NUEVAS REVELACIONES

Armstrong: "Todo se ha tratado de una gran mentira que repetí muchas veces"

El excliclista norteamericano, que fue desposeído de sus siete Tours, confiesa en un documental de la ESPN que se empezó a dopar "cuando tenía 21 años"

Armstrong, durante el Tour de Francia 2004.

Armstrong, durante el Tour de Francia 2004. / periodico

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"Empecé a doparme cuando tenía 21 años. Siempre supe lo que me ponía". Lance Armstrong ha confesado en un documental emitido por la cadena ESPN, la misma que ha lanzado 'The Last Dance' de <strong>Michael Jordan</strong>, que recurrió al dopaje desde muy joven. Llegó a ganar siete Tours, pero fue desposeído a pesar de que estuvo varios años negando que tomara alguna sustancia prohibida. "Todo se ha tratado de una gran mentira que repetí muchas veces", ha confesado el exciclista.

 "Alguien que se dopa no es honesto. La única forma de drogarse y ser honesto es que nadie te pregunte y eso no es realista. En el momento en el que alguien te pregunta, mientes. Será sólo una mentira porque has respondido una vez. No es mi caso. Yo tendré 10.000 mentiras porque respondí a eso 10.000 veces", ha recordado Armstrong , quien a sus 48 años, admite en el documental "Lance" que siempre habrá personas que lo rechacen por todo lo que sucedió. Y así se lo cuenta a la periodista Marina Zenovich, que le hizo ocho entrevistas desde marzo del 2018 al agosto del 2019.

El rencor con Landis

A lo largo del documental, Armstrong insiste en que no cambiaría nada y se mantuvo desafiante en ciertos temas, guardando claramente alguno rencores, como uno contra su compatriota Floyd Landis, su antiguo compañero de equipo convertido en denunciante.

Landis presentó la demanda contra Armstrong, quien finalmente llegó a un acuerdo con el gobierno federal por cinco millones de dólares en lugar de los 100 millones que buscaba por daños. "Cuando mi vida dio el giro que me tomó, me dije a mí mismo, donde quiera que vaya por el resto de mi vida, alguien se me acercará y me insultará", comentó Armstrong.

"Así que pasaron un par de días y nadie dijo ese insulto que nadie quiere escuchar. Luego pasaron los meses; hasta que después de cinco años volvió a suceder", ha dicho el exciclista norteamericano, recordando una escena que le tocó vivir. Es más, destacó que durante ese tiempo había conseguido saber cuándo alguien quería insultarlo, pero nadie lo hacía.

Tensión en el bar

"Hasta que un grupo de varios hombres, que estaban en un bar me vieron", ha dicho Armstrong, recordando que comenzaron a insultarle y a decirle que era "el rey de los tramposos". Fue un momento lleno de tensión. "La persona que me acompañaba, con buen criterio, me aconsejó que me subiese de nuevo en el coche y me alejase de la zona cuando ya estaba listo para llegar al grupo y golpear al primero que me insultó. Lo que, obviamente, habría sido una mala idea", explicó Armstrong.

Una vez abandonó el lugar, el exciclista norteamericano explicó que ese incidente no podía quedarse sin aclarar y se le ocurrió una idea. Llamó al bar, le dio su número de tarjeta de crédito y pagó todo lo que hubiese consumido el grupo que lo insultó.  "Mi única condición fue les dijese que Lance se encargó de todo y les envía su cariño, aunque sé que algunos me van a rechazar siempre".