LAS REFLEXIONES DEL GANADOR DEL ABIERTO DE EEUU

El reposo de Nadal

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Idoya Noain

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Para subir a lo más alto hay que preparar el cuerpo y la cabeza, pero para descender también, especialmente si hay nuevas cumbres en el horizonte y se quiere llegar en plena forma a atacarlas. En eso está Rafael Nadal, que el lunes de madrugada, solo unas horas después de escalar a los 33 años hasta su cuarto Abierto de Estados Unidos, el decimonoveno grande de su carrera y el quinto que logra tras cumplir los 30 (un hito en el tenis), cogió un avión para regresar a Mallorca e iniciar la recuperación, física y mental.

Tras el agónico aunque triunfal maratón de casi cinco horas ante Daniil Medvedev, guinda a varias semanas de exigencia y tensión, sigue “cansado”, “tocadillo”, según reconoce en una conferencia telefónica con enviados especiales y corresponsales. Está también, no obstante, listo para rehabilitarse físicamente y, sobre todo, descansar mentalmente, un reposo que se logra “con un poquito de sensación de libertad, de poder hacer las cosas un poquito más a tu aire”.

El número 1

De cómo vaya todo ese proceso doble y de una conversación con su equipo para marcar objetivos dependerá el calendario para el resto de temporada y la planificación del próximo año. Ilusión por jugar la Copa Davis en Madrid hay, pero el de Manacor no menciona esa cita cuando enumera lo planificado por ahora: seguro que la Laver Cup, este mes en Ginebra, y “más o menos fijo” el Masters y París Bercy, que tendrán lugar después de su boda.

Todo responde a esa filosofía Nadal de no dejar que nada ni nadie fuera de sí mismo y su círculo más cercano sume un gramo de presión. Y recurre a ese argumento, como de costumbre, cuando se le vuelve a recordar lo cerca que está del número 1 que tiene Novak Djokovic. “No es mi gran objetivo ni lo ha sido en ningún momento”, asegura. “Estoy evidentemente muy feliz pero no es algo que pueda permitirme perseguir a estas alturas de mi carrera. No puedo perder el tiempo en intentar ser número uno, tengo que intentar estar lo mejor preparado posible para jugar al máximo nivel las semanas que compito. Si eso me lleva al 1 bienvenido pero si no, yo tengo que hacer mi camino”.

Mantener la tradición

Libre de lesiones, se sabe en “un momento bueno”. Y aunque empieza una respuesta con un “no me siento mayor”, tampoco pierde de vista la realidad. “Soy consciente de que los años pasan. Hay que cuidarse más, elegir mejor. Cuando eres más joven puedes ir jugando y jugando; cuando te haces un poquito más mayor tienes que ser más selectivo y más listo a la hora de elegir las cosas que a uno le funcionan mejor”. Y así explica haber ido “reduciendo el calendario” y acortándolo ( 11 torneos por ahora este año). O que ahora haga “preparaciones más específicas”.

Resultados le ha dado. Y ha podido superar intensos retos como el épico choque con Medvedev, un clásico inmediato que resta argumentos a quienes proponen acortar los partidos a tres sets pensando en el espectador, una idea que no convence a Nadal. “En otros tipos de torneos entiendo el debate y soy el primero abierto a probar cosas, a cambios de formatos, a diferentes objetivos para que sean más atractivos para el espectador, pero en Grand Slam es importante que se mantenga la tradición”, reflexiona. “Al final de cada año siempre empezamos hablando de partidos que han sido largos, ajustados y que han tenido cierta dosis de drama tanto de emoción tenística como física. Es una parte bonita de nuestro deporte y sería un error que se perdiera”.

"Será muy difícil repetir estos años del tenis español"

Nadal destacó los éxitos del tenis español en las últimas tres décadas. "Lleva muchos años haciendo cosas que van a ser muy difíciles de repetir. Estamos compitiendo como país con otros que tienen capacidad económica que nos multiplica por infinito prácticamente", reflexiona el campeón del Abierto de EEUU. El mallorquín nombra los cuatro países dueños del Grand Slam, pero también destaca el potencial de la federación italiana o la canadiense.<br/> "En España hemos tenido un fallo en ese sentido. Durante todos estos años de gran auge no hemos sido capaces como federación de tener un torneo propio que genere unos ingresos anuales y que eso pueda servir para promocionar nuestro deporte y ayudar a las jóvenes generaciones que van viniendo", remarca.