PARÓN EN LA LIGA

¿Concentraciones? No, gracias

Los futbolistas encajan con recelo los planes de La Liga para terminar de forma precipitada la temporada y aislarse en grupo en un hotel o una ciudad deportiva

53141991 60

53141991 60 / periodico

Alejandro García / Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En medio de los cabreos provocados por la decisión sin precedentes que impulsó la Federación de Luis Rubiales para solucionar una hipotética cancelación de la temporada, La Liga considera que esas competencias están por determinar y ayer, aún con la intención intacta de terminar la competición antes del 31 de julio, va a enviar a los clubs un protocolo sobre cómo volver a los entrenamientos. El siguiente paso será la vuelta a la competición, será lo antes posible y La Liga quiere que sea casi de cualquier manera, a lo que ya han reaccionado los jugadores, desde la AFE y la negativa de pesos pesados como Sergio Busquets.

Tanto los capitanes de los grandes equipos como David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), parecen opuestos al nuevo y reciente protocolo aprobado por la Liga de Fútbol Profesional en el que se sugiere que, durante el momento clave de la mini pretemporada que se tendrá que hacer antes de reemprender la competición, las plantillas estén concentradas en algún hotel o ciudad deportiva.

En la enésima batalla entre Liga y Federación, a Tebas le ampara que la prioridad marcada desde la UEFA sigue siendo que las ligas nacionales se terminen, de ahí el aplazamiento de la Eurocopa hasta el verano de 2021. 

La apertura de las actividades no esenciales, así como la tendencia del Gobierno a abrir cada vez más la mano con las restricciones a la población, son los argumentos a los que se agarran en La Liga para impulsar el retorno de la competición lo antes posible, aunque sea en circunstancias excepcionales: «Si hay que jugar cada 72 horas, cuantos más jugadores de nivel tengas, mejor, eso adultera la competición, porque habría equipos que estaríamos con la mitad de la plantilla», dijo ayer Óscar García Junyent, entrenador del Celta, en rueda de prensa telemática. 

Calendario marcado

Las medidas gubernamentales irán marcando el ritmo de las fechas de regreso, pero la patronal del fútbol español parece tener ya un calendario marcado, sin tener en cuenta la opinión del Gobierno español, del ministerio de Sanidad, del Consejo Superior de Deportes (CSD) o de la Organización Mundial de la Salud sobre cuáles han de ser los pasos a dar para volver a la actividad deportiva. «Pensar en jugar a medio plazo me parece una locura cuando no podemos salir ni a la calle. Lo veo casi imposible», dijo el mallorquinista Salva Sevilla esta semana en la Cadena SER.

Y ese calendario, al parecer, arranca con una primera semana, tal vez del 1 al 4 de mayo, en la que los futbolistas, como pretendía hacer la Real Sociedad ya la pasada semana, se entrenen individualmente y por relevos en las instalaciones del clubs y se vayan a duchar a sus casas. La segunda semana, o el segundo paso, sería entrenarse en grupos de seis y ocho jugadores y, finalmente, se abordaría la unión plena la semana previa al regreso de la competición, ya todos juntos, que es el momento en el que la Liga recomienda que se haga en plan concentración en un hotel o en las propias instalaciones del club. 

Test a los equipos

En ese proceso, el protocolo también contempla que se hagan pruebas de coronavirus, como mínimo tres, a todos los jugadores desde que se reanuden los entrenamientos, aunque su uso tendrá que ser aprobado antes por el ministerio de Sanidad.

Lo cierto es que cada club tenía ya preparado su protocolo y su manera de regresar a la actividad. El Valencia hace ya muchas semanas que lo tiene todo organizado, como el Villarreal. El propio Betis ya pactó con su plantilla que volverían a la actividad de seis en seis. Quien no lo tiene muy claro es el Espanyol, víctima de multitud de casos de coronavirus. Los hay, como el Real Madrid o el Barça, que están debatiendo hacer esa semana final de staff concentrados en sus lujosas y completisimas ciudades deportivas.

Mientras, los jugadores insisten en seguir en sus casas y trasladarse a las instalaciones del club a entrenar, pese a que el debate ha empezado a plantearse en estos momentos (posiblemente fue uno de los temas de debate de la videoconferencia de Josep María Bartomeu con los capitanes Messi, Piqué, Busquets y Sergi Roberto) y, tal vez, acabe decantándose del lado de los futbolistas, los que más poder tienen y los que pueden levantar el ánimo del aficionado. 

VOLVER A COMPETIR

La segunda parte del protocolo será sobre cómo volver a la competición. Con más dudas que certezas, el plan de La Liga está regido por la necesidad de jugar y las prisas a las que obliga la aglomeración de los compromisos económicos. Al igual que con los entrenamientos, la forma de regresar a la competición tampoco será tradicional y, ante la opción de una concentración prolongada de los equipos para jugar en formato rápido las 11 jornadas que restan de campeonato, como si fuera un sondeo encubierto, La Liga ha cosechado las quejas del gremio de futbolistas. 

Sergio Busquets, uno de los líderes de la guerra, reconoció en el magno programa de la COPE-Onda Cero del pasado miércoles que, aunque se empiece con la actividad, la vuelta a la normalidad será un reto más ambicioso: «Podemos entrenar de uno en uno, yendo a casa a ducharse, pero luego va a ser difícil a la hora de juntarse todos, de hacer viajes, de competir…», dijo. 

«Lo veo una exageración, no creo que se pueda hacer», concretó sobre la posibilidad de una concentración de varias semanas con los jugadores aislados. Su entrenador, Quique Setién, tampoco dejó lugar a las dudas: «He leído el protocolo y no sé si eso se puede llevar a cabo, me parece un sin vivir. No estoy muy convencido de que podamos volver a entrenar», dijo el técnico del Barça en RAC1.