Una horrible primera parte condena al Girona en Vallecas

Perdió el Girona el tercer partido consecutivo, todos ellos sin marcar un gol: 2-0 en Soria, 0-3 ante el Mirandés y 1-0 en Vallecas, en un duelo con dos partes antagónicas. La primera, en la que solo existió un equipo, el Rayo, y la segunda, con los papeles cambiados por completo y el Girona como dominador indiscutible pero sin nada de puntería. Al final valió el gol de Catena, que aleja, y mucho, a los rojiblancos del objetivo del ascenso cuando solo se ha disputado un partido de la segunda vuelta.

No fue para nada una buena primera parte del Girona, que se vio desbordado en los primeros minutos por un Rayo mucho más incisivo pero que no pudo marcar en la fase de más dominio porque topó con Asier Riesgo, que ayer debutó bajo los palos por la lesión de Juan Carlos. El guardameta evitó tres veces el 1-0, de Tito (14’), Embarba (16’) y Mario Suárez (18’). Sin embargo, el gol local acabó llegando diez minutos después en una acción defensiva del Girona difícil de justificar, pues los visitantes permitieron hasta dos remates en el área pequeña (Piovacari estrelló su disparo en el palo y Catena aprovechó el rechace para enviar el balón a la red).

El Girona, que empezó con un 4-4-2, rehizo el dibujo al 4-2-3-1 y solo en los últimos minutos dio alguna señal de vida en ataque. Gual hizo el primer remate, demasiado cruzado, en el 42. Y el mismo jugador tuvo el empate en el 45, pero Dimitrievski atajó bien el balón.

En la segunda parte fue otro Girona. Mucho más incisivo, agresivo y alegre. Martí fue poniendo artillería sobre el césped (primero Jozabed, más tarde Soriano y al final Gallar) y los visitantes acabaron decantando el partido en el área de Dimitrievski. Stuani remató a la madera (47’) y el Girona monopolizó todas las ocasiones: Borja (53’), Gual (72’) y de nuevo Borja García (75’ y 82’). El Rayo acabó colgado del travesaño y soportó como pudo los seis minutos de añadido, pero consiguió su objetivo.