caos federativo

Las razones de la ruptura entre Luis Enrique y Robert Moreno

Cuestiones personales, familiares y técnicas motivaron el distanciamiento total entre los dos técnicos de la selección española

Luis Enrique y Robert Moreno

Luis Enrique y Robert Moreno / periodico

Sergi López-Egea

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Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, conoció el 31 de octubre, según diversas fuentes, la intención de Luis Enrique de regresar como técnico a selección y sus planes de no contar con Robert Moreno como su ayudante, cargo que, finalmente, tampoco ocupará Juan Carlos Unzué, hasta hace unas semanas entrenador del Girona. Será, salvo sorpresa, Jesús Casas, hasta ahora segundo de Moreno, el nuevo ayudante del preparador asturiano. Unzué tiene una cláusula que no le permite entrenar en la Liga, pero que, en principio, no le afecta para trabajar para la federación.

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Moreno  se desvinculó este miércoles de la federación y esta tarde emitirá un comunicado. Hasta ahora, el ya exseleccionador interino español ha guardado silencio. Tras la goleada de España a Rumanía por 5-0 no durmió en la residencia de Las Rozas tal como estaba previsto, y el martes por la mañana, en vez de acudir a la reunión con Rubiales José Francisco Molina, director deportivo, para tratar sobre su salida, envió a sus abogados. A Moreno le correspondería una indemnización de unos 500.000 euros, aunque el técnico catalán estaría pidiendo una mayor cuantía al considerar que ha sido despedido de forma improcedente.

Nervios en el vestuario

El ya exseleccionador conoció el lunes pasado, antes de la disputa del último partido de la fase de clasificación para la Eurocopa, que no seguiría ni como técnico principal ni recuperaría su puesto de trabajo como máximo colaborador de Luis Enrique. Al parecer, según relatan diversos medios informativos madrileños, Robert Moreno entró al vestuario de la selección, muy nervioso, y gritando: "¡Me han tirado! ¡Me han despedido!". Fue un acto de rabia, que tampoco impidió que Moreno soltara alguna lágrima. Debido a su nerviosismo no acudió a la obligada conferencia de prensa, lo que le supondrá una multa a la federación por parte de la UEFA.

Este detalle, de todas formas, es de lo más insignificante después de un caso que sorprendió el lunes por la noche a los internacionales españoles, que vivían ajenos al futuro en el banquillo de la selección. Estos jugadores guardaban una perfecta relación con Moreno. A pesar de ello, según diversas fuentes, Rubiales estaba molesto con el ya extécnico al considerar que, al contrario de Luis Enrique, realizaba demasiadas concesiones a los futbolistas convocados a la hora de planificar concentraciones y horario de entrenamientos.

Reunión en Zaragoza

Según contó la cadena COPE la salida de Moreno se fraguó en la reunión que tuvo lugar el 31 de octubre en Zaragoza, adonde se desplazó Luis Enrique desde Barcelona, ya que Rubiales y Molina se encontraban en la capital aragonesa por cuestiones federativas. Este relato dejaría en evidencia la versión oficial de la federación, según la cual fue Moreno el que cambió de criterio. Sin embargo, en Zaragoza, fue el exentrenador azulgrana quien comunicó que ya estaba anímicamente preparado para regresar a su puesto de trabajo, al que renunció en junio para cuidar a su hija pequeña, quien falleció a consecuencia de un cáncer el 29 de agosto. En este encuentro fue cuando Luis Enrique les dijo a sus superiores que no quería volver a trabajar con Robert Moreno, lo que fue recibido com una auténtica bomba.

Precisamente, siempre según la COPE, la relación entre Luis Enrique y Moreno se deterioró a consecuencia de la enfermedad de la hija del técnico asturiano. Luis Enrique se decepcionó con su ayudante y rompió la amistad al considerar que Moreno no se había interesado por su hija y no lo visitó ni en su casa ni en el hospital. Consideró que se trataba de un comportamiento egoísta. De ahí que Luis Enrique ya tuviera plenamente asumido que no volvería a trabajar con Moreno.

Los planes en Bilbao

El técnico catalán, por su parte, estaba convencido de que, más allá de su interinidad en el banquillo, sería el seleccionador de España en la Eurocopa. Por eso, ya tenía preparada toda la programación hasta la disputa del torneo. Al jugar los primeros partidos en Bilbao ya se estaba buscando un lugar de concentración cercano a la capital vizcaína. Ahora todo está en el aire y a la espera de las decisiones que tome Luis Enrique.

Según la misma versión, Robert Moreno conoció después de la reunión en Zaragoza que no continuaría en la selección. "Se ha vuelto loco", fue una frase que se escuchó el martes tras la conferencia de prensa en la que Rubiales comunicó la rocambolesca situación en el banquillo español.

Llamada a los capitanes

Sergio Ramos, primer capitán, y Sergio Busquets, el segundo, fueron los primeros jugadores internacionales que conocieron oficialmente el cambio en el banquillo. Rubiales los llamó el martes por la mañana, aunque ambos, como el resto de jugadores, vivieron en vivo y en directo la crisis nerviosa de Robert Moreno en el vestuario del Metropolitano de Madrid.

La cadena SER todavía fue más lejos al explicar el deterioro absoluto de la relación entre Luis Enrique Robert Moreno. El técnico asturiano ya tiene decidido que nunca más volverá a trabajar con su antiguo ayudante. Tampoco se descarta que, al margen de los temas personales y familiares, Luis Enrique también estuviera molesto con su antiguo ayudante por las distancias marcadas por el ya exseleccionador en aspectos técnicos del equipo español.