Diego Costa convirtió el gol y el partido quedó sentenciado.

Ya en el descuento, una falta al borde del área del Alavés terminó en penalti por mano de Koke, con amarilla que acarrea sanción para visitar al Barça, después de que el balón tocara en su cara antes de en su mano deslizante por el suelo. Joselu recortó distancias demasiado tarde para un Alavés peleón.

Ficha del partido:

ATLÉTICO DE MADRID    2