salto solidario

Britanni Coury, del snowboard a la enfermería contra el coronavirus

La norteamericana, campeona paralímpica, abandona la tabla para incorporarse a un hospital de Utah

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David Ramiro (Efe)

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"El snowboard es lo que me inspiró a querer ser enfermera y la enfermería es lo que me permite hacer snowboard". Esa frase resume la vida de la estadounidense Brittani Coury, que ha decidido dejar de lado el deporte para ayudar a "salvar vidas" en el hospital de Utah en plena pandemia global de coronavirus.

Coury (Nuevo México, Estados Unidos; 1986) comenzó a practicar snowboard en 1999. Cuatro años después, en diciembre de 2003, se cayó y se rompió el tobillo derecho, del que se sometió a una cirugía para extraer espolones óseos en 2006 que no salió bien y que la llevó a pasar varias veces más por el quirófano hasta que no la quedó más remedio que decidir que la amputasen la pierna por debajo de la rodilla en 2011.

Enfermera de profesión, en los últimos tiempos se dedica al snowboard. Ganó una medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de PyeongChang (Corea del Sur) en 2018 y cuando comenzó la pandemia global de coronavirus se encontraba en Noruega compitiendo en la Copa del Mundo.

De regreso a Estados Unidos ha colgado el traje de competición y se ha puesto la bata de enfermera. El objetivo, ayudar a "salvar vidas".

"Me encanta ser enfermera"

"Me encanta ser enfermera, es mi otra pasión y en momentos como este, si tienes un título, especialmente en atención médica, tienes que ponerlo en práctica, salir de casa y ayudar. No creo que pudiera vivir con mi conciencia si me quedara en casa sin hacer nada", confiesa.

Si no fuera por la pandemia que afecta a todo el mundo, Coury estaría compitiendo y entrenando con sus compañeros del equipo de Utah hasta el verano, pero su nuevo cometido es otro.

El lunes 30 de marzo comenzará sus turnos como enfermera en el Hospital de la Universidad de Utah. A la enfermería no llegó por vocación, sino al ver cómo trabajaban las enfermeras que la atendieron a lo largo de todos los años que tuvo que pasar por diferentes quirófanos.

"Cuando era adolescente soñaba con convertirme en una rider profesional de snowboard. Nunca consideré ir a la escuela de enfermería, pero eso cambió cuando me lesioné y tuve que someterme a ocho cirugías en dos años y medio. Durante todas mis cirugías tuve enfermeras increíbles que me impactaron de tal manera hasta querer convertime en una de ellas", declara. "Con este trabajo puedes hacer algo por la gente", señala Coury, que comenzó a estudiar enfermería en 2011, a raíz de la amputación de su pierna derecha.

Volver a empezar

Tres años después, al ver los Juegos Paralímpicos de Sochi (Rusia) en 2014, comenzó a sopesar la idea de volver a probar con el snowboard. "Fue difícil volver a empezar porque no tenía coche para ir a la montaña y tampoco tenía dinero para material".c"Cuando me gradué en 2016 ya tenía decidido que quería volver a la nieve. Me prometí hacer una carrera. Si fallaba no pasaría nada, pero si no lo hacía sabía que viviría el resto de mi vida con ese pesar", destaca.

Ese mismo año de su graduación como enfermera, Coury participó en su primera carrera de snowboard paralímpico. Hizo su debut en el circuito americano Dew Tour en diciembre, solo 12 días después de aprender a montar con una prótesis.

Su progresión la llevó a ganar una medalla de plata en los Juegos de PyeongChang en eslalon y poder dedicarse más profesionalmente al snowboard, aunque sigue trabajando de enfermera durante el verano. "Ahora, en este tiempo complicado, hay que tener una mentalidad positiva. No tengo miedo de ir a trabajar. No vivo mi vida con miedo y creo que todo lo que sucede es por una razón", apunta.

Su nueva misión, recalca, "no es ganar una medalla, sino salvar vidas". El snowboard puede esperar, lo importante es la salud.