CONTRACRÓNICA BLANCA

Sin gol no hay tesoro para el Madrid

El equipo de Zidane dominó buena parte del encuentro ante el Barça a base de poblar el centro del campo, pero constató su falta de mordiente en ataque

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Alejandro García

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A inicios de curso, la temporada del Madrid no tenía más visos de éxito que un buscador de tesoros sin más que un mapa y su intuición, pero después de meses de trabajo, Zidane ha construido un equipo sólido que llegó al Camp Nou en una buena dinámica y completó una gran actuación coral. Los blancos dominaron muchas fases del juego a base de poblar el centro del campo y rondaron con asiduidad el área de Ter Stegen, aún así, se fue de Barcelona sin goles (0-0), sin una victoria y sin el tesoro que había venido a buscar.

Habrá oportunidades para encontrar riquezas mayores, pero Zidane se marchó satisfecho, con una leve sensación de ocasión perdida: “El resultado me sabe a poco, Si tienes ocasiones hay que meterlas. Merecíamos más, pero no se ha podido. Me voy contento con el juego, pero no hicimos gol. Cuando tienes ocasiones hay que meterlas”, dijo un Zidane muy sonriente. “El fútbol es gol, no hay que poner excusas. No hemos hecho el gol y nos llevamos un empate”, dijo más contundente el centrocampista Casemiro.

En paralelo a la buena dinámica de juego que destaca cada vez que puede el técnico del Madrid, el equipo ha desarrollado la vertiente opuesta, la contraindicación de acumular jugadores en el centro del campo con los que dominar el juego, los problemas para transformar en buenas tentativas de gol su supremacía en el juego. 

Juego sin gol

La falta de gol está dejando en agua de borrajas los mejores partidos de un Madrid que, como en otros partidos de la temporada, ante el Barça volvió a despreciar sus mejores minutos sin una gran ocasión, sin una tentativa clara de abrir el marcador generada a través del juego, sin un gol que hiciera efectivo su dominio territorial y su superioridad física en la presión. 

"Unas veces metes dos o tres goles y otras no. Eso es el fútbol. El partidos son 90 minutos, pero podemos estar contentos. Yo creo que la falta de gol ha sido algo puntual, nos faltó claridad. No estoy contento por los jugadores, porque merecieron más", aseguró confiado Zidane. “Ha faltado el gol, pero no falta pegada”, manifestó Casemiro en un discurso más sustentado en la esperanza que en la realidad.

Los disparos desde fuera del área, los balones aéreos y las jugadas a trompicones fueron lo más recurrido en ataque de un equipo encomendado a la figura de Benzema para encauzar todo su juego ofensivo. El francés es la clave en el sistema blanco que hace jugar al equipo y que, además, es el único que responde a la hora de marcar goles. Entre sus 12 goles y los tres del siguiente en la lista de anotadores blancos, de un defensa como Sergio Ramos, está el abismo que separa a un equipo eficiente de un ganador contundente. 

Adiós definitivo al tridente

La temporada le ha llevado al Madrid a desechar apostar todo al célebre 4-3-3, con atacantes exentos de obligaciones defensivas que tanto ha hipotecado el rendimiento del Madrid en según qué épocas. Zidane ya apuesta sin miramientos por los cuatro centrocampistas con los que obligó al Barça a casi parecer que quería renunciar a poseer el balón de la forma que le ha caracterizado en sus mejores momentos de lo que llevamos de siglo. 

El triunfo de la presión de los de Zidane y su masiva presencia en campo rival tienen el revés en la media de goles de la temporada, que no llega a los dos por partido. La necesidad de que el Madrid fiche un delantero que sume goles empieza a ser alarmante. Sin embargo, mientras el Atlético piensa en un delantero de primer nivel como Timo Werner, en los despachos del Madrid no se desliza ningún movimiento. El proyecto de que entre la plantilla se encuentren acompañantes de Benzema en la faceta goleadora ya se ha revelado como fallido, en la misma tesitura que se encuentra la idea de que el francés, pese al excelso nivel que está mostrando, puede soportar en solitario el peso ofensivo del Madrid.