El Espanyol golea otra vez al Lucerna

Islandia, Suiza y Ucrania. La tercera etapa de la aventura del Espanyol en la Liga Europa le traslada a un enfrentamiento con el ignoto Zorya Luhansk, que eliminó al más conocido CSKA de Sofía. La clasificación blanquiazul se daba por supuesta tras haber vencido por 0-3 al Lucerna en su casa. En la vuelta, firmó ese resultado antes del descanso.

La mayor inquietud que pudieran sentir los pericos era saber si el equipo acusaría la falta de gol por la marcha de Borja Iglesias. Y la respuesta fue tan satisfactoria como el despliegue del Espanyol en un partido de trámite. David Gallego solo mantuvo a cuatro jugadores de la ida (Diego López, Lluís López, Vilà y Darder) y los nuevos no bajaron las prestaciones del colectivo. Al contrario.

Doblete del debutante

Acaso las elevaron ante la oportunidad de ganarse al entrenador en unos inicios de temporada, cuando ninguna idea es definitiva y el futuro de tres competiciones insinúa opciones para todos. Nadie lo hizo mejor que Víctor Campuzano (22 años), uno de los dos debuts que promovió Gallego en el once titular. El otro fue el lateral derecho Gonzalo Ávila, Pipa (21). Pol Lozano (19), el tercero, entró en la segunda mitad. Nicolás Melamed Ribaudo (18) fue el cuarto privilegiado.

El canterano Campuzano marcó dos goles en la noche de su estreno, glorioso e inolvidable para él. Ambos de factura muy similar, con sendos desmarques cruzados y tiros con la izquierda. Partía desde la derecha al compartir la delantera con Wu Lei, que también inauguró su cuenta.

Sobrado de calidad

El delantero chino certificó en apenas tres minutos la tesis que había expresado en la víspera el entrenador del Lucerna, Thomas Häberli: "Aunque no esté Borja, el Espanyol va sobrado de calidad". Era un temor camuflado ante lo que pudiera deparar el choque. 

Borja ya es historia, y el Espanyol conserva el gol. El promedio realizador en Europa sigue alto, rozando las tres unidades, aunque el nivel de los rivales ha sido muy inferior al que se encontrará el cuadro blanquiazul a partir del domingo, cuando reciba al Sevilla en Cornellà a las 19 horas. No le será nada fácil mantener el alto índice de efectividad mostrado ante los amigos que ha encontrado en su aventura continental.

Retraso con los uniformes

A Gallego no le pasaba por la cabeza que su equipo se relajara, según dijo en la previa, y esa premisa también se cumplió por más que el Lucerna fuera un adversario muy endeble y tierno, que muy pronto se derritió. Aunque el partido empezara más tarde de lo previsto. El árbitro comprobó que el segundo uniforme del conjunto suizo, blanco, se confundía tanto como el primero, azul, y el lío solo se resolvió con el concesión del Espanyol, que cambió el suyo y jugó de verde.

El once de Gallego brindó a sus incondicionales un muy buen partido, sobre todo en el primer tiempo pese a que la eliminatoria estaba resuelta. La salida del equipo respetó a los 13.214 hinchas que acudieron al estadio y, seguramente, incentivará a otros tantos para el debut liguero.

Tibio rival

Muy determinados en aprovechar el encuentro para llenar las alforjas de confianza, los españolistas no dejaron ningún margen de dudas ante un Lucerna que sí se asomó a la cita con la indolencia de quien afronta un trámite. No se acercó al área de Diego López hasta el minuto 83, y porque le portero se equivocó en un mal control de balón.

Con el 4-4-2 adoptado por Gallego, el Espanyol llenó el campo y asustó al rival con un gol que retrató la pasividad visitante. El Lucerna se temió un chaparrón pero todas las precauciones no evitaron que encajara tres tantos en 45 minutos. Solo le sirvieron para que el Espanyol se relajara un poco.