El Espanyol suma un empate insuficiente en Cornellà

El Espanyol volvió a quedarse a las puertas de un triunfo en casa. A la séptima tampoco fue la vencida. No hubo derrota, como en las seis anteriores ocasiones, pero el equipo perico solo sumó un empate insuficiente ante el Getafe (1-1) que le mantiene penúltimo a cinco puntos de la salvación.

El gol de Mata a los tres minutos obligó a remar mucho al inestable cuadro catalán, que logró equilibrar el duelo con un tanto de Wu Lei, pero fue incapaz de completar la faena contra el infatigable ejército de José Bordalás. La primera final acabó en tablas. El próximo domingo toca nuevo examen en casa ante Osasuna. Si no se empieza a sumar de tres en tres, el fantasma de Segunda sobrevolará pronto por Cornellà.

Sufrimiento continuo

El equipo blanquiazul ya no protagonizará el peor inicio como local de la historia de la Liga. Con el punto de este domingo evitó igualar las siete derrotas del Sporting en 1997, pero el empate deja un regusto amargo y la sensación de que va a ser muy difícil salir de abajo. Al Espanyol le cuesta horrores generar peligro y culminar las ocasiones. Sin gol cada partido se convierte en un drama. Con tres tantos en casa en siete encuentros y ocho en toda la Liga se puede aspirar a poco. Las lesiones tampoco ayudan a aliviar un sufrimiento continuo.

Después de 15 días de parón y una semana de mensajes motivacionales, con vídeo incluido de antiguas leyendas del club, se esperaba una puesta en escena repleta de intensidad. Ocurrió todo lo contrario. El Getafe empezó mejor, Cucurella estuvo a punto de batir a Diego López y Mata confirmó el golpe segundos después al cabecear un centro ante la pasividad de Calero (m. 3).

Vargas, suplencia y lesión

El central, que costó ocho millones en verano, está protagonizando una temporada decepcionante para ser el segundo fichaje más caro del último mercado perico. El traspaso más alto de la historia, el Monito Vargas, empezó en el banquillo, otra decisión que resulta chocante en una cita tan importante. El argentino, que costó 10,5 millones, entró en la segunda parte y solo duró cuatro minutos sobre el césped por una lesión. Otra desgracia más.

"Lo normal con un inicio tan malo era acabar en ruina, pero hemos dado un pasito. Se ve luz al final del túnel", dice Machín

El gol de Mata situaba de nuevo al Espanyol en un panorama desalentador. Obligado a remontar para no sufrir otra debacle, el equipo perico acusó la bofetada. Le costó reaccionar, pero poco a poco fue dando señales de vida y David López estuvo cerca de marcar en un cabezazo desviado por Soria (m. 20). También hubo tiempo para otro susto en una jugada que Pedrosa desbarató milagrosamente cuando Ángel se disponía a ejecutar el 0-2. Ese gol hubiese sido letal.

A balón parado

Necesitaba una marcha más el conjunto de Machín ante un rival que vive de maravilla con el marcador a favor, coleccionando pérdidas de tiempo y todo tipo de triquiñuelas presentes en el fútbol de toda la vida. Sin Ferreyra ni Calleri, lesionados, y con Campuzano peleándose contra un imperial Djené, el papel de finalizador recayó en Wu Lei.

Tuvo escasa fortuna en sus dos primeros intentos el jugador chino, pero la pizarra de Machín volvió a dar sus frutos en un córner lanzado por Víctor Sánchez que culminó el astro oriental para poner las tablas justo antes del descanso.

Debut de Kevin Soni

La igualdad se mantuvo en la segunda parte. La actitud perica fue ejemplar pero faltó acierto, especialmente en Wu Lei, tan incisivo como atropellado en sus acciones. Un tiro al palo de Molina (m. 69) pudo incendiar las cosas. El Espanyol siguió compitiendo y Machín tiró, incluso, del camerunés Kevin Soni como último recurso ofensivo en busca de una misión que acabó siendo imposible.

“Si quitamos los primeros cinco minutos diría que hemos hecho un partido de 10 en implicación en concentración. Un equipo como el nuestro no puede dar ninguna ventaja. Lo normal con un inicio así era acabar en ruina, pero la afición nos supo apoyar. Hemos dado un pasito. Se vez luz al final del túnel”, resumió Machín.