MUNDIALES DE ATLETISMO DE DOHA

España madura en el Mundial más caliente

Vista general del estadio Khalifa durante la final de 1.500.

Vista general del estadio Khalifa durante la final de 1.500. / periodico

Gerardo Prieto

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Gradas vacías y un Mundial atizado por el calor. El sofocante dilema ha marcado una competición terrible para maratonianos y marchadores,  pero una bendición para las marcas en pista, con una avalancha de récords de los campeonatos, regionales, nacionales y personales, más dos plusmarcas mundiales.

Mientras los marchadores  naufragaban en  la Corniche, Fernando Carro felicitaba a los organizadores por las condiciones del estadio Khalifa. La última jornada sin españoles en pista revela la dificultad que tiene el atletismo estatal para medirse a nivel  mundial, aunque haya mejorado sensiblemente los resultados  de dos años atrás en Londres.

El doble de finalistas

El trabajadísimo bronce del hispano-cubano Orlando Ortega puso a España en el medallero de Doha y borra un cero incómodo. También crece en finalistas al doble, cuatro en Londres por ocho en Doha gracias a los dos sextos puestos de los gallegos Ana Peleteiro y Adrián Ben en triple y 800; dos séptimos (Eusebio Cáceres en longitud y Javier Cienfuegos en martillo) y tres octavos de los marchadores Jesús Ángel García Bragado Julia Takacs, en 50, y María Pérez en 20.  Por méritos extraordinarios destacan el 10º puesto del soriano Daniel Mateo y el 16ª de la tarraconense Marta Galimany en el sofocante maratón al borde del golfo Pérsico.

Sorprendió la floja actuación de los hombres en 20K.  Álvaro Martín, campeón de Europa, tomó la pastilla del fisiólogo escocés Yannis Pitsiladis para monitorizar su temperatura corporal durante la final y reveló después que su máxima no pasó de 38,3 grados, lo normal para condiciones con más de 30 grados y humedad que rozó el 80%. "Esto demuestra que la adaptación que hemos hecho al calor ha funcionado pero no hemos sabido ser competitivos", afirmó con rotundidad el marchador extremeño, a menos de 12 meses de los Juegos en Tokio.

Por número de finalistas, España obtiene su mejor resultado desde las 10 en Osaka 2007. La medalla de Ortega es la número 39 del equipo español en la historia de los campeonatos. Con todo, la aportación más extraordinaria del atletismo español en este Mundial es  la de un plusmarquista de la madurez deportiva,  un marchador inoxidable, apodado el hombre de mármol, García Bragado, campeón en 1993 y finalista en su 13º mundial al borde de los 50 años.

Un solo doblete individual

Dos plusmarcas mundiales avalan además las condiciones de calidad en la pista en Doha: en el novedoso relevo mixto 4x400 (Estados Unidos, 3.09.34 m.) y en los 400 vallas gracias a los 53.13 s. de la hija de un imán neoyorquino, Dalilah  Muhammad. La competencia ha sido tan dura que solo una atleta, la holandesa Sifan Hassan, ha podido conseguir un doblete individual, inédito (en 10.000 y 1.500), aunque su reinado aparece bajo sospecha al tratarse de una de las corredoras entrenadas por el sancionado Alberto Salazar.

El hombre más rápido del mundo, Christian Coleman, a punto de ser sancionado por tres ausencias en controles por sorpresa, sumó otro oro tras la victoria  del relevo corto estadounidense. Como era de suponer, la ausencia masiva del atletismo ruso ha propiciado un triunfo rotundo de los atletas de EEUU, que han dominado el medallero con 29 medallas,  14 de oro, por delante de Kenia y Jamaica con 11 en total. España ocupó un discreto 15º lugar como país europeo, 31º en la general, una clasificación que no incluye finalistas.