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POLÉMICO RELEVO

Rubiales anuncia la vuelta de Luis Enrique y carga contra Robert Moreno

Luis Enrique vuelve a la selección

Luis Enrique vuelve a la selección, como ha explicado Luis Rubiales, presidente de la Federación Española, en conferencia de prensa. / periodico

Alejandro García

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Después de la espantada de Robert Moreno el lunes tras el partido de la selección española frente a Rumanía, el presidente de la Federación, Luis Rubiales, se ha puesto ante la prensa para hacer oficial la vuelta de Luis Enrique al cargo de seleccionador (hasta el Mundial de Catar 2022) y, a la vez, para culpar al ausente Moreno de precipitar la decisión y de provocar el terremoto con el que se ha intentado solucionar el entuerto. “No veo un fallo en la forma de actuar de la Federación”, llegó a decir Rubiales en medio de su alegato, salpicado de insignias auto impuestas de rigor y transparencia, con menciones constantes al trágico problema personal de Luis Enrique para poner en valor su papel.

El presidente de la Federación dirigió todo su discurso a reiterar la condición de provisionalidad que le quitó a Robert Moreno con un nombramiento por todo lo alto como seleccionador y, ante la posibilidad de que el regreso de Luis Enrique fuera una realidad, Rubiales ha deslizado un problema personal entre los dos como el motivo del distanciamiento que ha provocado el caos.“Ni lo sé, ni me compete. Las situaciones entre Luis Enrique y su cuerpo técnico las tendrá que responder él”, resumió.

“Hoy podemos confirmar que Luis Enrique regresa a su puesto de trabajo”, oficializó Rubiales antes de entrar en la materia polémica: “Es importante que conozcáis la verdad”, empezó, antes de cargar contra Robert Moreno: “Le exigió a Molina saber lo que pensaba la dirección deportiva, se le comunicó que valoraríamos la vuelta de Luis Enrique y ayer, día de partido, recibimos un mensaje en el que decía que quería acordar su salida para no ser un impedimento la vuelta de Luis Enrique la misma mañana de partido”, relató Rubiales en una larga comparecencia antes de aceptar todas las preguntas que los periodistas fueron capaces de hacer.

Entre la multitud de mensajes de Rubiales, quedan cosas por dilucidar. La situación en la zona mixta del Wanda Metropolitano, tras golear a Rumanía (5-0) fue más dramática que otra cosa, mientras se filtra desde varios sectores que el gran problema es el deterioro de la relación entre Robert Moreno y Luis Enrique. Lo que debía ser una transición natural y satisfactoria, con la carga de alegría de recuperar al titular del puesto, se convirtió en un trago amargo que vuelve a sacudir a la Federación con otra gestión cuestionable y una imagen inconcebible de desinformación y desconcierto, sin una declaración pública tras un partido oficial.

Decisión sorprendente

En su exposición, Rubiales aseguró que la primera vez que se enteraron de que Luis Enrique podría pensar en volver a entrenar fue a través de Robert Moreno y, añadió, que la decisión de no seguir de Moreno les pilló por sorpresa. “La posibilidad de valorar el regreso de Luis Enrique ha hecho que Robert no quiera seguir; a partir de ahí teníamos un problema y la solución era llamar a Luis Enrique”, aseguró el presidente Rubiales. 

Desde la RFEF confirmaron que hubo una reunión en Zaragoza, el 31 de octubre, en la que Luis Enrique mostró su disponibilidad a volver y, en otros muchos momentos, Rubiales reiteró que las puertas siempre han estado abiertas para el asturiano a la vez que culpaba a Robert Moreno por asumir una decisión (la del cambio de técnico) que, según él, aún no habían tomado. “Si estamos aquí hoy es porque Robert Moreno nos transmitió que no iba a seguir, eso ha precipitado mi llamada a Luis Enrique”, intentó cuadrar la historia el líder de la RFEF.

Rubiales habló en una sala de prensa abarrotada como nunca antes, con cada sitio ocupado y con cámaras buscando un plano decente entre las escaleras, entre miembros de la junta directiva de la federación que aguantaron estoicamente más de una hora y media mientras su presidente cargaba la responsabilidad de todo el lío a Robert Moreno. “Hemos sido coherentes y respetuosos con todo el mundo. Lo que ha cambiado es la exigencia de Robert de saber ya el domingo lo que íbamos a plantear”, sentenció el máximo mandatario federativo.  “Él decidió dar un paso al lado y no me dio demasiadas explicaciones”, apostilló el director deportivo de la Federación, José Francisco Molina, en una de sus contadas intervenciones, supeditado a las explicaciones de su jefe.

Traumático adiós

Todo parecía dispuesto para que no pasara, pero la etapa de Robert en la selección terminó de forma abrupta, con el que aún era seleccionador dando esquinazo a los medios de comunicación tras el final de un partido, un día después de haber asegurado que tenía plena confianza en Rubiales y en Molina, antes de no acudir a una reunión con ellos este martes para finiquitar su contrato: “Ha mandado a sus abogados”, reveló Rubiales, que no se atrevió a discernir entre despido o renuncia para definir la situación de Moreno. 

Antes de recibir a Rumanía, todos sabían que la vuelta de Luis Enrique era inminente menos el primer interesado. “Un 10”, respondió Moreno sin titubeos, la última vez que habló de su futuro como seleccionador, a la una cuestión sobre cuántas posibilidades, del 1 al 10, tenía de continuar; también dijo que quería completar un ciclo de euro y mundial en medio del discurso de un técnico asentado. Días antes, en Cádiz tras ganar a Malta, Rubiales había desatado la tormenta en una demostración de que él maneja la información y los tiempos. “Lo que no podía hacer era mentir”, reconoció Rubiales.“La marcha es una decisión de Moreno ante la posibilidad de que valoraramos la vuelta de Luis Enrique. Somos los primeros sorprendidos de que se marche”, amplió.

Así hemos retransmitido en directo la comparecencia de Rubiales y Molina.