Unzué hace siete descartes para recibir al Rayo

La exigencia en Montilivi es tan alta que ni siquiera empieza el día del partido. Juan Carlos Unzué, que creyó conveniente concentrar a su equipo la noche antes del duelo del domingo ante el Rayo Vallecano (16,00 horas), ya tuvo que hacer hasta siete descartes previos. Solo uno fue obligado (Ignasi Miquel, por lesión). El resto fueron decisiones técnicas porque todos estan en condiciones y la plantilla, de 24 efectivos, es más amplia y profunda que nunca.

Los dos últimos fichajes (Asier Riesgo y Brian Oliván) así como Jordi Calavera, Santi Bueno, Sebas Coris y Jonatan Soriano deberán ver el enfrentamiento desde la grada. "Puede parecer un gran problema, pero es el deseo de todo entrenador. Tenemos una plantilla muy buena y hemos de involucrar a todos porque la competencia es eso: el que no juega hace mejor al que juega", argumentó el técnico navarro.

Un rival directo

Y cuando el balón empiece a rodar, esa exigencia crecerá. El Girona se quitó un peso de encima ganando al Málaga la semana pasada (1-0), pero no hay tregua para un equipo que se ha colgado la etiqueta de favorito. "Nos espera un partido complicado. El Rayo es un rival directo clarísimo y uno de los grandes candidatos al ascenso. Tiene el sello de un entrenador como Paco Jémez y una plantilla que no solo destaca en cantidad sinó en calidad".

Para el duelo de Montilivi, el Rayo está más castigado que el Girona por los compromisos internacionales. Jémez se ha quedado sin Advíncula, Andrés Martín y Dimitrievski, mientras que Unzué podrá contar con Stuani, 'liberado' por Uruguay (había de jugar los partidos ante Costa Rica y Estados Unidos) al tener que comparecer esta semana al Juzgado de Valencia, ya que formaba parte de la plantilla del Levante en el partido ante el Zaragoza de la temporada 2010/11, presuntamente amañado.