EL AMBIENTE DEL DERBI

Éxtasis en Cornellà: "Sí se puede, sí se puede"

El gol de Wu Lei propicia un subidón en las gradas del estadio perico

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Raúl Paniagua

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En una temporada repleta de llantos y desgracias, el Espanyol necesitaba llevarse una alegría como la de este sábado. Puestos a elegir un ­día para renacer, el derbi parecía el momento más indicado. Año nuevo, vida nueva era la consigna más r­­epetida por los pericos en el estreno de Abelardo en el banquillo.

Había una mezcla de optimismo y realidad entre los aficionados, avalada por el último precedente de un derbi con los dos equipos en los extremos de la clasificación. No pudo repetir el cuadro blanquiazul el Delapeñazo del 2009 en el Camp Nou, pero no faltó demasiado. Algo ha cambiado en la casa perica. O mucho. Si el equipo juega con la intensidad y el corazón de este sábado la salvación es posible. Este Espanyol está muy vivo.

Cúmulo de emociones

Eran las 5.45 horas del domingo en Pekín cuando Wu Lei llevó el éxtasis a Cornellà. El grito de Chen Yansheng en China también debió ser descomunal. El presidente ya dejó bien claro en la última junta de accionistas que no duerme cuando juega el Espanyol. Esta vez mereció la pena. En un derbi repleto de emociones su equipo logró un empate valiosísimo en su dura travesía hacia la permanencia.

Los gritos de «sí se puede, sí se puede» con los que el público despidió a sus gladiadores son la mejor muestra de que esa comunión entre la grada y el equipo ha vuelto. Así todo es posible. «Nos vamos contentos, pero con un poco de mal sabor de boca porque pudimos ganar. El equipo se dejó todo, tiene mucho mérito lo que hemos hecho. Estos chavales no se rinden, van a pelear hasta el final», aseguró con firmeza David López, uno de los héroes locales.

33.562 espectadores

Abelardo proclamó durante la semana su deseo de volver a enganchar a la afición y el primer paso lo dio en un volcánico partido con una magnífica respuesta de la afición. El RCDE Stadium registró la mejor entrada de la temporada con 33.562 espectadores, 11.000 más que en la anterior marca ante el Betis (22.248). Los blanquiazules vivieron momentos de pasión que contrastan con la dura realidad del Espanyol, el peor equipo de Europa en casa de las grandes Ligas con siete derrotas y tres empates en 10 partidos. El Lecce de Italia es el único que tampoco ha ganado como local, pero suma cuatro igualadas.

"Ahora nos llamarán locos, pero estoy seguro de que nos vamos a salvar. Ha empezado una nueva Liga", dijo David López

En los primeros 90 minutos con Abelardo se vieron ya las señas de identidad que marcarán el futuro camino del Espanyol. El rígido esquema de Machín, marcado por los tres centrales, pasó a mejor vida. El Pitu utilizó su clásico 4-4-2, con David López de mediocentro, y Darder más avanzado. Melendo volvió al once y el Barça sufrió para sentirse cómodo. El primer momento de gloria local llegó con el cabezazo de David poco después de concluir los aplausos del minuto Jarque. El subidón vivido en el templo perico fue extraordinario.

Con Piqué como destinatario de las mayores broncas, el Barça sufrió la hostilidad habitual de estas citas, en las que el sentimiento perico alcanza su máxima expresión. En la zona de la Curva Jove se desplegó una gran lona con los colores pericos y un mensaje significativo: «Siempre a contracorriente». Esa es la singularidad de un club obligado a remar como nunca para evitar su primer descenso a Segunda en 26 años.

El valor simbólico

Ante el Barça no se igualó la proeza lograda hace una década con Pochettino en el banquillo, pero las sensaciones finales fueron inmejorables con el empate. Aquel Espanyol del 2009 logró la salvación y puede ser un espejo perfecto para el actual equipo, que ayer demostró su orgullo. El Barça remontó por la vía rápida en el segundo tiempo, pero los pericos jamás desfallecieron.

La expulsión de De Jong supuso su segundo subidón. No sería el último. Wu Lei certificó ese cambio de mentalidad con un gol con enorme valor simbólico. «Ahora nos llamarán locos, pero estamos convencidos de que nos vamos a salvar. Contra el Barça ha comenzado una nueva Liga y lo vamos a conseguir. Estoy seguro», concluyó David López.