CAMPEONA DE ESPAÑA

Jennifer Miranda: "El 99% del boxeo es la mente"

Tras posponerse los Juegos de Tokio por coronavirus, la púgil española sigue entrenando en casa y ofreciendo clases virtuales

Jennifer Miranda, la campeona gaditana de boxeo

Jennifer Miranda, la campeona gaditana de boxeo / periodico

Silvia Alberich

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Tenía varios combates previstos, entre ellos ir a los segundos clasificatorios para los Juegos de Tokio. Jennifer Miranda Maqueda (Cádiz, 1986) iba a participar en su primera cita olímpica, un sueño que tendrá que esperar. Superado el 'shock' inicial, toca asumirlo, y Miranda ya lo ha hecho. "Los deportistas estamos acostumbrados a las malas noticias, ya sea por una lesión o por haber perdido un combate, pero también cambiamos el chip rápido", asegura.

Esa fortaleza y positivismo la han ayudado a superar muchos obstáculos a lo largo de su vida, desde que decidió dedicarse al boxeo, "por casualidad", como ella misma confiesa. De esto hace más de una década. Miranda apenas había pegado algunos golpes y patadas y jamás se había subido a un ring cuando decidió presentarse al Campeonato de España de boxeo. En ese momento, era la única opción que tenía para acceder a la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, ya que se había quedado a unas décimas de la nota para entrar. Si ganaba el campeonato, podría acceder a la carrera como deportista de alto rendimiento. Aunque el tiempo se le echaba encima, decidió invertirlo en entrenar sin descanso durante un mes para lograr su objetivo. Lo consiguió.  

Licenciada en Educación Física

A esta victoria le siguieron muchas más. En total, la púgil se coronó 9 veces consecutivas campeona olímpica de España de boxeo y dos veces de boxeo profesional. Todo un hito al que le acompaña una amplia formación: además de la citada licenciatura, tiene Magisterio de Educación Física. "Me encanta aprender cosas nuevas y siempre estoy estudiando", confiesa la gaditana, que también se ha formado en coaching. Hizo un Máster en Coaching y liderazgo deportivo en un momento en el que no supo gestionar sus victorias, se vio desbordada por la presión y empezó a perder asaltos y campeonatos. "El coaching me sirvió para darme cuenta del poder de la mente, que hay que trabajar como el cuerpo. El 99% del boxeo es la mente", asegura, convencida. Esa experiencia le hizo ganar en seguridad, tener una actitud positiva y dar otro enfoque a su vida.

Aun así, no todo ha sido un camino de rosas para Miranda, hija de un nadador olímpico portorriqueño y una madre deportista. No lo tuvo fácil al principio, en un mundo mayoritariamente masculino. Miranda era la única chica en el gimnasio de boxeo al que iba. Los entrenadores no la tenían muy en cuenta y no se imaginaban que quisiera competir. Aun así, ella persistía en su empeño por boxear, un deporte que le ha aportado "disciplina, seguridad, compañerismo, respeto, mejorar mi autoestima e incluso reírme de mí misma". 

A por un título internacional

Uno de los episodios más traumáticos de su vida ocurrió cuando se rompió el ligamento cruzado. Fue en el 2016, poco antes de los Juegos de Rio, en los que iba a participar. Esa lesión la dejó, literalmente, fuera de combate y estuvo a punto de tirar la toalla definitivamente. "He querido abandonar muchas veces, porque es muy duro, pero, al final, siempre encuentro un motivo por el que seguir", asegura Miranda, quien tras operarse, la deportista aparcó el boxeo olímpico y decidió centrarse en el profesional, que ahora mismo practica. Lo hace desde el salón de su casa, "reconvertido en un pequeño gimnasio". Desde allí, junto con su entrenador y pareja, ofrecen clases virtuales de entrenamientos en directo para todos los miembros de la cadena de gimnasios que regentan, The Boxer Club.

Miranda sigue al pie del cañón y no descarta ir a Tokio el año que viene, "sin presión". Su reto ahora es conseguir un título Internacional en boxeo profesional, una meta para la que ya va entrenando desde su hogar, del que ahora puede disfrutar y hacer cosas que le gustan, como leer, cocinar y ver series de televisión. "Cuando todo esto pase, valoraremos más el abrazo y hablar con la gente mirando a los ojos, algo que agradezco", confiesa la boxeadora.