Mike Tyson rodea de misterio su regreso a los cuadriláteros

El misterio sobre el retorno de Mike Tyson al cuadrilátero se desvelará esta semana. No tendrá la pelea carácter oficial. Ni tendrá voluntad codiciosa. Por caridad, dice que lo hará. Para los más necesitados. Corre que ha recibido una oferta de 20 millones de dólares. Corre que la ha rechazado porque quiere más. Pero, insiste, la bolsa no será para él. 

Con la calva reluciente, la barba gris y el habla ceceante de siempre, Tyson se ha manifestado últimamente sobre este retorno que inicialmente se había asociado a Evander Holyfield, su rival por excelencia. Cómo olvidar el combate del mordisco a la oreja de 1997 en Las Vegas. Pero Tyson descartó el lunes ese cara a cara tan estimulante.

"Escucha, tenemos tantos tipos que quieren hacer esto... Estamos con llamadas, negociando con gente. No vas a creer los nombres cuando se den a conocer. En algún momento de esta semana tendremos el contrato terminado", subrayó Tyson en un programa de radio. 

Un superviviente

De Iron Mike y su retorno se habla desde que emergieran unos vídeos de él entrenando y golpeando fuerte, moviendo las manos rápido, resoplando como un búfalo en plena embestida. Tiene 53 años, pero se siente en buena forma. Mejor que eso. "Estoy en la mejor forma de mi vida. Dios ha sido misericordioso conmigo". Su peso, dice, está en los 104 quilos.

Tyson es un superviviente de un sinfín de adicciones acompañadas de un despilfarro indecente. Se ve en plena redención.  "Voy a tomar este dinero y ayudar a personas sin hogar, y vamos a ayudar a estos hermanos adictos. Porque yo he estado sin hogar y he sido adicto, así que conozco la lucha. No mucha gente ha sobrevivido como yo".

No se las verá con Holyfield pese  a que este, con 57 años, también entrena duro y busca pelea. Literalmente. Pero quiere que sea Tyson quien pida el combate. "Si lo hago yo es casi como ir de matón, es alguien a quien he tumbado dos veces", comentó con evidentes ganas de zarandear el orgullito del prójimo.  

No obstante, los indicios apuntan a que Tyson participará en una especie de cruce entre boxeo y artes marciales mixtas, el llamado Ultimate Fighting tan popular en EEUU. A Tyson se le ha visto la pasada semana como invitado, vestido de calle, en un par de veladas de esta lucha libre. La respuesta parece inminente.