RECUERDOS DEL EX JUGADOR DEL MADRID

Las confidencias galácticas de Roberto Carlos: "Luxemburgo nos quitó las cervezas y el vino"

El brasileño confiesa intimidades de su pasado en el Madrid: "Los aviones privados se encontraban en Barajas"

El exjugador Roberto Carlos durante el sorteo de la Champions celebrado en Mónaco este jueves.

El exjugador Roberto Carlos durante el sorteo de la Champions celebrado en Mónaco este jueves. / periodico

Alejandro García

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La etapa de Roberto Carlos en el Madrid se recuerda como una época de gloria y títulos que, 15 años después, empieza a desvelar sin tapujos las interioridades, lo que sucedía más allá de la luz pública, detrás de las puertas; los motivos que explican muchas noticias de los años de los galáctico.

«Del Bosque nos entendía perfectamente. Fijaba los entrenamientos por la tarde, los lunes y a veces los martes eran a las cinco de la tarde, no lo ponía nunca a las 11 de la mañana porque casi nadie llegaba. No era el entrenador, era amigo de los jugadores», confesó Roberto Carlos en una entrevista con el que fuera portero del Barça Vitor Baia, en el canal de Youtube portugués Canal 11, que pertenece a la Federación.

Lo que se trasluce de la relajada charla entre dos antiguos rivales, entre vegetación y risas, es el poder en la sombra que siempre han ejercido los jugadores en los clubes y que la actualidad ha reverdecido estos días.

Camacho y Luxemburgo

«En la época de los galácticos tuvimos buena relación con todos los entrenadores, salvo con Camacho. Llegó todo serio y dijo: ‘mañana aquí todo el mundo a las siete de la mañana’. ¿A las siete? Estamos acostumbrados a entrenar a las diez y media», comentaba imitando las muecas de asombro que debió poner ante el entrenador ciezano.

«Pasó algo parecido con Luxemburgo, duró 6 meses. En el segundo partido de Liga, teníamos la costumbre de llegar a la concentración y, antes de la cena, tomar nuestra cerveza y nuestro vino. Siempre había dos botellas de vino encima de cada mesa. Ronaldo y yo le dijimos: 'Profesor, la gente aquí tiene sus costumbres, intenta no cambiarlas. No quites las botellas de vino de la mesa, los 20 minutos de la cerveza antes de la cena porque si no vamos a tener problemas», relató el brasileño entre un «tremendo» que le suscitó la historia a Vaia. «¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego las botellas de vino. Duró tres meses. El mundo del fútbol es pequeño y las noticias van llegando a la directiva», culminó.

Reunión de aviones

De esos años también dibujó una imagen reveladora, la congregación de jugadores blancos en Barajas después de jugar en el Bernabéu: «Yo sigo pensando: ¿cómo es posible que hiciéramos tantas tonterías? Teníamos que estar locos. Acababa cada partido y todos los aviones privados se encontraban en la terminal privada de Barajas. Era Beckham que iba no sé a dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo, o Casillas... Eran vuelos privados a todos los lados y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula 1 los domingos, donde fuese, en vuelo privado a cualquier lado», explicó el lateral portugués, que también repasó sus primeros años en el fútbol y los mejores jugadores de la historia. «Es impresionante cómo Messi entiende el fútbol, como lo lee y cómo lo vive», explicó, aunque se decanta por Cristiano Ronaldo en el duelo singular.