Pretemporada blanca

El Madrid se estrena con derrota ante el Bayern (3-1)

Hazard fue titular y Bale no tuvo minutos en el primer partido de verano del equipo de Zidane

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Alejandro García

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De inicio, el primer partido de la pretemporada del Madrid, ante el Bayern, bien podía haber pasado por un encuentro de la época dorada de Zidane, sin más que una novedad sobre el césped, el único aliciente que estimula realmente al madridismo. 

Desde el costado izquierdo del ataque, con el número 50 a la espalda de manera provisional, la incidencia de Hazard en el partido fue creciendo con el paso de los minutos, cada vez implicado en más combinaciones con Benzema y haciendo gala, cada vez con más frecuencia, de su velocidad y regate en carrera. 

El belga indujo los mejores minutos en ataque de su equipo en un partido dinámico, con muchas ocasiones y con mucha falta de acierto en el remate, en el que el equipo hizo un gran despliegue físico en la presión, pero no pudo contener al Bayern en varias fases del primer tiempo.  Tras el descanso, con un equipo nuevo, el Madrid claudicó pese al gran gol de Rodrygo que inauguró el casillero de los de Zidane.

A la espera de que se agilicen las ventas que están retrasando todos los planes de Zidane, empezando por la de un Bale sin minutos, el técnico francés sigue trabajando con una decena de jugadores con los que el club no pretende contar en la temporada que se inicia en menos de un mes, con la primera jornada de La Liga el 17 de agosto. 

Ocasiones y buen juego

El partido empezó dinámico, con llegadas de los dos equipos al área rival, hasta que los problemas de Carvajal con Coman se tradujeron en un balón muerto en el área de Courtois que Tolisso remató a gol para poner por delante al Bayern. La intensidad de los equipos se diluyó y el conjunto alemán tomó el mando del partido, entre las alternativas inherentes del primer partido del verano. 

El Madrid fue mejor en el tramo final del primer tiempo, cuando el centro de gravedad de su juego pasó del ritmo de Modric al de Hazard, y llegaron ocasiones cada vez más claras, con el Bayern encerrado en su área, pero ninguna terminó en gol.  

Con la incógnita de si terminará llegando el elemento que le ofrezca una alternativa al equipo en el centro del campo, Zidane experimentó con Isco en la mediapunta, por detrás de Benzema, con libertad por delante de Modric y Kroos, acompañado por Asensio y Hazard en las bandas.

El atacante balear, uno de los que empieza el curso cuestionado, mantuvo su nivel disperso de la última temporada, con voluntad, pero sin acierto, lejos de los niveles de confianza necesarios para rendir al máximo nivel.  

Otro que terminó con dudas y al que Zidane le dio la titularidad es Marcelo, inmerso en una sucesión constante de aciertos, rápido y asistido por la claridad mental que no tenía durante el último curso. El brasileño es el estandarte de los recuperados para la causa blanca.

Carrusel de sustituciones

En el descanso, Zidane hizo los once cambios permitidos y presentó una alineación nueva, con debutantes, canteranos y descartes: desde Keylor Navas hasta Jovic, acompañado por Vinicius, Rodrygo y el inspirado japonés Kubo; pasando por el debutante Mendy en el lateral izquierdo, con un despliegue físico impresionante.

El equipo madrileño, sin presencia en el centro del campo, se entregó a un partido roto que derivó en un caudal constante de ocasiones bávaras, en el que brotaban de forma esporádica las acciones de los jóvenes y vertiginosos atacantes blancos. 

Apareció Lewandowski para hacer el segundo gol, gracias a una maniobra clásica de delantero centro ante la bisoña defensa blanca, con control, media vuelta y un disparo que terminó de desmoronar el frágil Madrid del segundo tiempo, que dos minutos después recibió otro tanto, el tercero, tras un remate cómodo de Gnabry en el área de Navas.

No hubo más que equipo que el Bayern hasta el final, pero apareció el brasileño Rodrygo para conseguir el primer gol del Madrid en la temporada con un gran lanzamiento de falta, que él mismo había buscado al forzar un contacto innecesario con el portero rival cuando lo encaró en ventaja tras un error garrafal de Kimmich.

Ficha del partido:

<strong style="font-size: 1.6rem;">BAYERN DE MÚNICH    3</strong>