SUEÑOS POSTERGADOS

Carolina Marín y Javier Gómez Noya siguen pensando en los Juegos de Tokio

Carolina Marín, la campeona de badminton, posa en una pista.

Carolina Marín, la campeona de badminton, posa en una pista. / periodico

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Hace tiempo que se han despertado del sueño olímpico de Tokio. La pandemia del coronavirus ha aplazado un año los Juegos Olímpicos, la gran cita deportiva del 2020. Los planes se han truncado; cuando menos, se han aplazado. Deportistas de dos disciplinas muy distintas, Carolina Marín y Javier Gómez Noya no dejan de lado el gran objetivo de su carrera y se prepararán para el 2021.

La campeona de badminton encuentra hasta cierto punto positivo el aplazamiento para disponer de más tiempo para prepararse. "Ha sido un alivio porque nosotros no entrenábamos cuando en otros países lo hacían, lo que era una desventaja”, afirma Marín.

Sin tacto con la raqueta

La inactividad ha sido casi total. En una charla organizada por el Banco Santander, de la que es embajadora, la deportista onubense admitió que no ha cogido ni la raqueta ni el volante durante el parón provocado por la pandemia. "Ni desde que tenía ocho años me había pasado dos meses sin tocarla. Como máximo, sólo tres semanas", confesó, admitiendo, a la vez, que ha perdido "mucho tacto" y desconoce cuando volverá a sentirse al cien por cien.

Eso solo pasa por reanudar los entrenamientos en el Car de Madrid. Marín ha vivido el confinamiento en Huelva por razones familiares, pero está empadronada en Madrid, y aguarda a que el Consejo Superior de Deportes (CSD) le haga un salvaconducto para desplazarse. “Han sido meses muy duros, los más duros de toda mi vida, en los que he vivido muchas emociones fuertes que ni un partido de badminton me los puede dar".

El rodillo y la piscina infantil

El coronavirus ha cambiado "radicalmente" los planes de Javier Gómez Noya y no solo por el aplazamiento de los Juegos, sino también de otras competiciones. "He tenido que modificar todos mis entrenamientos", ha comentado en el encuentro deportivo en la página oficial del banco. La suspensión de los juegos "no nos beneficia demasiado a los que ya tenemos una edad", pero el triatleta espera seguir siendo "competicivo": "Si me sentía capaz con 37 años también lo estaré con 38.

Gómez Noya ha mantenido la actividad pedaleando en el rodillo -"cuando salí en bicicleta me sentí raro, como si me fuera a caer" pero para nadar lo ha tenido más difícil. Ha utilizado una piscina de plástico infantil.

"Ha sido surrealista, pero ha sido efectivo", afirmó. "Atado por los pies por un goma, al menos conseguía hacer la brazada”.