LA CRISIS BLANQUIAZUL

Machín: "No tengo una varita mágica"

Pablo Machín, durante su presentación como técnico del Espanyol.

Pablo Machín, durante su presentación como técnico del Espanyol. / periodico

Joan Domènech

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Con apenas 90 partidos en la élite (40 con el Girona en la campaña 17-18 y 50 con el Sevilla en la 18-19 sin acabarla), la capacidad de sorpresa de Pablo Machínaún es amplia. Todavía le quedan situaciones que vivirá por primera vez. Una se le presentó muy pronto en el Espanyol, anecdótica, pero que le indicó claramente a qué club llegaba para trabajar hasta el 2021. Si puede, si quiere, y si los resultados se lo permiten.

Machín conoció a su nuevo presidente, Chen Yansheng. Le vio y habló con él por una vídeollamada de móvil. En el vestuario blanquiazul, de pie, miraba a un teléfono que sujetaba Mao Ye Wu, ejecutivo del club, chino, para traducir la conversación entre el propietario y el nuevo entrenador en sustitución de David Gallego. El cuarto que saluda desde que compró el Espanyol en enero del 2016.

"El tiempo no es el mayor de los problemas. Tenemos tiempo para enderezar la situación, eso no va a ser excusa, y hay mimbres para conseguirlo. Quedan muchas jornadas". El optimismo de Machín

"No soy un marciano"

"No soy un marciano, vivo aquí y sé qué posibilidades tiene el Espanyol", explicó Machín. Y vivir aquí, en Girona concretamente, le permite conocer "bastante bien" a la plantilla antes de dirigir esta mañana el entrenamiento inaugural de la tercera etapa de su carrera.

El técnico soriano, de 44 años, aseguró que los primeros contactos,  oficialmente, se produjeron el domingo, cuando la propiedad y el cuerpo técnico del Espanyol concluyeron que David Gallego no podía seguir al frente del equipo. En la despedida, el vicepresidente Carlos García Pont y Joaquín Pérez Rufete, el director de fútbol profesional, agradecieron a Gallego su elogiable trayectoria en el club hasta precipitarse en un mal final en la séptima jornada.

Con 31 por delante, es obvio que hay "tiempo suficiente" para que el Espanyol salga del pozo en el que se encuentra y no solo se salve -es penúltimo-, sino que acabe disfrutando del "año ilusionante" que se dibujaba durante el verano al afrontar tres competiciones, con el añadido eventual de la Europa League, el único espacio donde los pericos sonríen, a la Liga y la Copa.

Una prioridad: la Liga

El terrícola Machín sabe que aterriza "en un club histórico que pasa por un momento que es el que es"», como si no quisiera definirlo con un adjetivo negativo, él, que dijo ser un tipo que busca el lado positivo de la vida. Nadie debía aclararle que hay una prioridad absoluta: la salvación. "Intentaremos pelear todas las competiciones, pero donde debemos acertar sí o sí es en la Liga". Los precedentes de otros clubs que en algunos casos pagaron el esfuerzo con el descenso no debe obsesionar al perico, sugirió.

Diez días tendrá Machín antes de que se reanude el campeonato (el domingo 20 de octubre, en casa ante el Villarreal, a las 16 horas) para recuperar el ánimo del vestuario. Le ayudarán les tres asistentes que le acompañan desde que estuvo en el Girona: Jordi Guerrero (segundo entrenador), Jordi Balcells (preparador físico) y Carlos Martínez (analista).

"Intentaremos pelear por todas las competiciones, pero donde debemos acertar, sí o sí, es la Liga". La prioridad de Machín

"Comenzaremos por los cimientos. No se puede regalar el punto que nos da la federación al empezar el partido". Machín quiere un Espanyol sólido 

Todo de Girona

De Girona también trasladará el mismo sistema táctico que utilizaba en Montilivi y trasladó hasta Sevilla, con tres defensas centrales y dos carrileros por las bandas. "Comenzaremos por los cimientos para conseguir un equipo eficaz. No se puede regalar el punto que nos da la federación al empezar el partido".

"Hay tiempo suficiente para enderezar la situacion, eso no será excusa, y hay mimbres para conseguirlo", aseguró Machín, recordando que el entrenador "no tiene una varita mágica" y que los jugadores serán los protagonistas de los resultados. 

"Como he dicho alguna vez, un entrenador no transforma un burro en un caballo de carreras. Nosotros tenemos que propiciarles el entorno más favorable para que sus cualidades puedan aflorar". La teoría de Machín

"Necesitamos impregnarnos de esfuerzo, trabajo y sacrificio, porque esas son las señas de identidad del Espanyol. El juego puede salir muy bien o muy mal, pero si perdemos esas señas de identidad estamos en riesgo, y quizá estamos en esa situación porque las estamos perdiendo" (Rufete, director fútbol profesional)

"Como he dicho alguna vez, un entrenador no transforma un burro en un caballo de carreras", fue el símil que empleó para trasladar la responsabilidad a los jugadores. "Nosotros [los entrenadores] tenemos que propiciarles el entorno más favorable para que sus cualidades puedan aflorar".

Rufete mantuvo el foco dirigido hacia el vestuario: "Necesitamos impregnarnos de esfuerzo, trabajo y sacrificio, porque esas son las señas de identidad del Espanyol. El juego puede salir muy bien o muy mal, pero si perdemos esas señas de identidad estamos en riesgo, y quizá estamos en esa situación porque las estamos perdiendo".