movimiento olímpico

El COI asume el aplazamiento de los Juegos de Tokio

La Ejecutiva del comité se da cuatro semanas para estudiar una solución, entre las que se incluye posponer la cita olímpica, pero no la cancelación

Abe, dispuesto a discutir el aplazamiento de los JJOO por el coronavirus

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, mostró hoy su disposición a discutir el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en línea con el anuncio realizado en las últimas horas por el Comité Olímpico Internacional (COI). / periodico

Albert Guasch

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La presión para que el Comité Olímpico Internacional (COI) pospusiera los Juegos de Tokio de este verano se hizo insoportable en los últimos días. El clamor era global y finalmente el COI ha cedido y en un comunicado difundido esta tarde de domingo ha anunciado que en las próximas cuatro semanas decidirá qué hacer con los Juegos del 2020, constatando que el aplazamiento figura como una de las posibilidades. Todo un mazazo para Japón, que se resiste pese a que las evidencias desaconsejan su celebración.

Tras una reunión telemática de la Ejecutiva centralizada en Lausana y encabezada por el presidente del COI Thomas Bach, el máximo organismo deportivo divulgó un texto en el que explicitaba su cambio de opinión. El gran tabú, el aplazamiento, fue abordado explícitamente. "A la luz del empeoramiento de la situación a nivel mundial, la Ejecutiva ha dado hoy el primer paso en la planificación de los posibles escenarios", dice la nota.

"El COI, en cooperación con el Comité Organizador de Tokio 2020, las autoridades japonesas y el Gobierno Metropolitano de Tokio, iniciará conversaciones detalladas para completar su evaluación de la rápida evolución de la situación sanitaria mundial y sus repercusiones en los Juegos Olímpicos, incluida la hipótesis del aplazamiento", señala el primer organismo deportivo mundial, que subraya, no obstante, que "la suspensión no está en la agenda".

Primeros juegos aplazados

El coronavirus ha sesgado acontecimientos deportivos por todo el planeta y la cita olímpica apunta a que va a ser la próxima víctima. Los Juegos de Tokio están previstos del 24 de julio al 9 de agosto y serán los primeros en aplazarse en 124 años de su historia. Desde el inicio de los Juegos Olímpicos modernos, en Atenas en 1896, solo se han suspendido en tres ocasiones: Berlin-1916, Tokio/Helsinki-1940 y Londres-1944, las tres por las guerras mundiales.

El COI, el Comité Organizador de Japón y el propio Gobierno nipón deseaban dilatar al máximo una decisión que parece más inevitable a medida que pasan los días. A lo largo de este fin de semana federaciones, atletas y comités olímpicos han redactado comunicados y realizado declaraciones con el fin de doblegar el empecinamiento de los organizadores de seguir adelante con un acontecimiento en el que sin duda había muchas ilusiones depositadas, y muchas inversiones ya realizadas, pero impracticable en estos tiempos de pandemia, encierro, enfermedad y muerte.

Ahora el desafío será encontrar nuevas fechas. Unos Juegos mueven una ingente cantidad de recursos y, encima, el calendario deportivo anda congestionándose ante tantas competiciones postergadas. En las próximas cuatro semanas será el tema a abordar, más que si los Juegos se aplazan o no, que cabe dar por descontado. Existen tres opciones, ninguna de ellas fáciles. 1) En otoño de este mismo año, bastante irreal, a la vista del estado de la pandemia. 2) Verano del 2021, aunque ya repleta de competiciones como la Eurocopa y la Copa América. 3) Verano del 2022: hay Mundial de fútbol, pero es en diciembre, y los Juegos de Invierno en China. 

Elevado presupuesto

En Japón la resistencia a perder su gran escaparate es fuerte. El primer ministro Shinzo Abe ha apostado su legado a los Juegos, calculando un auge en el turismo y de gasto del consumo para relanzar la zozbrante economía japonesa, sin olvidar que el país ha gastado buena parte de los 11.564 millones de presupuesto de los Juegos. Como mínimo, porque una auditoría reciente estimaba que la inversión realizada es en realidad el doble de eso.  

Los patrocinadores principales, como Panasonic y Toyota, andaban nerviosos, pero ahora quienes más lo deben estar son las compañías aseguradoras. Las indemnizaciones que afrontan en caso de cancelación o aplazamiento resultan, según algunas previsiones, monstruosas. Los organizadores podrán reclamar por el importe de las entradas que deberán devolver, pero no por todas las inversiones ya acometidas. La industria aseguradora deberá vérselas con los hoteles, los teleoperadores, los patrocinadores...  

Pese a la pandemia mundial, socialmente aún se mantiene la ilusión en Japón. La llama olímpica llegó a la isla el viernes en una ceremonia de bienvenida a escala reducida, pero el sábado más de 50.000 personas hicieron cola para ver cómo se exhibía en la estación de la ciudad de Sendai, según los medios locales. Japón tiene uno de los números más bajos de contagios y muertes por coronavirus, aunque existe escepticismo sobre esas cifras.

Carta a los atletas

En todo este cuadro de incertidumbre, no cabe olvidarse de los atletas que llevan años preparándose para la cita olímpica. Thomas Bach se ha dirigido a ellos con una carta tras la reunión de hoy en la que trata de explicar que no quiere "destruir sus sueños", de ahí que no acepte cancelar los Juegos y prefiera esperar a decidir una nueva fecha.

"Al igual que usted, nos encontramos en un dilema: la cancelación de los Juegos Olímpicos destruiría el sueño olímpico de 11.000 atletas de los 206 Comités Olímpicos Nacionales, del Equipo Olímpico de Refugiados del COI, muy probablemente para los atletas paralímpicos, y para todas las personas que lo apoyan como entrenadores, médicos, funcionarios, compañeros de entrenamiento, amigos y familiares. La cancelación no resolvería ningún problema y no ayudaría a nadie. Por lo tanto no está en nuestra agenda", afirma.