El Girona asume que el 'caso Oikos' no le sacará de Segunda

Cuando emergió el 'caso Oikos', aquello parecía un huracán con una fuerza devastadora capaz de llevarse delante todo lo que encontrara a su paso, fuesen jugadores e incluso clubs. La operación se vió como una oportunidad, también, de dar un golpe a la corrupción que tanto persiguen, o al menos eso dicen, Javier Tebas desde la Liga de Futbol Profesional como Luis Rubiales desde la Federación Española de Fútbol. Poco a poco, sin embargo, el relato ha ido dando un giro de 180 grados y lo que parecía un caso que haría tambalear el fútbol español acabará en los archivos del olvido.

En las últimas horas, el comité de competición de la FEF ha decidido suspender el expediente abierto hace unas semanas a raíz precisamente de una denuncia del Girona. El motivo es que la federación no quiere interferir en el procedimiento penal que se abrió en su día ni tomar ni una decisión deportiva hasta que no haya sentencia, que posiblemente tarde meses en conocerse, o tal vez años.

Ninguna sorpresa, pues tanto Tebas como Rubiales hace semanas que descartaron públicamente que el Valladolid, como club, tuviera nada que ver en el amaño del resultado ante el Valencia pese a que había siete jugadores de la plantilla pucelana presuntamente implicados en el 'affaire'.

Acción fallida

Precisamente el martes, la Federación de Penyes de Girona pidió, a través de un escrito presentado ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca, la comparecencia como acusación particular en el procedimiento de diligencias previas del 'caso Oikos'. El objetivo era doble: tener conocimiento de las actuaciones y diligencias practicadas por el juez instructor y ejercer el derecho que la constitución otorga a los ciudadanos e instituciones para defenderse de conductas que, presuntamente, pueden constituir delitos tipificados en el Código Penal.

También lo había intentado unas semanas antes el Girona, pero no fue admitido en la causa. Y una de las medidas cautelares solicitadas por el club de Montilivi (la liga de 21 equipos) cayó en seguida en saco roto pues los calendarios, públicos desde hace ya un par de semanas, siguieron los parámetros tradicionales. Una primera de 20 equipos (con el Valladolid) y una segunda de 22 (con el Girona).