BRASIL - ARGENTINA (0-1)

Messi lidera el triunfo sobre un Brasil horrible

Messi celebra el gol que marcó tras aprovechar el rechace del penalti que le paró Alisson.

Messi celebra el gol que marcó tras aprovechar el rechace del penalti que le paró Alisson. / periodico

Marcos López

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Volvió Messi casi cuatro meses después. Volvió Messi y ganó Argentina, una buena Argentina ante una triste Brasil. Ganó el equipo de Scaloni gracias a un tanto del astro azulgrana, aunque el marcador (0-1) dice mucho menos que el juego. Dominó la albiceleste, convirtiendo a Alisson, el meta del Liverpool, en el gran héroe brasileño. Más allá de que el tanto del triunfo llegó en un rechace del penalti fallado por Leo quedó la imagen en Arabia Saudí de una selección que tiene, al menos, un plan. Por eso, Scaloni celebró la victoria a lo grande. Y Brasil, que sale zarandeada por encadenar su quinto encuentro sin ganar, ofreció su peor imagen, colocando bajo sospecha a Tite.

En un frenético inicio de partido dominaron los errores. Tanto de Argentina, grosero fallo previo de Foyth concediéndole la pelota a Firmino, quien asistió a Gabriel Jesús en el penalti que luego cometió de manera torpe Paredes, como de Brasil, quien regaló tan suculenta ventaja. El lanzamiento desde los 11 metros del goleador del City fue lamentable. Ni siquiera encontró portería. Se marchó fuera, a la izquierda de Andrada, el desconcertado portero de la albiceleste. Todo, en realidad, fue un cúmulo de despropósitos. Desde el desastroso y suicida pase de Foyth hasta el horrible penalti de Gabriel Jesús.

La reacción de Argentina llegó a través de Messi. ¡De quién si no! Galopó por la banda derecha, que pertenecía hasta ahora al sevillista Ocampos, y cuando entró en el área brasileña recibió un toque por detrás de Alex Sandro, el lateral zurdo de la Juventus. "La verdad, no sé si me tocó. Caigo por la inercia, no sé si me llega a tocar. Creo que me toca, pero no sé. No sé si fue adentro o afuera", reconoció el astro. En cualquier caso, no se había llegado al cuarto de hora y en Arabia Saudí se vivía el segundo penalti. 

Erró Messi. Volvió a elegir el lado derecho del portero. Pero no engañó a Alisson, el guardameta del Liverpool, quien rechazó el balón. Pero lo hizo con tan mala fortuna que el cuero, caprichoso él, cayó, de nuevo, en las botas del astro azulgrana. Y ahí no perdonó Leo para adelantar a la selección de Scaloni.

Minutos de calma

Entonces, el partido entró en una fase llena de calma. Y aburrimiento, todo hay que decirlo. Era imposible sostener ese enfebrecido ritmo inicial demostrando que no existe ningún Brasil-Árgentina, que sea irrelevante. Por muy amistoso, que lo era, y muy comercial, que lo era en la búsqueda de ganar el dinero saudí, el fútbol entre estos dos gigantes mundiales no entiende del negocio.

No da con la tecla Tite para activar a una plomiza Brasil que erró un penalti. Lo tiró Gabriel Jesús de forma horrible

Siempre hay algo más en juego. Tite, que llevaba cuatro partidos consecutivos sin ganar desde el triunfo en la última Copa América, y Scaloni, obligado a crear un ecosistema adecuado para cobijar a Messi, no podían equivocarse. Ahora la racha negativa es ya de cinco.

El técnico brasileño colocó a Arthur, que dejó un par de buenos detalles, en el once inicial y sentó a Coutinho. El seleccionador argentino prescindió inicialmente del Kun Agüero y de Dybala, la joya de la Juve, para escoger a Ocampos y Lautaro Martínez, el prometedor delantero del Inter, como nuevos socios de Leo.

El enfado de Tite

Tite no estaba nada contento con lo que veía en la primera parte. Sacó a Gabriel Jesús de la banda derecha, lo llevó al centro junto a Firmino, mientras Paquetá, del Milan, cambiaba de rol. Argentina, entretanto, estaba agazapada. No sufría atrás, pero tampoco hacía daño arriba. Aunque siempre le quedaba la bala de Messi en otra galopada espectacular, en esta ocasión por el centro del ataque. Pero Alisson acunó con eficacia el disparo del '10'.

Apareció Messi en la segunda parte, pero se topó siempre con un inspirado Alisson. Pero lideró el triunfo de la albiceleste

Rápidamente intervino el seleccionador brasileño cuando sacó a Coutinho primero. Y luego a Fabinho. Mientras Messi, tras una peligrosa jugada argentina, se echaba los manos a las piernas, generando temor entre la afición azulgrana y, por supuesto, en Valverde. Pero luego el astro continuó jugando con aparente normalidad.

Tanta que hasta firmó una lejana falta con la magia que caracteriza al delantero del Barça, pero Alisson, otra vez, se cruzó en su camino. Fue el origen y el fin del ataque de Argentina generando sensación de pánico en la defensa de Tite, quien después hizo debutar a Rodrygo, la nueva sensación del Madrid. Debutó el joven delantero en Arabia Saudí.

En realidad, Brasil se sostuvo en las manos de Alisson, certero ante Messi, sobrio ante Paredes.... Lo paró todo. O casi todo. Hasta un penalti a Leo, pero el rechace jugó en su contra. Aunque Scaloni ya tiene un corto, pero esperanzador triunfo sobre Brasil, algo que le dará mucho sosiego. Y eso que ni utilizó al Kun ni a Dybala. Ambos no salieron ni del banquillo para calentar. Tite, en cambio, tiene argumentos, y muy serios, para empezar a preocuparse. Fue una pobre 'seleçao'.

La ficha del Brasil - Argentina (0-1)