La Real Sociedad: los pilares del éxito

Sexto clasificado en la Liga, a tiro de Champions, y 32 años después con el billete para la final de Copa del 18 de abril, donde le espera su acérrimo rival, el Athletic, en un derbi vasco de alto voltaje. Así llega al Camp Nou la Real Sociedad, el equipo revelación del curso por su fútbol vistoso, mentalidad atacante y orden defensivo. Desde su apoteósico 3-4 copero en el Bernabéu, seis partidos, seis triunfos. Aquí presentamos los pilares de su éxito: 

Imanol Alguacil

Su tremenda ambición, su mensaje claro y conciso, ha llegado de tal manera al vestuario de la Real que el equipo funciona al unísono. Con Liga incluida, los números del técnico de Orio son espectaculares en esta temporada: de 32 partidos dirigidos, ha vencido en 20, empatado 4 y ha caído en 8. La actual es la primera campaña que Imanol dirige desde el verano, después de que en la 2017-18 sustituyese a Eusebio Sacristán, a nueve jornadas del final, y que en la pasada relevase en Navidad a Asier Garitano.

Alex Remiro

Era el heredero de Kepa Arrizabalaga en el Athletic cuando este marchó al Chelsea y acabó en la grada por desavenencias en la renovación hasta que se decantó por cruzar la autovía. El guardameta navarro, que desplazó al veterano Miguel Ángel Moyá, sostiene que por sus características le viene mejor el juego de la Real, y eso que confiesa que el fútbol, más allá de lo que le toca, “no me gusta”. “No veo ni los partidos de Champions”, admite.

Robin Le Normand

“Lo mejor está por llegar”, sostiene Le Normand. Pocos esperaban hace cuatro años, cuando ingresó en Zubieta, que este corpulento central fuera a ser el pilar de la retaguardia. Imanol Alguacil, el míster, ha sido su gran mentor aunque fue Asier Garitano quien le hizo debutar. Partió con la vitola de suplente a la sombra de Llorente y Elustondo, pero con discreción ha roto moldes y las expectativas de los arietes rivales. Solo existen tres derrotas en 23 partidos con el bretón. Ante Levante, Betis y Leganés.

Mikel Merino

El centrocampista, con buen toque, es un ejemplo del tradicional coraje navarro y pieza clave en la Real. En un equipo en el que el buen trato al balón está en el catecismo que imparte Alguacil, el 8 zurdo, además de sus dotes técnicas, alberga un carácter voluntorioso que agiganta sus destrezas. El balón que después pasa por Odegaard u Oyarzabal, suele pasar antes el filtro de Merino, que mantiene el equilibrio en el mediocampo sin reparos para acercarse al área. Fue reclutado de las filas del Newcastle después de su prometedor comienzo, muy joven, en las filas de Osasuna, de la mano de Jan Urban. Su progresión se cortó, sin embargo, tras su fichaje por el Borussia Dortmund de Thomas Tuchel.

Martin Odegaard

Cedido en el conjunto vasco por el Real Madrid, que ansía su vuelta si Modric se va; el crack noruego, de 22 años y al que en sus pocos ratos libres le gusta tocar el piano, está siendo uno de los músicos de la orquesta de Imanol. El mediapunta atraviesa un pico de forma delicioso. Sus estadísticas en esta campaña asustan, sobre todo la de 2,4 pases claves por contienda (Messi proporciona 2,5). Baja a buscar la pelota, se desmarca a la espalda rival, mueve y organiza el juego por doquier y tiene una zurda que maravilla.

Mikel Oyarzabal

Pese a sus 22 años, el capitán txuri urdin atesora una confianza en sí mismo y una frialdad impropia. Cuando Xabi Prieto se retiró no solo le dejó al eibartarra el honor de lucir el ‘10’, sino también su sangre fría a la hora de tirar los penaltis. Su predecesor solo falló una de los 21 penas máximas que lanzó a lo largo de su carrera. Su heredero no ha errado ninguno de los 10 en su aún corta etapa como profesional, incluidos los dos en las semifinales de Copa.

Alexander Isak

Con la Copa y el duelo del Bernabéu, irrumpió el sueco de origen eritreo, que empezó a dejarse ver con goles y a sacar provecho de lo que pudo ser un gran problema, el fallido intento de Willian José de irse a la Premier. Isak asumió la titularidad con partidos y acciones espectaculares que le han convertido en un nuevo ídolo de una afición realista.