Hoy es 27 de junio, hoy empieza el Tour

Hoy es 27 de junio y los aviones del escuadrón del Ejército francés dibujan la bandera tricolor sobre los cielos de Niza. Suena 'La Marsellesa' y Egan Bernal, con el jersey amarillo, un honor para el ganador del 2019, se dispone a cortar la cinta en la salida, junto a Christian Prudhomme, director del Tour, las autoridades locales y rodeado de algunas de las figuras de la carrera como Julian Alaphilippe, la gran esperanza local para volver a ganar en París, algo que no ocurre desde 1985; Alejandro Valverde, que llega a la ronda francesa tras una primavera de escándalo, triunfo en la Volta, con 100 ediciones, la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja (tiembla Eddy Merckx), Chris Froome, que no se rinde en su empeño por triunfar por quinta vez y subir a lo más alto del podio de los Campos Elíseos, y Primoz Roglic, que se apuntó al Giro a última hora y fue líder desde la contrarreloj inicial de Budapest.

Hoy es 27 de junio del 2020. Hoy la ciudad de Niza, como la de Barcelona, París o Madrid, y tantos otros lugares, se ha levantado con sus vecinos preocupados en que no haya un rebrote, con centenares de personas paseando por las calles sin olvidar la mascarilla y sabiendo los aficionados al ciclismo, que son muchos, que hasta el 29 de agosto, si no da otro susto el Covid 19, las bicis no empezarán a recorrer las carreteras de Francia en un Tour a la vez atípico, extraño, pero también cargado de esperanza como símbolo de un deporte donde la presencia del público es imprescindible -es imposible hacer una carrera ciclista a puerta cerrada- y con la evidencia de que si no pasa nada es porque la situación sanitaria al final del verano estará mucho mejor que ahora.

El primer ataque, de De la Cruz

David de la Cruz, ciclista de Sabadell, ahora afincado en Andorra, miembro del peligroso equipo de los Emiratos, donde está Tagej Pogacar, un chaval que se dispone a dar la gran sorpresa y llegar de amarillo a París, ha sido el primero que ha roto la paz del pelotón. Son poco más de 150 kilómetros en este bello paseo ciclista por las pequeñas cumbres provenzales. Las playas están llenas de veraneantes, por algo Niza es la capital de la Costa Azul, que se acercan con sus bañadores y la toalla a cuestas para ver de cerca el paso del pelotón. Los que han acudido a la salida, como siempre, se han podido hacer 'selfies', han pedido autógrafos y hasta alguno se ha ganado el beso de alguna figura, como Peter Sagan, que el viernes estuvo visitando los museos de Niza, y que ido repartiendo besos entre los miembros de su peña que han viajado, nada menos, desde Bratislava, la capital de su pequeña Eslovaquia.

Hoy es 27 de junio del 2020. Prudhomme ha querido mantener un contacto con los seguidores franceses a través de las redes sociales del Tour. Hoy empieza una campaña solidaria de la ronda francesa para recuperar y repartir bicicletas, para impulsar su uso y, también, para que los niños y niñas de Sudáfrica puedan ir a las escuelas, alejadas de sus aldeas, pedaleando para, quizás, alguno de ellos, llegue un día montado sobre el sillín a la ruta de la Grande Boucle. Hoy es 27 de junio y los ciclistas están entrenando, como un día normal, sabiendo que hasta finales de julio no se pone en marcha la llamada 'serpiente multicolor'. Los equipos ya han repartido a las estrellas en una temporada exprés que enlazará el Tour con el Mundial, el campeonato del Mundo con el Giro y la ronda italiana con la Vuelta, con las clásicas, lo nunca visto, intercaladas entre las grandes citas francesa, italiana y española. El Movistar, por ejemplo, acude al Tour y a la Vuelta con Valverde y Enric Mas, mientras que ha otorgado a Marc Soler la jefatura para el Giro.

Victoria de Sagan

Van pasando los kilómetros y hay miedo en el pelotón por realizar un ataque. Falta un mundo para los Campos Elíseos, para que se termine el verano "cuando llegan las bicis a París", tal como decía Salvador Dalí. Ya quedan poco menos de 15 kilómetros para la meta de Niza y apenas hay 40 corredores en un pelotón, donde no falta ninguno de los aspirantes. Ya se ve la ciudad. Ya se escucha el estruendo de la meta, no cabe nadie, todos juntos, como siempre ha ocurrido, gritos, abrazos y en un abrir y cerrar de ojos Sagan ha demostrado que es el más fuerte; primera victoria y primer día con el jersey verde, su gran objetivo para París, a cuestas. Pero tendrá que esperar todavía un poco para lucirlo porque este domingo, de nuevo y otra vez alrededor de Niza, tendrá el honor de lucir el 'maillot' amarillo que Bernal, el gran favorito, le cederá gustósamente.

La realidad de septiembre

Hoy es 27 de junio del 2020. El Tour plantea al menos tres escenarios para afrontar entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre la carretera. Quiere, en todos los casos, espectadores en las cunetas y periodistas siguiendo la carrera. Pero todos saben que la mascarilla sera imprescindible, que tomarán la temperatura corporal día sí y día también (mejor quedarse en el hotel si aparece un dolor de muelas), que nadie podrá tocar a los ciclistas, ni pedirles autógrafos, que las entrevistas deberán realizarse a un metro de distancia y que para subir al último puerto, si no se está acreditado, habrá que hacerlo a pie, en bici o en los buses que pondrá la organización local. El seguidor deberá aparcar el coche al pie de la montaña. Será diferente. Pero habrá Tour porque tal como repiten los franceses "el Tour es el Tour" y, coronavirus mediante, guerras mundiales y hasta un oscuro y sucio dopaje no han podido con él.