WEST HAM - TOTTENHAM (2-3)

Mourinho muestra el camino de la victoria a los Spurs

José Mourinho se abraza con Paulo Gazzaniga, portero del Tottenham, tras derrotar al West Ham.

José Mourinho se abraza con Paulo Gazzaniga, portero del Tottenham, tras derrotar al West Ham. / periodico

Enric Gil

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Llegó José Mourinho y los Spurs volvieron a ganar a domicilio en la Premier, algo que no hacían desde el 20 de enero, 10 meses atrás. El resultado en su visita al West Ham (2-3) fue la mejor carta de presentación del debut del lusitano en el banquillo del Tottenham. Incluso se le vio sonreír en la celebración del tercer gol, algo que no suele pasar. Marcaron Kane, Moura y Son, asistió un multiplicado Dele Alli y solo en el tramo final del encuentro aparecieron los vicios de los últimos meses.

Pero ¿fue el sorprendente cambio de actitud del equipo mérito del 'efecto Mou' o una reacción a la marcha de Pochettino? Porque más allá de la victoria, fue el cómo la consiguieron. Se desconectó el Tottenham en los últimos 15 minutos, pero lo cierto es que esta vez el equipo aguantó la ventaja. Ayudó al estreno de Mourinho un inicio del West Ham inofensivo, pero el primer tiempo de los Spurs fue de lo mejor de la temporada.

La huella de 'Mou'

En los primeros 45 minutos apareció de nuevo el potencial del equipo que llegó a la final de la Champions el curso pasado. Confió Mou de nuevo en Lucas Moura, titular, y recuperó una versión notable de Dele Alli, que brilló por momentos, muy participativo y buscando los cortes de Harry Kane. Pocas imprecisiones, fluidez en el juego, mucha movilidad y, algo que se echaba de menos en los de Londres, alta intensidad en la presión.

Alli participó en los dos primeros goles. En el primero, asistiendo a Heung-min Son, uno de los jugadores más regulares de los Spurs. En el segundo, salvando un balón desde el suelo sirviéndola de nuevo al surcoreano para que colocara un centro milimétrico a Moura. Hacía tiempo que no se veía al brasileño tan contento en el terreno de juego.

Mourinho, 'El Humilde'

Con la ventaja en el marcador, la atención se trasladó del terreno de juego a los gestos de Mourinho. Sus celebraciones, sus muecas, sus gestos... pero la realidad es que el portugués siguió el partido concentrando, de pie, apuntando en una libreta a lo Van Gaal y sin demasiadas estridencias, haciendo honor a su nuevo apodo: de 'The Humble One' ('El Humilde').

Al monólogo del equipo de Mourinho le faltó continuidad y la cosa decayó en el segundo tiempo. El tercer gol de Harry Kane nada más empezar parecía sentenciarlo, pero el equipo se relajó y aparecieron los vicios del pasado. Recortó distancias Antonio, el mejor del equipo de Manuel Pellegrini, y en los últimos quince minutos los 'Hammers' metieron el miedo el cuerpo a sus rivales ciudadanos. Quizá un poco de fortuna salvó al Tottenham de naufragar en el tramo final porque el segundo de los locales, obra de Ogbonna, llegó en el 96. Si el partido hubiera durado algo más, el resultado hubiera sido diferente.

El City sigue escalando

El Tottenham sigue lejos de la lucha por un título al que no renuncia el Manchester City, que ya es tercero tras batir al Chelsea (2-1). De Bruyne y Mahrez anularon el tanto inicial de Kanté. El equipo de Guardiola sigue a 9 puntos del Liverpool, que sufrió ante el Crystal Palace (1-2). Mané adelantó a los 'reds' a los 49 minutos, pero los de Jürgen Klopp no cerraron el partido y se encontraron con el empate de Zaha en el minuto 82. Firmino solventó la papeleta en el 85.