Tenis, fútbol, esquí, F-1, atletismo y ciclismo, pendientes del cielo

La alerta por el cambio del clima ha llegado al deporte. Seis disciplinas, que necesitan del aire libre o del entorno natural para llevar a cabo la competición, bien sea popular o profesional, se preparan para afrontar el futuro mientras toman también medidas para hacer la práctica deportiva mucho más ecológica en un futuro inmediato.

El fútbol

Menos frío y más partidos invernales

Chile perdió ante Suecia (0-2) en el que significaba el primer partido de la historia de la selección suramericana en un Mundial femenino. Sucedió el 11 de junio en Francia. Pero el encuentro no estuvo marcado por la derrota chilena sino por el diluvio, casi universal, que cayó sobre Rennes, la capital bretona, y que obligó a interrumpir el partido durante 40 minutos. Tampoco hay que olvidar que hace un año el detonante, aparte de la violencia, que al final obligó a jugar la final de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu fue la furibunda tormenta que cayó el 11 de noviembre del 2018 sobre la ciudad de Buenos Aires y que anegó totalmente el césped de la famosa Bombonera de Boca Juniors.

"Los campos de fútbol suelen estar orientados norte-sur. Es por ello que en los meses de invierno la mitad norte del campo tiene más facilidad para helarse, porque el sol pasa muy caído hacia el sur y no llega a dar en esta parte del campo", cuenta el metereólogo Antonio Pardo. "¿Recuerda alguien que ahora se den con frecuencia las dificultades por jugar en invierno en campos como Zorrilla, Los Pajaritos o El Sadar? Del mismo modo, ya no en Rusia, sino en Holanda o Alemania, se veían balones naranjas rodando por campos completamente blancos. Ahora las ligas de estos países no se interrumpen con tanta frecuencia", cuestiona el especialista.

A menos frío (unido a fórmulas televisivas con encuentros nocturnos) existe la posibilidad de disputar un mayor número de partidos. Al mismo tiempo las medidas técnicas ya impiden en campos expuestos a grandes tormentas, como Balaídos, que se inunden con sistemas internos de desagüe que permiten soportar tormentas con más de 60 litros caídos por metro cuadrado.

EL CICLISMO

En marcha la normativa climática

El ciclismo mira la alerta climática desde dos puntos de vista. De un lado, busca fórmulas que eviten la suspensión de carreras sin poner en peligro a los corredores y, de otra, trata de cuidar el medio ambiente, tan unido a la cultura de la bicicleta, pero que se expone en carreras como el Tour, que mueve centenares de coches y moviliza durante tres semanas a 20 millones de personas.

Estas últimas temporadas se trata de evitar al máximo, incluso con sanciones, que los corredores tiren impunemente los desperdicios de los alimentos que reciben en los avituallamientos y hasta los envoltorios de las barras energéticas. Para ello se dotan zonas de recogida de basura, que retiran los empleados de la prueba.

Es inevitable estar siempre pendiente de una respuesta fuera de lo corriente de la naturaleza, como el granizo caído en la antepenúltima etapa del pasado Tour o la gota fría, que afortunadamente cambió de horario, de paso, de agresividad y que amenazó a la Vuelta, este verano, durante las etapas por Alacant y València.

Para evitar riesgos, existe la denominada normativa o protocolo climático, que puede obligar a suspender o recortar una carrera cuando la temperatura ronda los cero grados o, incluso, con el termómetro muy por encima de los 40 grados. "Este protocolo se aplica de forma inmediata tras una reunión con comisarios, equipos, representantes de los corredores y organización", cuenta Javier Guillén, director de la ronda española.

"A mí, cara al futuro, hay cosas que me preocupan mucho –puntualiza el metereólogo Antonio Pardo–. Teníamos la imagen de los corredores de la París Roubaix, en abril y en el norte de Francia, llegando a meta como una croqueta humana. Pero, ¿desde cuándo no llueve en esta carrera?".

El tenis

Pendientes de los techos móviles

Coincidiendo con la disputa del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, las temperaturas en Melbourne, el pasado mes de enero, subieron una burrada. La ciudad vivió una tremenda ola de calor con el termómetro por encima de los 40 grados. En Adelaida, a 725 kilómetros, incluso alcanzó los 47,5 grados. Y claro, en estas condiciones resultaba prácticamente imposible jugar al tenis.

"La solución que ya encontraron los organizadores de Australia, luego aplicó Wimbledon por la lluvia y que a partir del 2021 también utilizará Roland Garros, tanto por el calor como por el agua, ha sido construir techos móviles que cubren la pista en caso de condiciones metereológicas adversas. Enel US Open hay dos pistas centrales cubiertas, por el calor de la primera semana y las previsibles lluvias de la segunda. Estos techos también salvaguardan del calor en algunos torneos que se celebran en Estados Unidos", explica Jaume Pujol-Galceran, especialista de tenis de EL PERIÓDICO.

En el caso del tenis, como ocurre en el fútbol, la programación de partidos en horas nocturnas –exageradas en el caso de la nueva Copa Davis celebrada en Madrid– ayuda a aplacar el azote del calor. "En los años 90, figuras como Graf o Courier sudaban la gota fría, pero acababan los partidos en Australia. Hoy, si no fuera por un techo practicable, sería imposible", insiste el metereólogo Antonio Pardo.

Las estrellas de este deporte, además, tienen la responsabilidad de concienciarse, siguiendo los consejos del Marco de Acción del Deporte para el Clima –en la que figura la organización de Roland Garros–, en la paulatina eliminación del uso de plásticos y en tratar de contrarrestar el efecto de desenvolver raquetas o camisetas en los cambios que se efectúan en los descansos de los partidos.

El esquí y los deportes en la montaña

Preocupación por la falta de nevadas

Un estudio conjunto de las universidades de Waterloo (Canadá) e Innsbruck (Austria), concretamente de su prestigioso Centro de Gestión, alertó que en un futuro inmediato solo 11 de las 19 ciudades que habían acogido Juegos Olímpicos de Invierno podrían repetir el evento por al aumento de la temperatura del planeta y, consecuentemente, al descenso de las nevadas. Asimismo, un informe elaborado el año pasado por la Generalitat, con la participación de 140 especialistas, alertó que en los próximos años el sector de la nieve era vulnerable puesto que no se podían asegurar las nevadas por debajo de los 2.000 metros de altitud.

Los deportes de esquí o los que están vinculados con la montaña son los que más pueden sufrir por el calentamiento global. "En la montaña siempre sabes que los cambios son imprevisibles. Por eso, en las carreras ultra trail se efectúan rigurosos controles antes de que salga cada uno de los participantes y se les prohíbe correr si no van dotados del material obligado en la mochila como mantas térmicas o chaquetas especiales", cuenta Christian Llorens, director del maratón de Barcelona con experiencia en la organización de pruebas de fondo en la montaña.

"Recogemos colillas para fabricar férulas de inmovilización y utilizamos máquinas pisanieves eléctricas"

Ton Naudí

— Director de Calidad y Medio Ambiente de Grandvalira

"Hay que actuar de manera responsable en el maravilloso entorno de la montaña que tenemos. Nosotros concienciamos a los esquiadores con campañas y trabajamos con el reciclaje y la selección rigurosa de residuos. Por ejemplo, recogemos colillas de las terrazas para fabricar luego férulas de inmovilización para heridos y hacemos campañas de sensibilización con varias escuelas. Y, sobre todo, ya utilizamos máquinas pisanieves eléctricas en todo el dominio", explica Ton Naudí, director de Calidad y Medio Ambiente de Grandvalira, la principal estación de esquí en los Pirineos.

La Fórmula Uno y el motociclismo

Un calendario más apropiado los próximos años

"Los organizadores de los grandes premios de motos siempre tuvieron claro que la temporada se iniciaba en Qatar y con un gran premio nocturno, con luz artificial, puesto que sería imposible celebrarlo de día en esa parte del planeta. Además, hay que tener en cuenta que los pilotos sufren muchísimo a consecuencia del calor, sobre todo porque llevan el motor a la altura del pecho cuando van agachados", cuenta el periodista Emilio Pérez de Rozas, presente desde hace años en todos los grandes premios de motociclismo.

"La paulatina subida de temperaturas hará que, más pronto que tarde, el calor alcanzado en el habitáculo de un monoplaza de F-1 sea inaguantable para poder correr determinadas carreras de la temporada, sobre todo en las de zonas intertropicales, como Baréin, Malasia o antes en India, sin sufrir probemas físicos", advierte el metereólogo Antonio Pardo.

En efecto, a partir de las próximas temporadas, las federaciones de automovilismo y motociclismo deberán ser muy meticulosas a la hora de elaborar el calendario de carreras. Estos deportes también deberán ser muy cuidadosos en cuanto al consumo y tipos de combustibles por el efecto contaminante, aunque si es muy importante que las estrellas del motor también tomen conciencia de la emergencia climática como ha hechoMarc Márquez.

Desde hace unos años se trabaja para reducir los efectos de contaminación acústica y atmosférica de los grandes premios de motor, con avances signficativos. Un estudio realizado en el 2013, durante el Gran Premio de Montreal, en Canadá, puso de manifiesto que no había afectado a la calidad del aire en la ciudad, "pero sí se había producido un aumento significativo de la contaminación".

El atletismo

Cambios de sedes y horarios nocturnos

Ni la federación internacional de atletismo (IAAF) ni el Comité Olímpico Internacional (COI) quieren que en la gran cita deportiva del próximo año, los Juegos Olímpicos de Tokio, se repitan las lamentables imágenes del Mundial de Doha, con buena parte de los fondistas deshidratados y abatidos por el calor. Ante la previsión de altas temperaturas, habitual, por otra parte, en la capital japonesa, las carreras tanto masculina como femenina del maratón se han trasladado al norte del país, a Sapporo, a 800 kilómetros de Tokio, donde el verano es más fresquito. Se había barajado la posibilidad de que las pruebas empezaran a las 3 de la mañana para mitigar el calor, pero se consideró que era una locura para atletas y espectadores.

"Por previsión de calor mantenemos un cálculo de bebidas muy superior al necesario en una situación normal"

Cristian Llorens

— Director del Marató de Barcelona

"Nuestro maratón se corre en marzo, por lo que es muy improbable que haga un frío descomunal en Barcelona. Nosotros ya trabajamos en previsión de calor y siempre mantenemos un cálculo en avituallamientos líquidos muy superior al necesario en una situación normal", cuenta ChristianLlorens, director del Marató de Barcelona, que espera el domingo 10 de marzo a 20.000 participantes. "Como es lógico, tenemos un protocolo por el que en caso de una situación extrema y de acuerdo con los servicios médicos, de seguridad y del Ayuntamiento se podría cancelar la prueba. Pero sabemos que, en ocasiones, un fenómeno natural es imprevisible. Y si no solo hace falta recordar la fortísima granizada que azotó el mes pasado a los participantes de la Behobia-San Sebastián".

Llorens también recuerda las normas ecológicas que siguen carreras como la barcelonesa. "Hay contenedores para reciclar los desperdicios en las zonas de avituallamiento, se lucha por eliminar totalmente el plástico y los comestibles sobrantes se entregan al Banco de Alimentos".